sábado, 15 de febrero de 2025

Casos Clínico: Varón de 6 años de edad asintomático con púrpura generalizada.

 

El Dr Caín Estrella de Chiclayo, Perú,  envió esta imagen con el siguiente texto:

Doctor buenas noches. Quisiera su opinión de este hemograma. El paciente es un niño de 6 años, y presenta petequias en todo el cuerpo y púrpura en extremidades miembro superiores e inferiores. Petequias en paladar.

Le envío dos imágenes de las lesiones de piel y mucosas del paciente y el hemograma por el que quedo atento a su interpretación.

 


 



Opinión: El diagnóstico sindrómico obviamente es PÚRPURA TROMBOCITOPÉNICA. Nuestro approach debe ser entonces determinar la causa o el mecanismo de la trombocitopenia, aunque en este caso debieran considerarse antes aún, algunas acciones terapéuticas ya que se trata de un cuadro grave por la probabilidad de sangrado espontáneo a nivel gastrointestinal o SNC, este último, la causa más frecuente de muerte en estos pacientes. Por debajo de 20.000 plaquetas/dl, el riesgo de sangrado es muy significativo y este paciente tiene un recuento de 15.000 y con manifestaciones hemorrágicas en piel y mucosas.

Es muy importante (cuándo no?), hacer una exhaustiva historia clínica, en este caso hablando con los padres, interrogando sobre antecedentes de ingesta de medicamentos, de sangrados o trombocitopenia previos, sangrado prolongado ante traumas menores o heridas superficiales, epistaxis, procedimientos odontológicos, antecdentes de cuadros similares en la familia, viajes etc. En este caso la paciente tiene una TROMBOCITOPENIA AISLADA en el laboratorio, es decir, con respeto por las otras dos series que de haber estado también alteradas (anemia, leucopenia o bien leucocitosis, blastos, eosinofilia, etc), aumentarían enormemente la lista de diferenciales. Lo mismo, la ausencia de otros síntomas o signos además de la purpura (ausencia de fiebre, dolores óseos, alteraciones del estado general etc), alejan la probabilidad de una gran cantidad de diagnósticos a considerar. Creo que el primer diagnóstico a considerar es PÚRPURA TROMBOCITOPÉNICA INMUNE (antes llamada púrpura trombocitopénica idiopática). Muchos de estos pacientes suelen presentar una enfermedad prodrómica como por ejemplo una enfermedad viral, vacunación con virus vivos (p. ej., sarampión, paperas y rubéola).

Es importante en este caso, que el volumen plaquetario medio (VPM), es de 6,6 fl es decir normal. Normal es entre 6 y 10 fl. En los procesos destructivos de plaquetas como en PTI, el VPM suele estar ligeramente elevado, aunque un valor normal no lo descarta. El VPM sirve también, porque cuando el valor está muy por encima del rango normal sugiere uno de los síndromes de macrotrombocitopenia (p. ej., síndrome de Bernard-Soulier o trastornos relacionados con MYH9), mientras que un VPM bajo (3 a 5 fl) se observa casi exclusivamente en pacientes con síndrome de Wiskott-Aldrich o trombocitopenia ligada al cromosoma X.

Por lo tanto, muy probablemente este paciente presente púrpura trombocitopénica inmune (PTI). Cuando estamos frente a un cuadro de PTI debemos investigar si este mecanismo inmune es primario o bien es secundario como se puede ver en LES, inmunodeficiencia común variable, VIH) etcétera. A su vez la PTI primaria se clasifica en la PTI recién diagnosticada (dentro de los 3 meses posteriores al diagnóstico), la PTI persistente (que persiste entre 3 y 12 meses desde el diagnóstico inicial), y la PTI crónica (que dura más de 12 meses).

En cuanto al manejo de este paciente (obviamente debe estar internado, y se debe  aprovechar la internación para completar estudios de laboratorio, monitoreo de sangrado activo, así como eventuales imágenes si cupiese). Se debe evitar todo medicamento con efecto antiplaquetario (p. ej., aspirina , ibuprofeno , otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos [AINE]) y obviamente los anticoagulantes. Si fuese necesario se podría usar paracetamol en reemplazo. Y sin con paracetamol no se logra aliviar adecuadamente los síntomas, se pueden probar otros agentes, como un AINE selectivo de la ciclooxigenasa-2 (p. ej., celecoxib ), ya que estos agentes tienen una actividad antiplaquetaria menor en comparación con el ibuprofeno y la aspirina . Otras medidas para el dolor que no se controla adecuadamente con paracetamol incluyen medidas no farmacológicas y/o opioides, si corresponde. Si se produjese una hemorragia potencialmente mortal (p. ej., hemorragia intracraneal, traumatismo importante, hemorragia gastrointestinal con inestabilidad hemodinámica, hemorragia pulmonar con compromiso cardiopulmonar), se requiere una intervención inmediata con una terapia combinada con transfusiones de plaquetas, metilprednisolona en dosis altas , inmunoglobulina intravenosa (IVG) y, posiblemente, inmunoglobulina anti-D intravenosa (aոti-D) si el paciente es elegible para aոti-D. Hay por supuesto muchas opciones terapéuticas en estos pacientes que deen aplicarse según el caso incluyendo Factor VIIa humano recombinante, agentes antifibrinolíticos (p. ej., ácido épsilon aminocaproico , ácido tranexámico ), agonistas del receptor de trombopoyetina (TPO-RA), vincristina, y esplenectomía de emergencia que en determinadas situaciones puede salvar la vida de los pacientes con hemorragia catastrófica refractaria al tratamiento médico, pero debe considerarse como último recurso.



NUEVA INFORMACIÓN

El Dr. Caín Estrella ha enviado nuevas imágenes con información actualizada:

Doctor buenas tardes el diagnostico fue el que usted  hizo púrpura trombocitopénica inmune  salió positivo a VEB tto con prednisona y plaquetas

Pero ahora nuevamente esta en 50 mil sus plaquetas. Usted cree que quizás hay error en el diagnóstico agradecería su respuesta

Tiene hepatomegalia y esplenomegalia



 










Agradecería doctor su ayuda

 

 

 

OPINIÓN

El resultado del EBV es negativo, porque el VCA IgM es negativo.  El EBNA no cuenta para el diagnóstico de infección aguda. Por otro  lado, en el hemograma no se observa linfomonocitosis ni elementos que hagan sospechar síndrome mononucleósico. El título elevado de IgG para HSV  puede significar infección pasada y es poco probable que tenga relación con el cuadro actual.

Ahora tiene una importante  leucocitosis con neutrofilia además de la trombocitopenia, por  lo tanto, no se trata de trombocitopenia aislada. Lo de la hepatoesplenomegalia no lo habían referido en la historia porque frente a esto es importante primero ver imágenes que confirmen la organomegalia y después descartar una enfermedad sistémica.

Si efectivamente tiene hepatoesplenomegalia, DEFINITIVAMENTE NO ES PTI. Hay que buscar enfermedades sistémicas como por ejemplo la ENFERMEDAD DE GAUCHER, LINFOMAS LEUCEMIAS, ENFERMEDAD DE NIEMAN PICK etcétera.  La ausencia de anemia descarta en principio MALARIA, y la ausencia de fiebre y el tiempo de evolución descarta algunos cuadros infecciosos agudos como DENGUE u otras arbovirosis.

A la luz de estos nuevos datos, volvería a realizar una  historia clínica completa, con exploración de todos los sistemas y reestudiaría el caso basado en los nuevos elementos de la historia.

viernes, 14 de febrero de 2025

Casos Clínicos: Varon de 60 años con infección en pulgar izquierdo

 

La Dra Melanie Nicole, de Guayaquil, Ecuador, envía estas imágenes con el siguiente texto:








Buenas tardes estimado doctor me encantaría presentarle este caso clínico para que me pueda orientar sobre el diagnóstico y el manejo

Paciente masculino de 60 años de edad, con antecedente de infección micótica en la uña del dedo pulgar, acude a centro de salud por presentar infección a nivel del dedo pulgar

El paciente refiere haber presentado mucho dolor hace 2 días acompañado de un olor muy pestilente el cual se ha mantenido hasta el día de hoy, no manifiesta compromiso a nivel sistémico no presenta alza térmica ni compromiso del estado general.

Al examen físico podemos observar que el dedo pulgar se encuentra edematizado aparentemente con contenido purulento en sus laterales al presionar la uña podemos observar la salida de un líquido claro amarillento adicional el paciente presenta una erupción cutánea casi imperceptible en el antebrazo que recorre en sentido del dedo pulgar.

Se procedió a retirar la uña en donde se observa que la placa ungueal presenta tejido necrótico y a pesar de haber realizado la limpieza del tejido el dedo aún continúa con un olor pestilente, cabe aclarar que no se evidenció pus en ningún momento del procedimiento

Se envió analgésico ibuprofeno por 7 días acompañado de una inyección intramuscular de penicilina G benzatinica.

 

 





Dra. Melanie Nicole.

Guayaquil Ecuador

 


Opinión: Creo que se trata de un panadizo con abscedación pulpar como consecuencia de paroniquia aguda favorecida por onicomicosis previa. Existen importantes signos de flogosis en el dedo pulgar así como en el antebrazo, consecuencia de linfangitis, y probablemente tenga un componente celulítico proximal agregado. Existe entonces una infección de la pulpa digital, la cual está dividida en múltiples compartimentos por tabiques fibrosos que proporcionan soporte estructural. Cuando se establece un absceso del espacio pulpar como en este caso, se produce un aumento de la presión que puede provocar necrosis isquémica del tejido circundante, osteomielitis, tenosinovitis flexora o artritis séptica de la articulación interfalángica distal. Un absceso pulpar  puede ser consecuencia de una paroniquia aguda no tratada como en este caso. La mayoría de los pacientes con un absceso pulpar requieren una intervención quirúrgica. Una simple incisión y un procedimiento de drenaje, mejor en el quirófano, dado que la infección puede ser más extensa de lo que sugieren los síntomas y la apariencia clínica. El dolor, así como la continua supuración, así como el olor, creo son consecuencia de un foco abscesado incompletamente drenado. Creo que hay que realizar una incisión drenaje rápidos en quirófano para determinar la extensión real del cuadro infeccioso (utilizando una incisión mediolateral que divide adecuadamente los tabiques fibrosos). Respecto a la cobertura antibiótica creo que el germen a tratar como más probable es Staphylococcus aureus. Dependiendo de laprevalencia en la comunidad de   meticilino resistencia se debe considerar administrar trimetoprima/sulfametoxazol (TMP/SMX), clindamicina, doxiciclina o linezolida, y si no existe meticilino resistencia tratar con una cefalosporina de primera generación. Frío local y elevación del miembro superior para propiciar la desedematización del dedo y de la mano, y chequear muy de cerca la posibilidad de síndrome compartimental más proximal  (dado el intenso dolor que refiere el paciente)




 EVOLUCIÓN:

La Dra. Melanie Nicole ha enviado estas imágenes actualizadas con el siguiente texto:

 Buenos días doctor envío actualización del caso del señor del dedo

Posterior a limpiezas periódicas (viernes, sábado, domingo y hoy lunes) y cambio de antibiótico a TMP /SMX el dedo ha dejado de tener mal olor y muestra una notable mejoría.









jueves, 13 de febrero de 2025

Casos Clínicos: Aumento de moco en materia fecal.

 


El Dr.  Miguel Angel Angel de  San Miguel, Lima, Peru, envió esta imagen con el siguiente texto:

Estimado Dr buen día .

Tengo un paciente con este tipo de deposiciones. Cuál sería la causa del mismo ? Jamás vi unas deposiciones así, es gelatinoso transparente, tiene características de maicena preparada !!

 



 



 Dr.  Miguel Angel Angel

San Miguel, Lima, Peru.



Opinión: Si bien observar el aspecto de las heces es muy importante, sobre todo cuando el paciente consulta no ya solo por diarrea sino por cualquier sintomatología relacionada con el aparato digestivo y nunca habría que prescindir de esta práctica a veces olvidada por muchos médicos, observar solamente una muestra de materia fecal descontextualizada de la historia clínica no suele dar demasiado rédito diagnóstico. Saber la edad y el sexo del paciente, motivo de consulta, tiempo de evolución de la enfermedad, hábitos alimenticios, lugar de residencia, síntomas sistémicos, síndrome de repercusión general, conductas sexuales, saber si tiene o no diarrea, y cuántas deposiciones diarias presenta, así como el volumen de las mismas, si va acompañado o no de síntomas rectales como pujos, tenesmo, entre otras cosas.

Lo que puede observarse en la imagen es abundante cantidad de moco, lo cual no es patognomónico  de una entidad determinada, aunque sabemos que puede verse en patologías infecciosas como disenterías, inflamatorias como en las enfermedades inflamatorias del colon, colopatía o diarrea por antibióticos, en enfermedades neoplásicas benignas como adenoma velloso, o malignas como cáncer de colon variedades mucosecretantes. Una de las causas más frecuentes de la presencia de abundante moco en heces es el colon irritable, antiguamente llamado colopatía mucomembranosa.

miércoles, 12 de febrero de 2025

Casos Clínicos: Varón de 30 años con obesidad y rash cutáneo en su regreso del Sudeste Asiático

 

Un colega de EEUU envía estas imágenes con el siguiente texto:







TRADUCCIÓN

Paciente obeso de 30 años con AMAB que regresa de un viaje al sudeste asiático (Vietnam, Taiwán) y presenta la erupción diseminada que se muestra. Niega cualquier contacto íntimo o con la piel, no tocó ningún animal. Originalmente pensó que era una reacción a su mochila, ya que las lesiones primarias estaban debajo de la correa abdominal de dicha mochila / en la correa del cuello de su bolso. Algunas lesiones previamente pruriginosas, pero en general no pican. No hay síntomas generalizados. Las lesiones aparecen principalmente en el torso, afectando ambas axilas, pliegue inguinal, en el abdomen, el cuello, detrás de las orejas, posiblemente progresando hacia la cabeza / cara. Antecedentes: cirugía de bypass hace aproximadamente 10 años.

¿Más pruebas? ¿Diagrama? ¿Tratamiento?

 

30 y/o obese AMAB patient returning from a trip to SE Asia (Vietnam, Taiwan) presenting with the displayed disseminated rash. Denies any skin or intimate contact, did not touch any animals. Pat originally thought it was a reaction to his backpack, as the primary lesions were under the belly strap of said backpack/on the neck strap of his bag. Some lesions previously pruritic, but overall not itchy. No generalized symptoms. Lesions appear mostly on the torso, affected both armpits, inguinal fold, on the abdomen, the neck, behind the ears, possibly progressing onto the head/face. Hx: Bypass-Surgery approx 10 years ago.

 

Further testing? Dx? Tx?

 

 

 

Opinión: No sabemos el tiempo de evolución ni tampoco el significado de las siglas AMAB.

(Una colega cubana me envió este comentario para aclarar las siglas: "Dr. Macaluso AMAB significant assigned male at birth(. Es un término que a veces usamos aqui para mencionar el género del paciente. Le preguntaría al colega si el paciente es homosexual o gender neutral"))

Las lesiones que se muestran un patrón maculopapular, con compromiso predominante en tronco. Las lesiones, de diferentes tamaños y formas, presentan una coloración rosada, y algunas son descamativas. El rash parece haber comenzado en forma localizada, cercana a la correa de la mochila a nivel del cuello o del abdomen. No sabemos qué características tuvieron las o la lesión original, o si pudo o no tratarse de la placa heráldica descripta en la PITIRIASIS ROSADA DE GIBERT, que de hecho es un diagnóstico a considerar. Hay otros dos  diagnósticos a tener en cuenta a pesar de la ausencia de síntomas sistémicos y de la aparente epidemiología negativa referida por el paciente, que son el SECUNDARISMO SIFILÍTICO, que puede presentar lesiones de aspecto similares a las de este paciente, y el SÍNDROME RETROVIRAL AGUDO POR HIV. Otros diagnósticos que se puede plantear en la lista de diferenciales son la TIÑA CORPORIS, la TIÑA VERSICOLOR, y menos probablemente la PITIRIASIS LIQUENOIDE CRÓNICA. Hay que interrogar sobre uso crónico de medicamentos, ya que hay algunos como omeprazol, naproxeno, terbinafina, captopril e isotretinoina, así como la aplicación de la vacuna contra la enfermedad por coronavirus (COVID-19), pueden producir lesiones similares a la pitiriasis rosada.

Solicitaría serología para HIV y sífilis, y llevaría a cabo la prueba de OHK para detectar hifas de dermatofitos eligiendo para el raspado alguna lesión bien demostrativa sobre todo las eritematoescamosas

El tratamiento creo que no habiendo un prurito importante debe ser sintomático mientras se espera el resultado de los estudios diagnósticos. Hay que tener en cuenta que la pitiriasis rosada es un proceso benigno y autolimitado aunque puede durar hasta 2 meses o a veces más tiempo, y si bien se lo relaciona con una causa viral (virus del herpes humano 7 (HHV-7)), la terapia antiviral no se usa rutinariamente en este proceso.

 

 

 

 

We do not know the time of evolution nor the meaning of the acronym AMAB.

The lesions show a maculopapular pattern, with predominant involvement of the trunk. The lesions, of different sizes and shapes, have a pink color, and some are scaly. The rash seems to have started in a localized form, close to the backpack strap at the level of the neck or abdomen. We do not know what characteristics the original lesion had, or whether or not it could have been the heraldic plaque described in PITYRIASIS ROSEA, which is in fact a diagnosis to consider. There are two diagnoses to consider despite the absence of systemic symptoms and the apparent negative epidemiology reported by the patient: SECONDARY SYPHILITIC DISEASE, which may present lesions with an appearance similar to those of this patient, and ACUTE RETROVIRAL SYNDROME DUE TO HIV. Other diagnoses to consider in the differential list are TINEA CORPORIS, TINEA VERSICOLOR, and less likely PITYRIASIS LICHENOIDES CHRONICA. It is necessary to ask about chronic use of medications, since there are some such as omeprazole, naproxen, terbinafine, captopril and isotretinoin, as well as the application of the vaccine against coronavirus disease (COVID-19), which can produce lesions similar to pityriasis rosea.

I would request serology for HIV and syphilis, and carry out the OHK test to detect dermatophyte hyphae, choosing for the scraping some very demonstrative lesions, especially erythematous scaly ones.

I think that the treatment, in the absence of significant itching, should be symptomatic while waiting for the results of the diagnostic studies. It should be noted that pityriasis rosea is a benign and self-limiting process although it can last up to 2 months or sometimes longer, and although it is related to a viral cause (human herpes virus 7 (HHV-7)), antiviral therapy is not routinely used in this process.

martes, 11 de febrero de 2025

Varón de 21 años con pérdida de consciencia y caída.

Un hombre de 21 años con enfermedad de células falciformes fue evaluado en el departamento de emergencias de este hospital después de perder el conocimiento y sufrir una caída.

El paciente se encontraba en su estado habitual de salud hasta la semana anterior a la presentación actual, cuando comenzó a presentar molestias y dolor en el pecho, espalda, brazos y piernas, síntomas que atribuyó a la enfermedad de células falciformes y recibió infusiones de hidromorfona de forma ambulatoria 4 y 3 días antes de esta evaluación.

El día de la presentación actual, el paciente usó oxicodona oral y oxígeno suplementario para el dolor de pecho. Por la noche, su familia estaba abajo en su casa cuando oyeron un golpe sordo en el piso de arriba; encontraron al paciente tendido en el suelo de su dormitorio. No había evidencia de temblores en las extremidades ni incontinencia. El paciente se despertó en respuesta a la voz, pero se describió como confundido durante aproximadamente 1 minuto antes de regresar a su estado mental basal. Recordó haber tomado una siesta y luego sentirse mareado al despertar. Lo último que recordó fue tratar de caminar por su habitación. Se activaron los servicios médicos de emergencia; el nivel de glucosa en sangre por punción en el dedo era normal y la puntuación en la Escala de Coma de Glasgow era 15 (en una escala de 3 a 15, con puntuaciones más bajas indicando mayor alteración de la conciencia). Se aplicó un collarín cervical y el paciente fue trasladado al departamento de emergencias de este hospital.

En el servicio de urgencias, se realizó una revisión de los sistemas en la que se observó dolor de cabeza y cara en el lado derecho debido a la caída, así como dolor agudo crónico que afectaba el pecho, la espalda, la cadera y la pierna derechas, similar al dolor anterior relacionado con la anemia falciforme que presentaba el paciente. No refirió fiebre, náuseas, vómitos, cambios en los hábitos intestinales, disnea, sarpullido, debilidad ni entumecimiento.

El historial médico del paciente incluía enfermedad de células falciformes homocigótica complicada con eventos vasooclusivos, embolia pulmonar y trombos en la vena cava inferior, oclusión de la arteria retiniana (después de lo cual se iniciaron transfusiones de sangre seriadas para la profilaxis secundaria del accidente cerebrovascular), nefropatía de células falciformes, necrosis avascular de la cadera, colelitiasis, sobrecarga de hierro y secuestro esplénico que resultó en esplenectomía. También tenía antecedentes de asma persistente leve y pólipos nasales. Los medicamentos incluían apixabán, deferasirox, amoxicilina, gabapentina, cetirizina, montelukast y famotidina; oxicodona según fuera necesario; albuterol inhalado y mometasona-formoterol según fuera necesario; y fluticasona inhalada. Usaba oxígeno suplementario a través de una cánula nasal según fuera necesario y recibía transfusiones de sangre de forma regular. Estaba siguiendo las recomendaciones de vacunación posteriores a la esplenectomía. La ceftriaxona y la metadona le habían causado sarpullido.

La madre del paciente tenía esclerosis múltiple y había sufrido convulsiones de pequeño mal cuando era niña. Varios parientes tenían hipertensión y su abuelo paterno había sufrido un derrame cerebral. Sus hermanos tenían asma y un primo hermano tenía trastorno por déficit de atención e hiperactividad. El paciente trabajaba en el sector sin fines de lucro y vivía con su familia en una zona urbana cerca de Boston. No tenía antecedentes de consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias.

En el examen, la temperatura temporal era de 36,9 °C, la frecuencia cardíaca de 123 latidos por minuto, la presión arterial de 149/95 mm Hg, la frecuencia respiratoria de 18 respiraciones por minuto y la saturación de oxígeno del 97% mientras el paciente respiraba aire ambiente. Se observó una abrasión en el lado derecho de la frente e hinchazón de la mejilla derecha. No tenía cortes ni sangrado en la boca. Las escleróticas parecían algo ictéricas. El corazón estaba taquicárdico con un soplo mesosistólico en la base. Había una cicatriz quirúrgica bien curada en el lado izquierdo del abdomen superior. El examen neurológico mostró debilidad del brazo derecho que se informó que era crónica; el resto del examen neurológico fue normal.

Los resultados de las pruebas de laboratorio se muestran en la Tabla 1. La prueba de ácido nucleico para el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo fue negativa. Un electrocardiograma mostró taquicardia sinusal. La radiografía de tórax no mostró anomalías. Se administró solución salina normal intravenosa e hidromorfona.

 


Tabla 1. Datos de laboratorio.

 Seis horas después de la presentación, el segundo día de hospitalización, se observó que el paciente tenía un inicio abrupto de temblores en los brazos y las piernas con flexión de los brazos. Los ojos estaban desviados hacia arriba. El evento duró aproximadamente 2 minutos y se detuvo por sí solo; se administró lorazepam intravenoso 7 minutos después de la convulsión. El paciente estaba somnoliento, pero su condición no había cambiado desde el examen anterior. Los resultados de las pruebas de laboratorio se muestran en la Tabla 1. Las pruebas toxicológicas de orina fueron negativas, excepto por la detección de oxicodona. Se obtuvieron hemocultivos.

Aproximadamente 7 horas después del episodio de temblores presenciado, se realizó una resonancia magnética (RM) de la cabeza y una angiografía por resonancia magnética de la cabeza. La RM reveló regiones de hiperintensidad de señal cortical y subcortical en la imagen FLAIR (inversión de recuperación atenuada por líquido) ponderada en T2, hallazgos que fueron consistentes con edema vasogénico ( Figura 1A, 1B y 1C ). La hiperintensidad se observó predominantemente en la porción posterior del parénquima supratentorial e involucró los lóbulos frontal, parietal, occipital y temporal posteriores bilaterales; la región lenticulocapsular izquierda y el hemisferio cerebeloso derecho también mostraron hiperintensidad en la imagen FLAIR, con un efecto de masa localizado leve en general. La imagen ponderada por difusión ( Figura 1D ) no mostró difusión restringida. Las imágenes ponderadas en T1, realizadas después de la administración intravenosa de material de contraste ( Figura 1E ), revelaron regiones de realce irregular que correspondían a algunos de los sitios de hiperintensidad en las imágenes FLAIR que eran compatibles con edema vasogénico; estos hallazgos sugirieron una ruptura de la barrera hematoencefálica. Los senos venosos durales parecían permeables.

 


Figura 1. Resonancia magnética inicial de la cabeza.

Se realizó una resonancia magnética de la cabeza en el momento de la presentación. Una secuencia FLAIR (fluid-attenuated inversion recovery) ponderada en T2 (paneles A a C) muestra regiones de señal hiperintensa cortical y subcortical que afectan predominantemente la porción posterior del parénquima supratentorial, hallazgos que son consistentes con edema vasogénico con el consiguiente efecto de masa localizado leve. Una imagen ponderada por difusión (panel D) no muestra difusión restringida. Una imagen ponderada en T1, obtenida después de la administración de material de contraste (panel E), muestra regiones de realce irregular que corresponden a algunos de los sitios de hiperintensidad en las imágenes FLAIR que sugerían edema vasogénico (flechas). En una imagen ponderada por susceptibilidad (panel F), se ven numerosos focos puntiformes sutiles de efecto de susceptibilidad hipointensa en todo el parénquima cerebral, tanto dentro como fuera de las regiones de señal hiperintensa anormal en las imágenes FLAIR (flechas). Los focos de efecto de susceptibilidad fuera de las regiones de anomalías de la señal en las imágenes FLAIR suelen ser compatibles con microhemorragias crónicas no específicas, mientras que aquellos dentro de las regiones de intensidad de señal anormal en las imágenes FLAIR podrían reflejar una hemorragia petequial aguda o sitios adicionales de microhemorragia crónica.

Las imágenes ponderadas por susceptibilidad ( Figura 1F ) revelaron numerosos focos puntiformes de efecto de susceptibilidad paramagnética hipointensa en todo el parénquima cerebral que eran compatibles con microhemorragias no específicas; estos focos estaban presentes tanto dentro como fuera de las regiones de señal hiperintensa anormal en las imágenes FLAIR. Los focos de efecto de susceptibilidad fuera de las regiones de anomalías de señal en las imágenes FLAIR suelen ser compatibles con microhemorragias crónicas no específicas, mientras que los que se encuentran dentro de las regiones de intensidad de señal anormal en las imágenes FLAIR podrían reflejar hemorragia petequial aguda o sitios adicionales de microhemorragia crónica. La angiografía por resonancia magnética no mostró anomalías.

Se hizo un diagnóstico y se tomaron decisiones de tratamiento.

 

Diagnóstico diferencial

Este paciente es un hombre de 21 años con anemia falciforme y una historia de una semana de síntomas similares a los eventos vasooclusivos que típicamente presentaba. Se presentó en el departamento de emergencias después de tener una sensación de mareo seguida de pérdida de conciencia y una caída (durante la cual podemos inferir que se golpeó la cabeza) cuando intentó caminar por una habitación. En los casos de pérdida de conciencia, hay dos prioridades: el diagnóstico y el tratamiento de la causa de la pérdida de conciencia y el diagnóstico y el tratamiento de cualquier lesión resultante de la pérdida de conciencia.

 

Pérdida de conciencia

La presentación de este paciente tiene características que son compatibles tanto con el síncope como con la convulsión. La asociación de la pérdida de conciencia con un cambio de posición (ponerse de pie para caminar a través de una habitación) es sugestiva de un síncope resultante de una hipotensión ortostática, pero no es suficiente para descartar una convulsión u otras causas de síncope. El paciente tuvo un período de confusión después de recuperar la conciencia, lo que podría indicar un estado postictal; sin embargo, también puede ocurrir una duración muy corta de confusión (aproximadamente 1 minuto en este caso) después del síncope. Aunque no tenía mordedura lateral de la lengua ni incontinencia, que se asocian más específicamente con la convulsión que con el síncope, la ausencia de estos hallazgos no es lo suficientemente sensible para descartar la convulsión.

El diagnóstico diferencial del pródromo de mareo del paciente es amplio, dado que el término “mareo” se utiliza para describir una serie de síntomas que incluyen aturdimiento, vértigo y desequilibrio. El aturdimiento puede sugerir una disminución de la perfusión del sistema nervioso central causada por procesos globales o focales como ortostasis, aumento del tono vagal, fenómenos tromboembólicos, disritmia, pérdida de sangre u otros desencadenantes. El vértigo y el desequilibrio pueden sugerir trastornos que afectan la circulación posterior del sistema nervioso central como accidente isquémico transitorio, accidente cerebrovascular isquémico o hemorrágico, trombosis de senos venosos cerebrales, una lesión ocupante de espacio, un proceso infeccioso o inflamatorio (p. ej., meningitis o encefalitis) o un fenómeno vascular como el síndrome de encefalopatía posterior reversible (PRES) o el síndrome de vasoconstricción cerebral reversible (RCVS).

 

Lesión traumática

El paciente sufrió una caída asociada con pérdida de conciencia, que le provocó dolor de cabeza y traumatismo craneoencefálico cerrado. El uso de terapia anticoagulante oral en este paciente lo coloca en mayor riesgo de hemorragia intracraneal traumática a causa de esta lesión. Por lo tanto, se debe considerar la posibilidad de una hemorragia intracraneal traumática como un posible proceso patológico secundario en este caso. Se prestará especial atención a la evaluación de otras consecuencias traumáticas de la caída.

 

Convulsión

Seis horas después de la presentación, el paciente volvió a perder el conocimiento. Este episodio fue presenciado con suficiente detalle como para diagnosticar una convulsión (actividad tónico-clónica con un período postictal). Aunque este evento aumenta la probabilidad de que el episodio inicial de pérdida de conocimiento también fuera una convulsión, es posible que el episodio inicial fuera de naturaleza sincopal y que este episodio de convulsión involucrara un proceso separado, como una convulsión debido a una hemorragia intracraneal traumática por la caída.

La actividad convulsiva no se asoció con evidencia de mala perfusión global (p. ej., hipotensión sistémica). La falta de dicha evidencia sugiere un proceso neurológico primario (p. ej., hemorragia, isquemia, inflamación o una afección vascular), un trastorno metabólico (p. ej., hiponatremia, hipocalcemia o uremia), un trastorno hematológico (p. ej., púrpura trombocitopénica trombótica o coagulación intravascular diseminada [CID]) o una afección mediada por toxinas.

El síndrome de embolia grasa suele asociarse a lesiones traumáticas y procedimientos ortopédicos. Sin embargo, también es una posible complicación de la enfermedad de células falciformes que puede provocar convulsiones. Los pacientes con síndrome de embolia grasa pueden presentar hallazgos neurológicos, como convulsiones causadas por émbolos grasos del hueso que ingresan al sistema nervioso central a través de derivaciones pulmonares e intracardíacas. Sin embargo, la mayoría de los émbolos grasos suelen terminar en la circulación pulmonar y causar síntomas respiratorios clínicamente significativos que preceden o coinciden con los síntomas neurológicos. Dichos síntomas respiratorios no son consistentes con la presentación de este paciente. 1-3 Además, este paciente no tenía petequias que se asocian comúnmente con el síndrome de embolia grasa cuando aparecen en una distribución no relacionada con la gravedad.

 

Pruebas de laboratorio

Los hallazgos iniciales de laboratorio del paciente, que incluyen niveles normales de glucosa, sodio y nitrógeno ureico en sangre, no son indicativos de alteración metabólica. Los hallazgos hematológicos (que incluyen anemia moderada y presencia de células falciformes, cuerpos de Howell-Jolly, células diana y células de Burr) son compatibles con la enfermedad de células falciformes después de una esplenectomía, sin evidencia de crisis aplásica. El recuento de plaquetas fue normal y no se detectaron esquistocitos ni células inmaduras en el frotis de sangre periférica, hallazgos que hacen que los procesos hematológicos como la púrpura trombocitopénica trombótica, la CID, un cáncer hematológico y el síndrome de hiperhemólisis (una afección caracterizada por hemólisis después de una transfusión de sangre) sean poco probables en este paciente. Su examen toxicológico de orina negativo combinado con la ausencia de exposiciones conocidas o un toxidromo en el examen hacen que los trastornos mediados por toxinas sean poco probables.

En base al segundo conjunto de muestras de sangre, que se obtuvo poco después de que el paciente hubiera tenido la convulsión presenciada, el nivel de creatina quinasa estaba moderadamente elevado y el nivel de lactato estaba marcadamente elevado, hallazgos que en conjunto son consistentes con la actividad convulsiva. Un nivel elevado de creatina quinasa también puede ocurrir en asociación con procesos que causan degradación muscular, incluyendo miositis (p. ej., infecciosa o autoinmune) y rabdomiólisis (p. ej., causada por ejercicio o medicamentos), pero la historia de este paciente no es sugerente de estos procesos. La presencia de niveles de lactato mayores de 10 mmol por litro en pacientes con función hepática normal y sin evidencia de procesos isquémicos (p. ej., isquemia mesentérica o extremidad isquémica) o enfermedad crítica manifiesta es poco común, aunque tales niveles pueden observarse con efectos tóxicos causados ​​por metformina 4 ; sin embargo, este paciente no recibió tratamiento con metformina.

El nivel de dímero D estaba marcadamente elevado, a un nivel superior al límite superior de detección del ensayo. La enfermedad de células falciformes se asocia con niveles elevados de dímero D al inicio, y estos niveles pueden aumentar durante episodios vasooclusivos. 5 El nivel marcadamente alto de este paciente sugiere la posibilidad de una actividad vasooclusiva clínicamente significativa o un proceso adicional como una trombosis aguda. Aunque el paciente estaba tomando terapia anticoagulante, el fracaso del tratamiento ocurre en aproximadamente el 2% de los pacientes que reciben anticoagulantes orales directos para la tromboembolia venosa. 6-8 Los niveles marcadamente elevados de dímero D también pueden ocurrir en el contexto de estados inflamatorios difusos como los asociados con cáncer, sepsis, CID o traumatismo; sin embargo, los otros hallazgos de laboratorio y la historia clínica del paciente hacen que estos diagnósticos sean poco probables.

 

Estudios de imagen

La radiografía de tórax del paciente no mostró anormalidades, lo que es consistente con la ausencia de síntomas respiratorios y reduce aún más la probabilidad de síndrome de embolia grasa o síndrome torácico agudo debido a enfermedad de células falciformes. La resonancia magnética de la cabeza no mostró evidencia de hemorragia intracraneal radiológicamente significativa, y las imágenes ponderadas por difusión no mostraron evidencia de difusión restringida, hallazgos que descartan hemorragia, trombosis arterial y un evento embólico agudo. Las imágenes ponderadas por susceptibilidad mostraron focos puntiformes dispersos en un patrón consistente con microhemorragias asociadas con embolia grasa cerebral. En el contexto de hallazgos normales en las imágenes ponderadas por difusión, estos hallazgos de imágenes ponderadas por susceptibilidad sugieren evidencia de embolia grasa cerebral previa, que es poco probable que contribuya a la presentación actual del paciente. Con embolia grasa cerebral aguda, se esperaría un patrón de campo de estrellas en las imágenes ponderadas por difusión. 9,10

La circulación venosa de apariencia normal descarta un diagnóstico de trombosis de senos venosos cerebrales, y la circulación arterial de apariencia normal sin antecedentes de cefalea en trueno hace improbable un diagnóstico de RCVS. Hubo evidencia de edema vasogénico simétrico en los lóbulos frontal, parietal, occipital y temporal y en el cerebelo. Este patrón es consistente con PRES. La ausencia de afectación del sistema límbico disminuye la posibilidad de encefalitis autoinmune, particularmente dada la ausencia de síntomas típicos, incluyendo cambios subagudos de memoria y psiquiátricos. La naturaleza simétrica de estos hallazgos y la ausencia de otras características sugestivas de infección, como la afectación meníngea, disminuye la probabilidad de encefalitis infecciosa o cerebritis, particularmente en ausencia de síntomas infecciosos recientes.

 

Síndrome de encefalopatía posterior reversible

En general, la presentación del paciente es más consistente con PRES. Este síndrome se asocia comúnmente con cambios en la visión, náuseas y vómitos, dolor de cabeza y convulsiones, aunque se han descrito presentaciones como esta sin pródromos típicos. La hipertensión también se observa comúnmente en pacientes con PRES y se ha planteado la hipótesis de que contribuye a la fisiopatología de la enfermedad; sin embargo, también se han descrito casos sin hipertensión. Los factores de riesgo para PRES incluyen embarazo, ciertos medicamentos (p. ej., quimioterapia o terapia inmunosupresora) y estados de enfermedad crónica que incluyen autoinmunidad, disfunción renal y enfermedad de células falciformes 11 ; este paciente tiene enfermedad de células falciformes y disfunción renal.

Los hallazgos de laboratorio del paciente son consistentes con un evento vasooclusivo asociado con la enfermedad de células falciformes y un estado postictal. La enfermedad de células falciformes está asociada con la disfunción endotelial (cuyos efectos en cascada resultan en la elevación de los niveles de dímero D ), y la disfunción endotelial es otro mecanismo fisiopatológico hipotético del PRES. Estos hallazgos de laboratorio, combinados con los hallazgos de la resonancia magnética, indican que el PRES es el diagnóstico más probable que explicaría la presentación del paciente.

 

Impresión clínica

En este paciente con anemia falciforme subyacente complicada por dos episodios previos de oclusión de la arteria retiniana, el riesgo de complicaciones neurológicas recurrentes es alto. Las oclusiones de la arteria retiniana se tratan de la misma manera que el accidente cerebrovascular, y el 24% de los pacientes con anemia falciforme sufrirán al menos un accidente cerebrovascular antes de la cuarta década de vida. 12

Sin embargo, un fuerte imitador del accidente cerebrovascular en pacientes con enfermedad de células falciformes es el PRES. Aunque el riesgo de PRES es menor que el de accidente cerebrovascular en pacientes con enfermedad de células falciformes, el diagnóstico de PRES puede pasarse por alto si no se considera temprano. 13 Otra consideración es la epilepsia, que es dos a tres veces más común en pacientes con enfermedad de células falciformes que en aquellos sin la enfermedad 14 ; la madre del paciente también tenía antecedentes de epilepsia. Consideramos si la convulsión que ocurrió en el hospital podría ser la primera manifestación de un trastorno convulsivo subyacente en este paciente. Finalmente, los pacientes con enfermedad de células falciformes tienen un mayor riesgo de síndrome de embolia grasa. 13 Aunque esta rara condición a menudo se asocia con fracturas de huesos largos, puede manifestarse en pacientes con enfermedad de células falciformes durante momentos de eventos vaso-oclusivos severos y dolorosos como resultado de un infarto de la médula ósea o del hueso mismo. En la población general, el manejo del síndrome de embolia grasa se limita a cuidados de apoyo, mientras que en pacientes con enfermedad de células falciformes, se recomienda un intercambio urgente de glóbulos rojos. 2

De hecho, la Sociedad Americana de Hematología sugiere que los pacientes con enfermedad de células falciformes que presentan síntomas neurológicos focales deben recibir un intercambio de glóbulos rojos de inmediato como intervención primaria. 15 Es importante enfatizar que esta guía no requiere la identificación de una causa para los síntomas neurológicos antes del inicio del intercambio de glóbulos rojos. Faltan datos claros para apoyar el uso del intercambio de glóbulos rojos para tratar las convulsiones únicamente, pero dado el alto nivel de preocupación sobre un infarto subyacente como el impulsor de una nueva convulsión en este paciente, el intercambio de glóbulos rojos debe considerarse seriamente como una intervención inicial. 16,17 Poco después de la presentación actual, el paciente recibió un intercambio de glóbulos rojos, que redujo con éxito su nivel de hemoglobina S al 5,9%, muy por debajo del umbral de hemoglobina S del 30% que el intercambio de glóbulos rojos pretende lograr.

Diagnóstico clínico presuntivo

Síndrome de encefalopatía posterior reversible en el contexto de crisis vasooclusiva de células falciformes y embolia grasa cerebral previa.

 

 

Discusión sobre la gestión de emergencias

Las convulsiones son una ocurrencia común, que afecta hasta al 10% de la población general y representa el 2% de las visitas al departamento de emergencias. 18,19 En este paciente de 21 años que presenta una convulsión por primera vez y tiene antecedentes conocidos de enfermedad de células falciformes y eventos arteriales y vasooclusivos previos mientras recibía terapia anticoagulante, se debe considerar seriamente la posibilidad de un accidente cerebrovascular (tanto del subtipo isquémico como del hemorrágico). Las convulsiones ocurren comúnmente poco después del accidente cerebrovascular; un estudio mostró que el 4% de los pacientes tuvieron convulsiones dentro de los 14 días posteriores al accidente cerebrovascular. 20 En adultos, las convulsiones como signo de presentación al inicio del accidente cerebrovascular son relativamente raras; se asocian con accidentes cerebrovasculares grandes y graves 21 y son una contraindicación para la terapia trombolítica. 22 Sin embargo, en los niños, las convulsiones como signo de presentación del accidente cerebrovascular son mucho más comunes y ocurren en el 22% de los niños con accidente cerebrovascular. 23

El tratamiento agudo de las convulsiones en el servicio de urgencias se centra en el control de las vías respiratorias y el cese de las convulsiones. La decisión de iniciar o no un medicamento anticonvulsivo después de una primera convulsión depende de múltiples factores, entre ellos la causa de la convulsión, la estabilidad clínica del paciente y el riesgo de convulsiones recurrentes. Un estudio demostró que el número de episodios de convulsiones en la presentación, la presencia de un trastorno neurológico subyacente (p. ej., una anomalía estructural en la neuroimagen) o los hallazgos anormales en la electroencefalografía podrían utilizarse para predecir el riesgo de convulsiones futuras y, por lo tanto, podrían guiar la decisión de iniciar o no un medicamento anticonvulsivo después de una primera convulsión en un paciente que se presenta al servicio de urgencias. 24 La elección del medicamento anticonvulsivo se basa en la vía de administración, las interacciones farmacológicas y si el paciente tiene efectos secundarios inaceptables. Dados los múltiples episodios de convulsiones de este paciente en la presentación y las anomalías observadas en la resonancia magnética, se inició levetiracetam en paralelo con el intercambio de glóbulos rojos en curso.

 

Diagnóstico por imágenes

El tercer día de internación, se realizó una tomografía computarizada de la pelvis debido a un dolor en la cadera. Se detectaron fracturas subcapitales en ambos fémures y una fractura acetabular desplazada conminuta en el lado derecho con un hematoma adyacente.

La resonancia magnética de la cabeza que se realizó 6 semanas después de la presentación actual mostró una resolución completa tanto del edema vasogénico que se había visto en las imágenes FLAIR iniciales como del realce anormal asociado ( Figura 2A, 2B y 2C ), sin gliosis ni encefalomalacia focal. En efecto, hubo una reversión de las anomalías de señal observadas previamente que eran consistentes con PRES ( Figura 2D ). Las imágenes ponderadas por susceptibilidad mostraron focos persistentes, difusamente dispersos y puntiformes de efecto de susceptibilidad hipointensa en todo el parénquima cerebral que eran consistentes con microhemorragias crónicas ( Figura 2E y 2F ). Debido a que muchos de estos focos de susceptibilidad se vieron en la resonancia magnética de la cabeza en la presentación sin focos asociados de difusión restringida en las imágenes ponderadas por difusión, se postula que las microhemorragias crónicas pueden reflejar en parte las consecuencias crónicas de émbolos grasos más remotos.

 


Figura 2. Resonancia magnética de cabeza de seguimiento.

Se realizó una resonancia magnética de la cabeza 6 semanas después de la presentación actual. Una secuencia FLAIR ponderada en T2 (paneles A a C) muestra la resolución de las regiones previamente observadas de edema vasogénico. Una imagen ponderada en T1, obtenida después de la administración de material de contraste (panel D), muestra la resolución del realce anormal previo. En las imágenes ponderadas por susceptibilidad de proyección de intensidad mínima (paneles E y F), se observan focos persistentes dispersos de efecto de susceptibilidad hipointensa en todo el parénquima cerebral (flechas); estos focos son consistentes con sitios de microhemorragia crónica.

 

Seguimiento

Dado el historial de oclusión de la arteria retiniana del paciente, había estado recibiendo terapia de transfusión seriada como profilaxis contra un accidente cerebrovascular secundario. Debido a las fracturas de cadera que sufrió después de su caída en casa, y a pesar de someterse a una cirugía ortopédica correctiva durante este ingreso, el paciente vivió con un dolor intenso continuo con movilidad limitada, lo que le dificultó viajar hacia y desde la clínica donde estaba recibiendo terapia de transfusión. Por lo tanto, se interrumpió la terapia de transfusión y se inició el tratamiento con hidroxiurea. Posteriormente, el paciente tuvo dos ingresos adicionales relacionados con la sospecha de osteomielitis por sus fracturas de cadera y luego tres ingresos adicionales por episodios de convulsiones que ocurrieron como episodios separados de estado epiléptico 9 meses después de la presentación actual. Un escrutinio cuidadoso de los resultados de sus estudios de imágenes seriados a lo largo de estos ingresos ha revelado la acumulación de innumerables infartos cerebrales silenciosos, que pueden ser el resultado del síndrome de embolia grasa o podrían ser las secuelas de la enfermedad de células falciformes progresiva; No está claro el papel que estos infartos pueden haber desempeñado en sus recaídas. Actualmente recibe terapia de transfusión seriada a pesar de su movilidad limitada, y la clínica ayuda a financiar su transporte mensual.

Diagnóstico final

Síndrome de encefalopatía posterior reversible debido a enfermedad de células falciformes.




Traducción de:

“A 21-Year-Old Man with Loss of Consciousness and a Fall”

Authors: Eric F. Shappell, M.D., Brooks P. Applewhite, M.D., Sharl S. Azar, M.D., and David J. Lin, M.D.Author Info & Affiliations

Published January 15, 2025

N Engl J Med 2025;392:268-276

VOL. 392 NO. 3

https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMcpc2412511

 

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