sábado, 16 de mayo de 2020

VARÓN DE 27 AÑOS CON DIARREA, FATIGA Y EOSINOFILIA...



Un hombre de 27 años ingresó en este hospital debido a diarrea, fatiga y eosinofilia.
El paciente había tenido buena salud hasta 2 semanas antes del ingreso, cuando se desarrolló fatiga. Once días antes de la presentación, se había mudado a los Estados Unidos desde Indonesia. Después de su llegada, tuvo episodios de “hinchazón e inflamación” intestinal con deposiciones blandas pero no hemáticas, sin fiebre, escalofríos, vómitos, calambres o dolor abdominal. Una semana después, la diarrea persistió y su tolerancia al ejercicio disminuyó drásticamente. El día antes de la admisión, fue visto en su centro de salud local. Las pruebas incluyeron un recuento sanguíneo completo (Tabla 1) y un examen de heces.






TABLA 1
Datos de laboratorio.


Fue derivado a este hospital para su admisión.
El paciente informó una pérdida de peso de aproximadamente 4.5 kg en las últimas semanas, sin disnea, sudores nocturnos, fiebre, escalofríos, erupción cutánea, artritis, tos, prurito, intolerancia al alcohol o hipersensibilidad a las picaduras de insectos. Dos años antes, el paciente había presentado diarrea intermitente, calambres abdominales, tenesmo, náuseas y pérdida de peso (9 kg). En ese momento se había encontrado  sangre microscópica en las heces, y un diagnóstico de colitis ulcerosa había sido confirmado por colonoscopia y biopsia. Los síntomas habían respondido al tratamiento con mesalamina. Los recuentos sanguíneos completos al momento del diagnóstico y 7 meses antes de esta admisión habían sido normales. En su ingreso a este hospital, los medicamentos del paciente incluían mesalamina (1,2 g diarios) y acetaminofén, según sea necesario para el dolor de cabeza. No tenía alergias conocidas. Había nacido en India y había vivido en Indonesia y Australia durante los últimos 25 años. Había viajado a una zona rural en la India en el mes anterior. Estaba casado,  era monógamo con su esposa y no tenía hijos. Se había mudado a los Estados Unidos para asistir a la escuela de posgrado. Era vegetariano, bebía alcohol con poca frecuencia, tenía antecedentes remotos de fumar poco y no usaba drogas ilícitas. Sus padres y su hermano estaban sanos. No había antecedentes familiares de cáncer o enfermedad autoinmune.
En el examen del paciente, los signos vitales eran normales. La punta del bazo era palpable y se observó una erupción papular eritematosa en la región anterior del tórax.  El resto del examen era normal. Los niveles sanguíneos de creatinina, magnesio, bilirrubina total y directa, amilasa, lipasa, ácido úrico, fibrinógeno, creatina quinasa, vitamina B12 y triptasa fueron normales, al igual que el tiempo de tromboplastina parcial activada y los resultados de las pruebas con dímero D; la prueba de anticuerpos totales contra el virus de la hepatitis A fue positiva; y las pruebas de IgM del virus de la hepatitis A, los anticuerpos contra el virus de la hepatitis C, el antígeno de superficie del virus de la hepatitis B y los anticuerpos de superficie del virus de la hepatitis B fueron negativos. Otros resultados de la prueba se muestran en la Tabla 1. El análisis de orina fue normal y una radiografía de tórax fue normal.
La tomografía computarizada (TC) del abdomen y la pelvis reveló numerosos ganglios linfáticos mesentéricos y retroperitoneales agrandados, tan grandes como 1.4 cm por 2.2 cm por 3.1 cm. La TC del tórax, realizada después de la administración de material de contraste, fue normal. Cuatro días después, la tomografía por emisión de positrones con el uso de 18F-fluorodeoxiglucosa (18F-FDG-PET) reveló una captación intensa de FDG en todo el esqueleto y en un bazo agrandado, con captación baja a moderada en los ganglios linfáticos retroperitoneales y mesentéricos. Se realizó una biopsia central guiada por TC de un ganglio linfático retroperitoneal, y la muestra mostró hiperplasia reactiva con aumento de eosinófilos y células plasmáticas, pero sin evidencia de linfoma en estudios morfológicos o en la citometría de flujo.
Las muestras de heces fueron negativas para la toxina de Clostridium difficile, protozoos, huevos de helmintos y patógenos entéricos. Las pruebas fueron negativas para anticuerpos contra strongyloides, toxocara, trichinella y virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y para ácidos nucleicos de citomegalovirus. Los cultivos de sangre y orina fueron estériles.
Se realizaron procedimientos de diagnóstico.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Este hombre de 27 años de origen indio que recientemente había estado viviendo en Yakarta, Indonesia, y tenía antecedentes de colitis ulcerosa tratada, con diarrea y fatiga. La evaluación de laboratorio reveló leucocitosis con eosinofilia.
El diagnóstico diferencial de la eosinofilia es amplio. Los eosinófilos se derivan de las células progenitoras CD34 + en la médula ósea y se diferencian en respuesta a las citocinas derivadas de las células T, incluidas la interleucina-5, la interleucina-3 y el factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos. Los eosinófilos maduros pueden persistir hasta 24 horas en la circulación antes de migrar a sitios extravasculares, donde pueden sobrevivir durante días1,2. La eosinofilia se define como un recuento absoluto de eosinófilos de más de 500 por milímetro cúbico, y la hipereosinofilia como un recuento absoluto de eosinófilos de más de 1500 por milímetro cúbico.

CAUSAS INFECCIOSAS DE EOSINOFILIA
Las infecciones, incluidas los parásitos invasivos de tejidos, deben considerarse cuidadosamente en personas que viven o viven  en o viajando frecuentemente a países en desarrollo. Infecciones parasitarias asociadas con eosinofilia incluyen strongyloides, equinococo, esquistosoma, toxocara y trichinella.3-7 Otras causas de eosinofilia incluyen infecciones con VIH y virus linfotrópico humano de células T tipo 1. 8,9

CONDICIONES ALÉRGICAS Y REUMATOLÓGICAS
La eosinofilia puede ser una característica de  condiciones alérgicas, incluyendo dermatitis atópica, asma e hipersensibilidad a la medicación.10-14  Afecciones reumatológicas  como la sinovitis eosinofílica idiopática y la vasculitis de Churg-Strauss pueden estar asociadas con eosinofilia.15,16 Otras causas  no malignas incluyen insuficiencia suprarrenal y sarcoidosis. 17,18 Puede ocurrir eosinofilia en sangre periférica en pacientes con colitis ulcerosa, 19,20 pero el grado de hipereosinofilia visto en este caso sería excepcionalmente infrecuente, y además éste paciente tenía una  enfermedad inflamatoria intestinal  controlada con el tratamiento. El paciente estaba tomando mesalamina, que se ha relacionado con la eosinofilia13.

CONDICIONES MALIGNAS
La eosinofilia puede estar asociada con una variedad de afecciones malignas, incluidos tumores sólidos y cánceres hematológicos no mieloides, como los linfomas de células T, linfoma de Hodgkin y  leucemia linfoblástica aguda.21-25  La “variante linfocítica” del síndrome hipereosinofílico es una entidad en la que la eosinofilia es resultado de factores de crecimiento elaborados  por una expansión de clonal, de células T  inmunofenotípicamente aberrantes.26,27  Finalmente, la eosinofilia puede estar asociada con una serie de cánceres mieloides, incluso leucemia mieloide crónica, mastocitosis sistémica y mieloide y neoplasias linfoides y mieloides con anormalidades en los genes que codifican receptores de factores de crecimiento derivados de plaquetas alfa o beta (PDGFRA o PDGFRB) o receptores de factor de crecimiento fibroblástico 1 (FGFR1).
Este paciente se sometió a una evaluación exhaustiva. para causas subyacentes de eosinofilia, investigación microbiológica, incluida la evaluación seriada de heces para huevos y parásitos y strongyloides, los cuales fueron  negativos. No había  poblaciones clonales de células B o células T anormales detectadas a través de citometría de flujo, y la reacción en cadena de polimerasa no detectó reordenamientos  clonales  del gen del receptor de células T. Un reordenamiento BCR-ABL1 no fue detectado. Niveles séricos de triptasa, vitamina B12, factor reumatoide y anticuerpos anti-citoplasmáticos de neutrófilos  (ANCA), estaban dentro de los rangos normales. Las imágenes revelaron linfadenopatías  difusas, pero una muestra de biopsia de ganglio linfático no reveló evidencias de linfoma  u otros tumores malignos
El examen de médula ósea: biopsia y aspiración de las muestras son útiles para establecer o descartar diagnósticos de neoplasias hematológicas con eosinofilia asociada.28 En este caso, una evaluación integral había descartado importantes causas subyacentes de la eosinofilia, y apoyaban un diagnóstico de síndrome hipereosinofílico idiopático  o leucemia eosinofílica crónica.


DIAGNOSTICO CLINICO PRESUNTIVO
SÍNDROME HIPEREOSINOFÍLICO IDIOPÁTICO O LEUCEMIA EOSINOFÍLICA CRÓNICA.



DISCUSIÓN PATOLÓGICA
La revisión del frotis de sangre periférica reveló leucocitosis marcada con predominio de eosinófilos maduros, incluidas formas con tres o cuatro lóbulos nucleares y algunos con granulación dispersa o desigual (Figura 1A).







FIGURA 1
Frotis de sangre periférica y muestras de biopsia de médula ósea y el tracto gastrointestinal.
El frotis de sangre periférica (Panel A) muestra leucocitosis marcada con una preponderancia de eosinófilos maduros. La muestra de biopsia de médula ósea (Panel B) muestra una médula marcadamente hipercelular con una hiperplasia mieloide relativa y un marcado aumento de los precursores de eosinófilos. Los megacariocitos parecen ser morfológicamente normales. El frotis del aspirado de médula ósea (Panel C) muestra un aumento de la relación mieloide-eritroide con maduración completa del linaje mieloide y un mayor número de formas eosinofílicas, incluidas formas frecuentes con tres lóbulos nucleares y granulación citoplasmática desigual. La muestra de biopsia rectal (Panel D) muestra una leve distorsión y acortamiento de la glándula que son consistentes con el historial del paciente de enfermedad inflamatoria intestinal crónica; Hay un aumento en el número de eosinófilos en la lámina propia, pero no hay evidencia de colitis activa o lesión de la cripta. La biopsia gástrica (Panel E) contiene focos de infiltración eosinofílica en la lámina propia pero no gastritis activa.



 La muestra de biopsia de médula ósea era marcadamente hipercelular (95% de células, 5% de grasa), con numerosas formas eosinofílicas maduras e inmaduras (Figura 1B). Los megacariocitos tenían características morfológicas normales. El número de mastocitos no estaba aumentado y no había agregados linfoides ni infiltrados linfoides anormales. El frotis del aspirado de médula ósea reveló una preponderancia de eosinófilos maduros entre elementos mieloides normalmente granulados y una escasez relativa de formas eritroides (Figura 1C). El análisis citogenético convencional de la médula ósea reveló un cariotipo masculino normal con 20 células en metafase.
Las características patológicas de la médula ósea pueden ser útiles para descartar algunas causas subyacentes de hipereosinofilia; en este caso, no hubo evidencia de mastocitosis sistémica o linfoma que afectara la médula ósea. El cariotipo normal y la ausencia de un reordenamiento BCR-ABL1 descartaron la leucemia mielógena crónica, que en raras ocasiones puede manifestarse por una eosinofilia prominente. Si se han descartado clínicamente otras causas subyacentes de eosinofilia, el diagnóstico diferencial patológico principal de eosinofilia se encuentra entre una de las neoplasias mieloides con eosinofilia (tabla 2) y el síndrome hipereosinofílico idiopático.





TABLA 2
Neoplasias mieloproliferativas caracterizadas por eosinofilia.



Las neoplasias mieloides eosinofílicas genéticamente definidas más comunes son aquellas con reordenamientos en PDGFRA (generalmente una fusión FIP1L1-PDGFRA debido a una deleción críptica citogenética de 800 kb en el locus 4q12) .29-31 El número de mastocitos en la médula ósea y los niveles séricos de triptasa generalmente aumentan en las neoplasias con el reordenamiento FIP1L1-PDGFRA32; ninguno de los dos aumentó en este caso, y el análisis de la médula ósea con el uso de hibridación fluorescente in situ no reveló el reordenamiento de FIP1L1-PDGFRA. Los reordenamientos de PDGFRB y FGFR1 también definen neoplasias específicas, 33-40, pero estos reordenamientos se descartaron en este caso por un cariotipo de médula ósea normal.
La leucemia eosinofílica crónica, no especificada de otra manera, abarca neoplasias eosinofílicas clonales que no tienen reordenamientos en PDGFRA, PDGFRB, FGFR1 y BCR-ABL1. La clonalidad puede demostrarse mostrando cualquier otra anormalidad citogenética o puede inferirse por la presencia de un mayor porcentaje de blastos o displasia morfológica manifiesta de elementos eritroides, mieloides o megacariocíticos maduros28,41. Es importante notar que las anormalidades morfológicas en los eosinófilos , como la hipogranulación y la hiperlobación nuclear o hipologación, se ven con frecuencia en las eosinofilias reactivas y no deben considerarse como prueba de clonalidad. El síndrome hipereosinofílico caracteriza los estados hipereosinofílicos en los que no se detectan las causas subyacentes a pesar de una evaluación exhaustiva, existe una lesión orgánica relacionada con la hipereosinofilia y no hay evidencia de clonalidad26,28,42. En este caso, no se identificó ninguna causa subyacente de la eosinofilia. después de una evaluación clínica exhaustiva, pero tampoco hubo pruebas de una proliferación mieloide clonal, lo que condujo a un diagnóstico de síndrome hipereosinofílico idiopático.


MANEJO DEL SÍNDROME HIPEREOSINOFÍLICO
Los pacientes en estados hipereosinofílicos pueden presentar signos y síntomas variados, que incluyen fatiga, tos, disnea, angioedema, erupción cutánea, fiebre y rinitis.26,28,42 El grado de leucocitosis varía, con eosinofilia absoluta que varía de 1500 a 400,000 eosinófilos por milímetro cúbico. Hasta hace poco, los resultados en  pacientes con síndromes hipereosinofílicos eran muy pobres, con una mediana de supervivencia reportada de 9 meses y una supervivencia a 3 años de menos del 15%. Las secuelas cardíacas representaban la mayoría de las muertes42,43. Con una mejor atención de apoyo, enfoques de tratamiento más agresivos y el desarrollo de nuevas terapias, se han informado tasas mejoradas de supervivencia a 5 años (igual o mayores de 80%), aunque una supervivencia a más largo plazo disminuye con el tiempo, posiblemente debido a los efectos del daño eosinofílico en los órganos terminales.26,44 Ciertos factores pronósticos están asociados con malos resultados, incluido el sexo masculino, un recuento de glóbulos blancos de más de 100,000 por milímetro cúbico, blastos en la circulación periférica, refractariedad a los glucocorticoides y lesión cardíaca26.
La opción terapéutica inicial convencional para los pacientes con síndrome hipereosinofílico son los glucocorticoides, que en la mayoría de los casos dan como resultado el control de la hipereosinofilia.26,44,45 Si las respuestas a los glucocorticoides son subóptimas, se puede usar hidroxiurea26,44,46; alternativamente, la administración de vincristina puede producir disminuciones rápidas en la eosinofilia.47 Se ha demostrado que el imatinib produce respuestas rápidas y clínicamente significativas en pacientes con neoplasias eosinofílicas y reordenamientos de PDGFRA o PDGFRB34,48 y también es efectivo en un subconjunto más pequeño de pacientes con enfermedades crónicas. la leucemia eosinofílica o el síndrome hipereosinofílico sin estos reordenamientos.49 También se han estudiado otros inhibidores de la tirosina quinasa, como dasatinib, con una sugerencia de actividad terapéutica en un subgrupo de pacientes.50 El interferón alfa se puede usar como un agente único o en combinación con glucocorticoides o hidroxiurea para producir remisiones.51,52 Los eosinófilos expresan CD52, y el anticuerpo monoclonal anti-CD52 alemtuzumab parece tener eficacia en pacientes cuya enfermedad ha sido refractaria a los tratamientos convencionales.53 El anticuerpo anti-interleucina-5 mepolizumab también ha demostrado resultados prometedores en ensayos clínicos.54 El papel del trasplante de células madre La acción no está bien establecida, pero se ha informado sobre la supervivencia prolongada con este tratamiento.
Este paciente tenía diarrea severa y persistente. Se consultó al servicio de gastroenterología.

COMPLICACIONES GASTROINTESTINALES DEL SÍNDROME HIPEREOSINOFÍLICO
Gastroenterología fue consultada en forma temprana en el curso hospitalario de este paciente debido a su diarrea y antecedentes de colitis ulcerosa. Cuando el paciente estaba en la India, la colonoscopia con biopsia reveló hallazgos característicos de colitis ulcerosa, que respondió bien a la mesalamina. Después de su llegada a los Estados Unidos, el paciente notó diarrea con fatiga y pérdida de peso. Aunque este síndrome de diarrea parecía ser diferente de su enfermedad anterior, la colitis ulcerosa puede estar asociada con la eosinofilia, y consideramos que era importante hacer una distinción clara. En la colonoscopia, la apariencia de la mucosa colónica era claramente anormal pero no característica de la colitis ulcerosa. La mucosa estaba edematosa con eritema irregular pero sin ulceración. La mucosa del tracto gastrointestinal superior parecía normal.
Las muestras de biopsia del colon y el recto mostraron un aumento en el número de eosinófilos en la lámina propia (Figura 1D); una muestra de biopsia del estómago también mostró grupos irregulares de eosinófilos (Figura 1E). No había evidencia de colitis activa o gastritis.
Pensamos que estos hallazgos eliminaron efectivamente la colitis ulcerosa clásica como la causa del paciente.
Durante la semana inicial de hospitalización, se comenzaron a aumentar gradualmente las dosis de hidroxiurea. Desafortunadamente, se desarrolló mucositis severa relacionada con la terapia y pancitopenia, que requirió productos sanguíneos, y el recuento de eosinófilos en sangre periférica del paciente permaneció elevado en 94,000 por milímetro cúbico. La administración de metilprednisolona también se inició en un esfuerzo por disminuir la carga de eosinófilos, pero los resultados fueron igualmente subóptimos. Luego se inició Imatinib, pero esto empeoró la diarrea del paciente y se suspendió después de unos días.
Un episodio de dolor en el pecho ocurrió al comienzo de la segunda semana de hospitalización, en asociación con niveles elevados de enzimas cardíacas. Se realizaron ecocardiografía y resonancia magnética cardíaca (MRI).

COMPLICACIONES CARDÍACAS DEL SÍNDROME HIPEREOSINOFÍLICO
Se realizó un estudio de resonancia magnética cardíaca (Figura 2A y 2B) para buscar miocarditis eosinofílica, y un aumento leve del ventrículo izquierdo con función sistólica difusamente afectada (fracción de eyección del ventrículo izquierdo [FEVI], 39%). Después de la administración de gadolinio, se vieron parches subendocárdicos y en músculo papilar de hio-realce (Figura 2C), también visto como hipodensidad subendocárdica más confluente en una tomografía computarizada con contraste 17 días después (Figura 2D), lo que sugiere hipoperfusión subendocárdica y compromiso microvascular. Dos de las tres variables de tejido que se evaluaron para inflamación del miocardio fueron anormales. El realce temprano global del miocardio en relación con el músculo esquelético fue elevado (relación miocardio/músculo esquelético, 8.9; relación anormal, más de  4.0), la relación miocardio: músculo esquelético de la intensidad de la señal ponderada en T2 fue alta normal (relación, 1.8; relación anormal, más de 1.9), y había un realce diferido subendocárdico diferido casi circunferencial, más prominente en los niveles medioventricular a apical. Este patrón está asociado con una lesión subendocárdica o fibrosis relacionada con la eosinofilia.






FIGURA 2
Estudios de imágenes cardíacas.
Las imágenes de resonancia magnética cardíaca en una vista de eje corto (Panel A) y una vista de cuatro cámaras (Panel B) muestran un amplio realce subendocárdico tardío de gadolinio (flechas) no limitada a un territorio vascular específico. Una imagen de cine de eje corto adquirida poco después de la administración de gadolinio muestra hipo realce multifocal (Panel C, flechas) que sugiere hipoperfusión subendocárdica irregular. Este hipo-realce  se ha vuelto más confluente con hipodensidad subendocárdica circunferencial en una imagen posterior de una tomografía computarizada con contraste (Panel D). Una vista de eje corto de un ecocardiograma de la válvula tricúspide durante la cuarta semana en el hospital del paciente (Panel E) muestra una leve insuficiencia tricuspídea con un gradiente sistólico pico aumentado de 42 mm Hg a través de la válvula tricúspide.



El ecocardiograma del primer día de hospital mostró una excelente función de los ventrículos derecho e izquierdo, con una FEVI del 71%, función valvular normal, cavidades cardíacas de tamaño normal y presión arterial pulmonar sistólica normal, estimada en 26 mm Hg. Los ecocardiogramas seriados mostraron un empeoramiento progresivo de la función ventricular, que 4 semanas después del ingreso había alcanzado un punto mínimo del 26% debido a la hipocinesia difusa del ventrículo izquierdo; también hubo disfunción leve del ventrículo derecho, agrandamiento biventricular y biauricular, insuficiencia mitral funcional leve a moderada  e hipertensión pulmonar con una presión estimada de la arteria pulmonar de 52 mm Hg (Figura 2E). No se observó trombo intracardíaco en ninguno de los estudios ecocardiográficos.
El diagnóstico diferencial para el deterioro cardíaco del paciente incluye isquemia miocárdica debido a arteritis coronaria, tromboembolismo arterial coronario, miocarditis aguda (causa linfocítica o alérgica) y miocarditis eosinofílica debido a su síndrome hipereosinofílico. En este paciente que recientemente recibió múltiples medicamentos, también es importante diferenciar la miocarditis alérgica del síndrome hipereosinofílico. La biopsia endomiocárdica puede ser necesaria para diferenciar estas dos condiciones, aunque no se consideró necesario en este caso. La miocarditis eosinofílica es el diagnóstico más probable en este caso, dada la alta frecuencia de compromiso cardíaco entre los pacientes que tienen el síndrome hipereosinofílico.55
La cardiopatía eosinofílica, que puede ocurrir en casos de recuentos crónicamente altos de eosinófilos por cualquier causa, tiene tres etapas patológicas distintas (Figura 3). La etapa 1 es la miocarditis aguda con infiltración eosinofílica intensa, que conduce a la disfunción sistólica. Esta etapa es más probable en este paciente y está respaldada por los hallazgos de la resonancia magnética cardíaca.56 La etapa 2 se asocia con lesiones trombóticas intracardiacas. Finalmente, la enfermedad en etapa 3 ocurre tarde y se asocia con fibrosis endomiocárdica y miocárdica.





FIGURA 3
Respuesta cardíaca a la injuria crónica eosinofílica.




Ya se han discutido las terapias farmacológicas específicas destinadas a reducir la eosinofilia; sin embargo, agregaría que para los pacientes con evidencia de trombos murales, la anticoagulación sistémica con warfarina es esencial. A pesar de los niveles adecuados de anticoagulación sistémica (relación internacional normalizada, 2 a 3), algunos pacientes todavía tienen complicaciones embólicas y se recomienda la adición de un agente antiplaquetario (por ejemplo, aspirina o clopidogrel).
Debido a la inadecuada respuesta inicial del paciente al tratamiento, se inició la administración semanal de vincristina, lo que resultó en una mejora de la eosinofilia de sangre periférica y médula ósea. Notamos que el análisis cariotípico de la médula ósea ahora reveló una deleción cromosómica en 3p13 en 2 de 20 metafases. Se creyó que era una anormalidad transitoria debido a la terapia citotóxica, en lugar de una manifestación de una neoplasia mieloide clonal, ya que la anormalidad estaba presente en una pequeña minoría de metafases, estaba ausente en el diagnóstico y en dos muestras de médula posteriores, y no es un hallazgo característico de cualquier neoplasia mieloproliferativa.
Durante la tercera semana de hospitalización, el paciente tuvo hemoptisis progresiva y descompensación respiratoria y requirió intubación. La evaluación reveló hemorragia alveolar difusa, muy probablemente con neumonía bacteriana concurrente. Desarrolló  coagulopatía, con un tiempo de protrombina de 118 segundos, atribuido a una deficiencia severa de vitamina K causada por diarrea intratable. Una ecocardiografía transtorácica repetida reveló una FEVI del 26%. Después de la mejoría respiratoria, el paciente fue extubado. Recibió un total de cinco ciclos de vincristina, con una marcada reducción en el recuento de eosinófilos a 120 por milímetro cúbico. Fue dado de alta del hospital después de 47 días. Una muestra de biopsia de médula ósea reveló hematopoyesis normal sin aumento en el recuento de eosinófilos. La vincristina se suspendió debido a una neuropatía progresiva que afecta las piernas. La hipereosinofilia pronto reapareció, y el recuento de eosinófilos alcanzó 4390 por milímetro cúbico dentro de las 2 semanas posteriores a la interrupción de la vincristina.
El paciente se inscribió en un programa de uso compasivo a través del cual se puso a disposición mepolizumab. A pesar de este tratamiento, el recuento de eosinófilos aumentó a 25,000 por milímetro cúbico una semana después. El paciente fue readmitido en este hospital para citorreducción agresiva con altas dosis de citarabina. Tuvo una remisión completa después de este curso, con resolución de la eosinofilia. Debido a que tenía mejoras en el estado funcional y la función cardíaca (FEVI, 43%), se buscó un tratamiento consolidado con un trasplante de células madre de donante no relacionado de HLA de intensidad reducida.

TRASPLANTE DE CÉLULAS MADRE HEMATOPOYÉTICAS
El trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH) se ha informado como un tratamiento exitoso para el síndrome hipereosinofílico en informes de casos únicos.57-60 Sin embargo, en vista de los riesgos sustanciales asociados con el TCMH, solo debe usarse para casos, como este, que son refractarios a la terapia convencional. El único hermano de este paciente tenía una coincidencia parcial de HLA. Dado su origen étnico, la probabilidad de encontrar un donante no relacionado totalmente compatible fue aproximadamente del 20 al 30%, lo que ilustra la necesidad de que los voluntarios minoritarios se inscriban en los registros de donantes. Afortunadamente, en este caso, pudimos identificar un donante no relacionado con HLA compatible para este paciente.
Elegimos proceder con HSCT de donantes no relacionados con el uso de acondicionamiento de intensidad reducida que consiste en quimioterapia con fludarabina y melfalan y tacrolimus post-HSCT como profilaxis de la enfermedad de injerto contra huésped (GVHD). Debido a que el CD52 se expresa fuertemente en los eosinófilos y se ha utilizado en el tratamiento del síndrome hipereosinofílico, 53 administramos alemtuzumab durante la quimioterapia de acondicionamiento para agotar los eosinófilos y proporcionar protección adicional contra la GVHD. El injerto de donantes fue exitoso; sin embargo, 3 semanas después, el paciente presentó dificultad respiratoria, y los estudios de TC mostraron opacidades bilaterales difusas de vidrio esmerilado con nodularidad. El lavado broncoalveolar no fue revelador, y fue tratado con agentes antimicrobianos de amplio espectro y glucocorticoides en dosis altas. Sus anomalías clínicas y de imagen se resolvieron en un período de 2 semanas. La causa de la dificultad respiratoria fue probablemente la neumonitis viral o el síndrome de neumonía idiopática. 

Testimonio del paciente 
Ahora, 2 años después el paciente se hizo presente en esta reunión y esto es lo que expresa:

“Siento que todos ustedes ya me conocen. Cuando me dijeron por primera vez que podría hablar en esta conferencia, estaba muy emocionado, porque ¿qué mejor plataforma podría tener para extender mi agradecimiento a toda la comunidad del Hospital General de Massachusetts (MGH) que me ayudó a comenzar la escuela nuevamente y ser capaz de pararte frente a ti hoy. Fue difícil decidir a quién agradecer, ya que era un gran equipo multidisciplinario y el estado mental no tan bueno en el que estaba durante mi tratamiento hizo difícil recordar el nombre de todos.
Quiero tomarme un minuto para reforzar cuán importante es el papel que juegan las enfermeras para un paciente. Casi el 95% de su tiempo en el hospital lo pasa con sus enfermeras, y la calidad de la atención de las enfermeras en MGH es simplemente excepcional. Su apoyo, consideración y optimismo inquebrantable pueden marcar la diferencia entre la desesperación y la esperanza en un paciente.
La compasión que muestra cada miembro del personal, además de la profesionalidad, es lo que hace de este un gran hospital. Pueden ser los médicos, las enfermeras, las personas que entregan las comidas, los que limpian las habitaciones, los embajadores que ayudan a los pacientes desde sus automóviles y los que trabajan en la recepción. Todos ustedes se enfrentan a pacientes con enfermedades graves a diario, y aun así logran tratar a cada paciente con la mayor amabilidad y respeto. Necesitas estar hecho de ingredientes especiales para eso. ¡Ustedes son especiales! Es difícil para mí creer que estoy de regreso en la escuela haciendo exactamente lo que quería hacer cuando llegué a los Estados Unidos. Por esta realidad, solo puedo agradecerles y espero que algún día pueda hacer que valga la pena.”

PREGUNTAS FINALES
¿Se enviaron  células para la secuenciación del genoma completo o del exoma completo para ver si hay una anormalidad genética?
Intentamos realizar la secuenciación en eosinófilos aislados al inicio del curso del paciente, pero los estudios no fueron óptimos debido a la baja calidad del ARN. Intentaremos analizar más a fondo las muestras obtenidas antes del HSCT, con el uso de la secuenciación de próxima generación, para buscar una alteración genética clonal.


DIAGNOSTICO PATOLOGICO FINAL
SÍNDROME HIPEREOSINOFÍLICO IDIOPÁTICO.


Traducción:
“A 27-Year-Old Man with Diarrhea, Fatigue, and Eosinophilia”
Amir T. Fathi, M.D., G. William Dec, Jr., M.D., James M. Richter, M.D., Yi-Bin Chen, M.D., Shmuel S. Schwartzenberg, M.D., Godtfred Holmvang, M.D., and Robert P. Hasserjian, M.D.



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martes, 12 de mayo de 2020

MUJER DE 31 AÑOS CON PÉRDIDA DE VISIÓN...



Una mujer de 31 años fue evaluada en emergencias por  pérdida de visión.
Tres semanas antes de la presentación, comenzó a desarrollar gradualmente  visión borrosa en el ojo izquierdo, con percepción más afectada de los objetos distantes; la paciente atribuyó el síntoma a la necesidad de anteojos nuevos. Una semana antes de la presentación, la paciente refirió pérdida casi completa de la visión en el ojo izquierdo, con una "sombra oscura" ubicada en el centro de la visión. La visión periférica no se vio afectada. Los colores fueron cada vez más "lavados", y las imágenes aparecían grises. Cuando se cubría el ojo izquierdo,  la visión en su ojo derecho era normal. La paciente fue evaluada por la optometrista local. Se confirmó la pérdida de visión central, y no hubo anormalidades  en el examen del fondo de ojo. La derivaron a un neurooftalmólogo. Sin embargo, sus síntomas continuaron progresando y buscó atención en un hospital  especializado en oftalmología.
En el departamento de emergencias de dicho hospital, la temperatura era 36.1 ° C, el pulso 72 latidos por minuto, la presión arterial 118/81 mm Hg, la respiración de 16 respiraciones por minuto, y la saturación de oxígeno del 99% mientras  respiraba aire ambiente. El índice de masa corporal  fue 20.4. Un escotoma central fue notado en el ojo izquierdo; el campo visual estaba normal  en el ojo derecho. La agudeza visual era 20/30 en el ojo derecho y 20/400 en el ojo izquierdo. En la prueba de color Ishihara, 8 de 13 placas de color se identificaron correctamente en el campo visual del ojo derecho y 0 de 13  en el campo visual del ojo izquierdo. Las pupilas  eran iguales, redondas y reactivas a la luz; un defecto pupilar aferente relativo era notado en el ojo izquierdo. El examen de los ojos con lámpara de hendidura reveló anexos normales, párpados, pestañas, conjuntivas, escleróticas y córneas claras. Las cámaras anteriores, iris, cristalinos y cuerpos vítreos eran normales en ambos ojos. La presión intraocular fue de 18 mm Hg en el ojo derecho y 17 mm Hg en el ojo izquierdo Los nervios ópticos eran rosados, con discos y márgenes normales. Los vasos de ambos ojos estaban normales. Los movimientos extraoculares eran normales bilateralmente, sin nistagmo.
Se realizaron estudios de imagen.
Una resonancia magnética (MRI) de la cabeza y las órbitas se realizó antes y después de la administración intravenosa  de sustancia de contraste. Una imagen ponderada en T2 mostró aumento de la señal con probable realce leve en el nervio óptico izquierdo; no había evidencia de una lesión de masa comprimiendo el nervio óptico ni lesiones  la sustancia blanca cerebral (Fig. 1).





Figura 1. Resonancia magnética de la cabeza y las órbitas.
Una imagen coronal, de alta resolución, ponderada en T2, con  recuperación de inversión de tau corta (STIR) (Panel A) muestra una señal aumentada en el nervio óptico izquierdo (flecha). Una imagen coronal, de alta resolución, con realce de contraste, con supresión de grasa y ponderada en T1 (Panel B) muestra un leve aumento brumoso en el nervio óptico izquierdo (flecha). Una imagen de recuperación de inversión axial atenuada por fluido (Panel C) no muestra lesiones anormales de la sustancia blanca. Una imagen sagital, sin contraste, ponderada en T1 (Panel D) no muestra lesiones en el cuerpo calloso, que tiene una forma y calibre normales (flechas).



La paciente fue trasladado al departamento de emergencias de otro hospital para mayor evaluación. Ella refirió que su visión no había cambiado desde hacía 3 semanas antes y que ella tenía dolor sordo intermitente  en el ojo izquierdo.
No había visión doble, dolor al mover los ojos, o antecedentes de trauma ocular. No tenía fiebre, escalofríos, entumecimiento, hormigueo, debilidad, falta de coordinación, pérdida auditiva, falta de aire, vómitos, diarrea o erupción cutánea. La paciente tenía antecedentes de deficiencia de vitamina D e hierro; no se había sometido a ninguna cirugía. No tenía reacciones adversas conocidas a medicamentos y no tomaba  medicamentos La paciente vivía sola en un suburbio de Nueva Inglaterra. Estaba en una relación de largo plazo con una pareja  masculina y no tenía hijos. Ella bebía alcohol ocasionalmente pero no fumaba ni usaba drogas ilícitas. No había antecedentes de viajes recientes, picaduras de insectos o garrapatas, o gatos en su casa. Su abuelo tenía hiperlipidemia. Su madre tenía antecedentes de glaucoma, pero ningún otro miembro de la familia tenía antecedentes de pérdida de visión.
Los signos vitales y los resultados del examen  oftalmológico  no había cambiado, y el resto del examen era normal.
Niveles sanguíneos de electrolitos, glucosa, vitamina B12, enzima convertidora de angiotensina, proteína C reactiva, tirotropina y angiotensina fueron normales, al igual que los resultados de las pruebas de función renal y hepática,  el recuento sanguíneo completo, el recuento diferencial, y la velocidad de sedimentación globular. El nivel de 25-hidroxivitamina D fue de 19 ng por mililitro (20 a 80 ng por mililitro). Un ensayo de anticuerpos antinucleares fue positivo  1:40 con un patrón moteado; ensayos para anti– ADN bicatenario, anti-aquaporin-4 y los anticuerpos anti-MOG (glicoproteína de la mielina de oligodendrocitos) y el factor reumatoideo   fueron negativos.
Pruebas de detección basadas en anticuerpos para la enfermedad de Lyme y  sífilis fueron negativas, al igual que los análisis de sangre de Antígeno p24 para VIH tipo 1 y anticuerpos contra el VIH tipos 1 y 2.
Se recomendó la admisión al servicio de neurología para evaluación adicional y la administración de terapia empírica con glucocorticoides; sin embargo, la paciente rechazó la admisión y elegió en cambio tener seguimiento ambulatorio.
Nueve días después, la paciente fue evaluada en neurología donde refirió aumento de la borrosidad del campo visual nasal del ojo izquierdo. Los resultados del examen  oftalmológico  no se modificó. La gonadotrofina coriónica humana era indetectable en la sangre. Comenzó un  curso ambulatorio de 3 días de glucocorticoides intravenosos, con  una disminución gradual de 14 días con prednisona.
Treinta y cuatro días después de la evaluación en  emergencia  y 2 meses después del comienzo con visión borrosa en el ojo izquierdo, desarrolló pérdida de visión en el ojo derecho. Tres días después, la paciente fue evaluada en la neurooftalmología donde refirió  que hubo una leve mejoría en la agudeza visual después del tratamiento con glucocorticoides, pero fue breve y transitoria. La agudeza visual fue de 20/200 en el ojo derecho y 20/400 en el ojo izquierdo. La prueba de color de Ishihara, solo la placa de control fue identificada correctamente, un hallazgo que indica daltonismo completo en ambos ojos. Había anisocoria leve y restos de defecto  pupilar aferente relativo en el ojo izquierdo. Los resultados del examen  externo de los ojos con lámpara de hendidura fueron normales. La papila del nervio óptico izquierdo estaba pálida; el examen de fondo de ojo de ambos ojos fue por lo demás normal. La  paciente fue trasladada al departamento de emergencias  para más evaluación y tratamiento.
Al ingreso, los resultados del examen  oftalmológico  nomostraron cambios respecto a los de neurooftalmología, y el examen neurológico fue normal. Los niveles de folato en sangre, así como los de tiamina y cobre fueron normales; los anticuerpos anti-Ro y anti-La no fueron detectado en la sangre. Estudios de imagen adicionales fueron realizados.
Una  resonancia magnética de la cabeza, órbitas, columna cervical, y  columna torácica antes y después de la administración de contraste intravenoso. Una imagen ponderada en T2 mostró leve aumento asimétrico de la señal con realce en el nervio óptico izquierdo y aumento equívoco dela señal sin realce  anormal definitivo en el segmento retrobulbar del nervio óptico derecho; no había evidencia de lesión en sustancia blanca cerebral  o anormalidades de la médula espinal.
Se realizó una punción lumbar, y la presión de apertura fue de 17 cm de agua. La tinción de Gram del líquido cefalorraquídeo (LCR) mostró una cantidad moderada de células mononucleares; no se identificaron neutrófilos u organismos.  Otros resultados del análisis de LCR se muestran en Tabla 1. Se administraron glucocorticoides intravenosos durante 3 días, pero persistió la pérdida de visión. Tres días después de la punción lumbar, el  cultivo del LCR no mostró crecimiento y examen citológico del LCR no reveló células malignas. El quinto día de hospitalización, la paciente fue dada de alta a su casa.


TABLA 1. Análisis del LCR. 

Cuatro días después del alta, la paciente fue  evaluada en  neurología donde no refirió ninguna mejora en su visión, y los resultados del examen no cambiaron.
Se realizó una prueba de diagnóstico.


DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Esta joven previamente sana tenía pérdida de visión bilateral secuencial subaguda sin otras anormalidades neurológicas.
Como muchos pacientes, ella inicialmente atribuyó el déficit de visión subaguda a la necesidad de anteojos nuevos y pospuso la consulta hasta que tuvo una severa pérdida de visión monocular.
El primer paso en la evaluación de ésta paciente con pérdida de visión es la localización anatómica del proceso en la vía visual. La pérdida persistente de visión monocular se localiza ya sea en estructuras oculares o la porción del nervio óptico anterior al quiasma óptico.
¿La presencia de un defecto  pupilar aferente relativo en ésta paciente ayuda para la localización  anatómica? En un paciente con función normal de los nervios ópticos, luz dirigida a cualquier ojo causará la misma cantidad de constricción en ambas pupilas En un paciente con disfunción unilateral del nervio óptico anterior al quiasma óptico, la luz dirigida al ojo afectado causará solo constricción leve de ambas pupilas debido a una respuesta disminuida a la luz del defecto aferente, mientras que la luz dirigida al ojo no afectado causará constricción normal de ambas pupilas. Balanceando la luz de un lado a otro entre los dos ojos acentúan esta diferencia, con ambas pupilas que parecen dilatarse cuando la luz se balancea desde el ojo no afectado hasta el ojo afectado. Enfermedades oculares, como anomalías corneales, cataratas y la mayoría de los trastornos de la retina no causa un defecto pupilar aferente relativo.
Varias otras características de la presentación de ésta paciente, incluyendo desaturación de color y déficit central de visión, sugieren la participación del nervio óptico. Además, la gravedad de la pérdida visual de ésta paciente este paciente es consistente con neuropatía óptica







Figura 2. Localización anatómica de la pérdida de visión y métodos para diagnosticar la causa de la neuropatía óptica.
Los hallazgos anormales en ésta  paciente se muestran en rojo.




NEUROPATÍA ÓPTICA
Una vez localizado anatómicamente el proceso en el trayecto del nervio óptico, determinar el ritmo de la pérdida de visión puede ayudar a reducir el espectro del diagnóstico diferencial. Ésta paciente tenía neuropatía óptica subaguda indolora.
Las causas isquémicas y traumáticas de neuropatía óptica son hiperagudos y pueden descartarse fácilmente en este caso. Causas crónicas de neuropatía óptica, como cáncer, exposición a toxinas y deficiencias de  vitaminas,  son poco probables Me enfocaré en los hallazgos de las imágenes, los resultados de las pruebas de infección y enfermedad autoinmune, y la falta de un respuesta a los glucocorticoides para reducir mi lista de diagnósticos  diferenciales.

INFECCIÓN
Infecciones como bartonelosis, tuberculosis, y la infección por citomegalovirus pueden afectar al  nervio óptico, pero involucran predominantemente retina y causar neuroretinitis en lugar de neuropatía óptica aislada.2 Además, las pruebas para sífilis, enfermedad de Lyme e infección por VIH fuero negativas, lo que hace que  causa una causa infecciosa sea poco probable.

NEURITIS ÓPTICA AISLADA
La forma más común de neuropatía óptica es la neuritis óptica, que es una enfermedad neurológica inmunomediada  que produce inflamación y desmielinización del nervio óptico. La mayoría de los pacientes con neuritis óptica tiene dolor prominente que es a menudo  inducido por los movimientos oculares.  Se cree que el dolor es el resultado de la extensión del proceso inflamatorio a la envoltura o vaina meníngea que es sensible al dolor y posiblemente a los músculos extraoculares. La neuritis óptica puede ocurrir de forma aislada, ya sea en un episodio  monofásico o con un curso recurrente. Sin embargo, es comúnmente un presagio de otras enfermedades, como esclerosis múltiple, neuromielitis óptica o enfermedades menos comunes.3

ESCLEROSIS MÚLTIPLE
La pérdida de visión debido a la neuritis óptica es común como presentación inicial  en pacientes que finalmente reciben un diagnóstico de esclerosis múltiple. Sin embargo, la gravedad de la pérdida de visión de ésta paciente y la falta de respuesta a los glucocorticoides hacen a la esclerosis múltiples poco probable.  Más de dos tercios de los pacientes con esclerosis múltiple solo tienen síntomas leves a  moderados de pérdida de agudeza visual o de percepción del color. Además, la mayoría de los pacientes con neuritis óptica relacionada con  esclerosis múltiple tienen una recuperación  completa o casi completa de la visión después de la administración de glucocorticoides. Finalmente, ésta paciente tuvo resultados normales en la resonancia magnética de la cabeza y ausencia de bandas oligoclonales en el LCR hacen que el diagnóstico de esclerosis múltiple sea improbable.

NEUROMIELITIS ÓPTICA
La neuromielitis óptica es una enfermedad inflamatoria  del sistema nervioso central con predilección por los nervios ópticos, la médula espinal y el área postrema en el tallo cerebral. Hasta el 20% de los pacientes se presentan con neuritis óptica bilateral o rápidamente recidivante   que tiende a ser más fulminante y asociada con un peor pronóstico visual que la neuritis óptica relacionada con la esclerosis múltiple. Más del 80% de los pacientes con neuritis óptica relacionada con neuromielitis óptica tienen peor agudeza visual que  20/200. Sin embargo, pacientes con neuromielitis óptica normalmente tiene grandes cambios consistentes con  inflamación del nervio óptico en la resonancia magnética, que no estaban presentes en este caso. Por otro lado ésta paciente tenía anticuerpos anti  aquaporina-4, contra los canales de agua, altamente sensibles y específicos. Estos anticuerpos  se encuentran en aproximadamente 80% de pacientes con neuromielitis óptica.5

NEURITIS ÓPTICA RELACIONADA CON  AC ANTI-MOG (GLICOPROTEÍNA DE LA MIELINA DE OLIGODENDROCITOS)
Una neuritis óptica severa puede ser causada por la producción  aberrante de anticuerpos contra la glicoproteína de mielina de oligodendrocitos.  Sin embargo, igual que los pacientes con neuromielitis óptica, estos pacientes tienen hallazgos sorprendentes en la resonancia magnética y una respuesta terapéutica dramática a altas dosis de glucocorticoides. Ésta paciente tuvo un resultado negativo para anticuerpos contra la glicoproteína de la mielina de oligodendrocitos, un hallazgo que si bien no descarta definitivamente el diagnóstico lo hace muy improbable.

SÍNDROMES PARANEOPLÁSICOS
No se sabía que ésta paciente tuviera cáncer, pero en raras circunstancias, una neuropatía óptica bilateral puede ser la manifestación inicial de un proceso paraneoplásico. El mecanismo de la disfunción del nervio óptico en la enfermedad paraneoplásica es considerado  inflamatorio, pero generalmente hay una leve o ninguna respuesta al tratamiento con glucocorticoides. Sin embargo, la neuropatía óptica paraneoplásica con mayor frecuencia ocurre en conjunción con otras  neuropatías craneales, neuropatía periférica o autonómica, ataxia, demencia o trastornos de la unión neuromuscular, como el síndrome miasteniforme de Lambert-Eaton, y ésta paciente no tenía otros síntomas neurológicos asociados

SARCOIDOSIS
La sarcoidosis conduce a anomalías de la visión en aproximadamente 25% de pacientes con enfermedad sistémica; la uveítis anterior es más común, pero la neuritis óptica aislada también puede ocurrir. A diferencia de otras causas inflamatorias de neuritis óptica, la sarcoidosis puede estar asociada con leves dolor y progresión lenta de la enfermedad, características que fueron notadas en ésta paciente. La enzima convertidora de angiotensina normal no descarta la posibilidad de sarcoidosis en ésta paciente. El tratamiento con glucocorticoides generalmente conduce a una mejoría sustancial en la visión, pero este resultado no es universal. Sin embargo, pacientes con enfermedad aguda por neuropatía óptica sarcoidótica típicamente tienen agrandamiento del nervio óptico, engrosamiento dural o realce leptomeníngeo con gadolinio. Ninguno de estos hallazgos estuvieron  presentes en este caso.7

NEUROPATÍA ÓPTICA HEREDITARIA DE LEBER
La neuropatía óptica hereditaria de Leber (LHON) causa pérdida de visión severa, indolora, subaguda, en un ojo, seguido de pérdida de visión en el ojo contralatera dentro de varias semanas o meses.8 LHON fue la primera enfermedad humana vinculada a una mutación en el ADN  mitocondrial; es más común en hombres que en mujeres y típicamente ocurre entre los 15 y los 35 años de edad. Ésta paciente no tenía historia familiar sugestiva de LHON, pero hasta el 50% de los pacientes afectados no tienen antecedentes familiares de pérdida de la visión. Los pacientes con LHON tienen pérdida de visión severa, con agudeza visual peor que 20/200 en los dos ojos. Dado que la inflamación no es  el mecanismo del proceso, la administración de glucocorticoides no mejora  el cuadro. La RMN  típicamente muestra solo hiperintensidad en la porción posterior del nervio óptico, pero el realce  del nervio óptico se ha informado durante la fase  aguda.9 LHON explica mejor la clínica de ésta paciente. La LHON explica mejor que ningún otro el cuadro de ésta paciente, junto con los tests negativos y la falta de respuesta a los corticosteroides. Para establecer el diagnóstico, realizaría estudios genéticos para buscar mutaciones puntuales en el ADN mitocondrial que se sabe que están asociados con LHON.

DIAGNÓSTICO PRESUNTIVO
LA NEUROPATÍA ÓPTICA HEREDITARIA DE LEBER.

PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO
La LHON es un trastorno mitocondrial heredado de la madre  causado principalmente por mutaciones en la codificación de genes mitocondriales de las subunidades de NADH deshidrogenasa y que provoca una disminución de la actividad del complejo 1 de la cadena de transporte de electrones mitocondriales.10,11 Tres  mutaciones representan más del 95% de los casos de LHON: m.11778G → A (el más común), m.3460G → A, y m.14484T → C. Estas mutaciones finalmente conducen a una disminución de la producción de ATP. 11,12 La mayoría de las mutaciones relacionadas con LHON son homoplasmáticas, y por lo tanto las pruebas de ADN mitocondrial en sangre son un método adecuado para el diagnóstico. Dichas pruebas pueden involucrar análisis específicos de ADN mitocondrial para las mutaciones más comunes sin sentido relacionadas con LHON o secuenciación del genoma completo de ADN mitocondrial.
Dado el alto nivel de sospecha de LHON en ésta paciente, se realizaron análisis dirigidos de ADN mitocondriales que  confirmaron la presencia de la mutación m.14484T → C. Esta mutación específica se cree que tiene una penetrancia reducida y se ha asociado con recuperación espontánea parcial de la agudeza visual.11,12 Las mutaciones relacionadas con LHON es más probable que ocurran  en varones que en mujeres, en proporciones de 2.1: 1.0 a 7.7: 1.0.11 Sin embargo, las mutaciones solas no son suficientes para causar la enfermedad y otros modificadores genéticos (número de copia de ADN mitocondrial, haplotipo, y modificadores nucleares), factores ambientales (exposición al tabaco, alcohol y toxinas) y los niveles de hormonales sexuales  probablemente juegan un papel en la fisiopatología. 13-15 En pacientes con LHON, una combinación de estos factores se cree que causa un aumento de radicales libres, una disminución de la producción  de ATP y una interrupción del equilibrien la oxidación reducción (redox), que en última instancia conduce a apoptosis retiniana de células ganglionares y degeneración del nervio óptico.15,16
Ésta paciente no tenía ningún síntoma neurológico extraocular, como trastornos del movimiento, cambios en la sustancia blanca en la resonancia magnética, debilidad, pérdida sensorial, acidosis láctica u otro síntoma común de enfermedad mitocondrial. La presencia de esos síntomas extraoculares además de la pérdida de visión se conoce como LHON plus.16-18

DISCUSIÓN DEL MANEJO
En el seguimiento, ésta paciente tenía agudeza visual limitada a contar dedos a distancia de 0.3 m (1 pie) en el ojo izquierdo y 1.2 m (4 pies) en el ojo derecho. Ella por lo tanto cumplía los criterios de ceguera legal Su visión reducida creó dificultad con tareas como leer, trabajar en una computadora y aseo personal esenciales para ella, por lo que  fue derivada al  establecimiento de servicios de apoyo que le permitirían aclimatarse al ambiente de hogar y trabajo. Ella fue referida a nuestra comisión local para ciegos y comenzó a recibir servicios de rehabilitación y sociales, incluyendo  entrenamiento de orientación, movilidad y entrenamiento vocacional. Ella ha sido provista de dispositivos de asistencia para baja visión.
Habiendo establecido cuidado de apoyo para la paciente, dirigimos nuestra atención al potencial terapias modificadoras de la enfermedad. La recuperación  espontánea de la visión  puede ocurrir en algunos casos y es más a menudo asociado con la mutación m.14484T → punto C, que estaba presente en ésta paciente.19 En una sserie de casos, el tiempo medio desde el inicio de síntomas de recuperación espontánea de la visión en pacientes con la mutación m.14484T → punto C fue 16 meses.20 Desafortunadamente, terapias aprobadas por la FDA  para LHON. Múltiple suplementos y medicamentos han sido propuesto como posibles tratamientos. Estos agentes usar varios mecanismos para estimular la masa y el número de  mitocondrias, eludir la disfunción en el complejo de la cadena respiratoria, o prevenir el daño  oxidativo a las células ganglionares de la retina.21
Un medicamento prometedor que ha sido recetado para este paciente es idebenona.  Éste análogo  de cadena corta de la coenzima Q actúa como un transportador de electrones para entregar electrones directamente al complejo  3 de la cadena respiratoria, evitando el complejo disfuncional 1 de LHON. Idebenona ha sido aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos para el tratamiento de LHON. Ante la falta de recuperación espontánea  de la visión en ésta paciente, elegimos administrar este medicamento.22-24 Ahora, 8 meses después del inicio de la pérdida de visión, no hemos visto ninguna  mejoría en la visión de ésta paciente a pesar del inicio de la terapia con idebenona.
Finalmente, la terapia génica es un futuro potencial  tratamiento para éstea paciente. En ensayos clínicos de inyección intravítrea de un vector asociado a un adenovirus  que contiene mitocondrias de tipo salvaje con genes que codifican subunidades NADH funcionales. Los datos preliminares sugieren el potencial para recuperación de la visión en algunos pacientes con LHON.25 Desafortunadamente, los estudios se centran en pacientes con mutación puntual más común y la terapia génica actualmente no se está desarrollando para la forma de la enfermedad observada en ésta paciente.

DIAGNOSTICO FINAL
NEUROPATÍA ÓPTICA HEREDITARIA DE LEBER.


Traducción de
“A 31-Year-Old Woman with Vision Loss”
Marcelo Matiello, M.D., Amy F. Juliano, M.D., Michael Bowley, M.D., Ph.D., and Amel Karaa, M.D.
NEJM


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