lunes, 24 de julio de 2023

Casos Clínicos: Varón de 59 años con rash cutáneo febril.

 

Un colega de Lima, Perú, envió estas imágenes  para discusión






Paciente varón de 59 a con este cuadro  de rash y fiebre  de 4 días de evolución. La erupción ampollosa comenzó en los muslos bilaterales y desde entonces se ha extendido a todo el cuerpo, incluidos los pies, las palmas, la cara, los labios y la garganta. Las lesiones son ulcerativas, ampollas, petequiales. + Prurito. Sin dolor o parestesias. Primer incidente de este tipo. Hx significativo para quemaduras de tercer grado en el resto del cuerpo. Fiebre 39,1°C. Niega el uso de medicamentos, alimentos nuevos, contactos enfermos, viajes, tiempo al aire libre, historial sexual, antecedentes familiares significativos, uso / exposición a tóxicos, signos meníngeos.  Lo traté empíricamente  con altas dosis de esteroides y doxiciclina.

 DDX pénfigo vulgaris? El cuadro a mi criterio es muy preocupante  clínicamente.



 

Opinión: Se trata de un rash cutáneo generalizado, asociado a compromiso mucoso, que no respeta palmas de las manos,  cuyas lesiones básicas son máculopapulares, algunas de las cuales adoptan el aspecto de “ojo de buey”, o “en diana”, o “target”, o en “blanco de tiro”, “escarapela” etc, dado su centro más oscuro, en algunas hemorrágico.  Existe una ampolla grande en región posterior y distal de pierna izquierda, de contenido aparentemente claro. Todo esto de cuatro días de evolución y cuadro febril importante.

Me impresiona como eritema multiforme mayor, con las típicas lesiones en iris. No me impresiona que la lesión básica sea ulcerosa, lo que suele suceder es que el EM puede evolucionar a bullas que a veces se destechan y dejan erosiones. En cuanto al tratamiento, si bien la mayoría de las veces es suficiente hacer tratamiento sintomático tópico, a veces, sea por el compromiso general o el compromiso mucoso acompañante (oral, ocular, genital), es necesario dar corticoides en dosis altas como bien se indicaron en este caso. La mayoría de las veces la causa es infecciosa y de ellas la reactivación de la infección por virus del herpes simplex es la causa clásica y la más frecuente. Hay que saber que el eritema multiforme puede ser manifestación, además de las infecciones mencionadas, de uso de medicamentos, vacunaciones, neoplasias, enfermedades autoinmunes etcétera.

Como diagnósticos diferenciales hay que considerar: VASCULITIS CUTÁNEA DE PEQUEÑOS VASOS, la cual puede presentarse con lesiones de VASCULITIS, e incluso con lesiones en diana como EM, en el caso de VASCULITIS POR IGA. La URTICARIA MULTIFORME, que se presenta con lesiones anulares y policíclicas que pueden exhibir una porción central oscura y equimótica, simulando así el EM, aunque esta variante de urticaria se ve en niños. El SÍNDROME DE STEVENS-JOHNSON, aunque en este último, que es más de etiología medicamentosa (farmacodermia), las lesiones son más maculares que papulares como en EM. El PENFIGOIDE AMPOLLAR, el PÉNFIGO PARANEOPLÁSICO, el SÍNDROME SWEET debe tenerse siempre en cuenta, en un paciente con un rash generalizado y fiebre. En pacientes con lupus previo, puede aparecer un rash generalizado similar al que presenta este paciente que se conoce como SÍNDROME DE ROWELL.

El estado general del paciente es importante al momento de la consideración de hipótesis diagnóstica. Un laboratorio completo, que incluya un frotis de sangre periférica, serologías HSV, Micoplasma, VIH, CMV, VDRL…,  saber si cursa con neutrofilia, eosinofilia, trombocitosis, trombocitopenia, saber cómo están las funciones hepática y renal, cómo es el sedimento de orina, cómo está la hemostasia del paciente etcétera.

Probablemente, pueda estar indicada una biopsia cutánea en este paciente, si las investigaciones de laboratorio (serologías entre otras), no orientan fuertemente a EM. De considerarse la biopsia, esta debe siempre acompañada de histopatología, inmunomarcación e inmunofenotipo.


Se puede dejar opinión sobre el caso en; Publicar Comentario.

 

 

domingo, 23 de julio de 2023

Casos Clínicos: Mujer de 41 años con descamación generalizada de 6 meses de evolución.

 

Doctor Macaluso, buenas tardes. Tengo un caso dermatológico con diagnóstico aún no determinado.













La paciente de 41 años presenta un tiempo de enfermedad de unos 6 meses. Comenzó con una lesión costrosa a nivel de la piel nasal. La cual fue auto removida y volvió a aparecer en un par de días pero extendiéndose por la T facial. Refieren que las lesiones siempre fueron secas y escamosas a nivel facial.

Dos meses después comenzó a extenderse por cuello y tórax. La paciente refiere prurito y al frotarse la piel sana presentó desprendimiento de piel.

Actualmente las lesiones se presentan en todo el cuerpo, incluyendo palmas y plantas de las manos y pies.

Exámenes laboratorio les: hemograma en rango de normalidad, panel renal y hepático normal, PCR en 21.

Factor reumatoideo negativo.

Comparto con el grupo el caso para aprender y en unanimidad dar una aproximación diagnóstica

 

Dr. Jordan Nano.

Huánuco, Perú.

 

 

 

Opinión: Estamos frente a un trastorno dermatológico descamativo generalizado de la piel, de evolución subaguda, caracterizado por gruesas escamas que en algunas áreas adoptan  aspecto ictiosiforme, con tendencia a la descamación espontánea. La piel subyacente a esta capa descamativa, especialmente en algunas regiones como la cara, es intensamente eritematosa.

Si tenemos en cuenta el elemento básico de los hallazgos dermatológicos, es decir la descamación generalizada, podemos ubicar a la paciente entre los llamados “síndromes de la piel descamada” (“Peeling skin síndromes” (PSSs)). Estos pueden ser acrales, como  el síndrome de descamación de la piel acral  (acral peeling skin síndrome), o el síndrome de descamación generalizado  generalized  peeling skin síndrome. A su vez, dentro del síndrome de descamación generalizado se identifican dos formas, la Tipo A o no inflamatoria, que son síndromes genéticos generalmente presentes desde el nacimiento o la niñez, excepcionalmente raros, como el “peeling skin syndrome type 3”, tipo 5 y 6, y la Tipo B, o síndromes de descamación generalizada de la piel con componente inflamatorio de la piel. Sin embargo, todos estos trastornos se ven desde el nacimiento o desde los primeros meses o años de vida, y además no presentan prurito. Esta paciente se queja de prurito por lo que se aleja de estos trastornos de descamación mencionados. Un diagnóstico a considerar en un paciente con descamación generalizada pruriginosa, asentando en piel con intenso eritema, es la dermatitis exfoliativa o eritrodermia. En las etapas iniciales de las dermatitis exfoliativas, el eritema generalizado y caliente que afecta 90% de la superficie cutánea es la regla. Sin embargo, en etapas más tardías del proceso, predomina más la descamación y el prurito, que el eritema. Por lo tanto creo que esta paciente puede tener un cuadro de eritrodermia en etapa crónica. La causa más común de eritrodermia, es la exacerbación de una dermatosis inflamatoria preexistente, y, cuando la descamación es tan importante como en este caso, hay que sospechar ERITRODERMIA PSORIÁSICA. Tambien, las DERMATITIS ATÓPICA, y las REACCIONES POR HIPERSENSIBILIDAD A FÁRMACOS. Por lo tantoes muy importante el interrogatorio sobre fármacos recibidos (penicilinas, sulfas, carbamazepina, fenitoína,  allopurinol y sigue una larga lista. Existen otras causas de dermatitis exfoliativas pero mucho menos frecuentes como pitiriasis rubra pilaris a menudo se presenta con eritrodermia, pitiriasis rubra pilaris, linfoma cutáneo de células T y otras neoplasias malignas hematológicas y sistémicas, enfermedades inmunoampollosas, enfermedades del tejido conectivo e infecciones como la sarna. Existen causas paraneoplásicas, y hay un 30% de los casos en que no se puede determinar la causa y en tales casos se las rotula de idiopáticas.

Es muy importante la historia clínica en estos pacientes, interrogatorio sobre enfermedades previas, psoriasis, dermatis atópica, colagenopatías, neoplasias etc. El examen físico es muy importante y puede dar pistas sobre la causa de base como por ejemplo el pitting ungueal apunta a psoriasis de base. El laboratorio también es importante pudendo encontrarse eosinofilia y alteraciones de la función hepática o renal en DRESS.

Cuando se sospecha eritrodermia, hay que estar atentos al estado de hidratación de estos pacientes ya que ésta produce trastornos profundos en la regulación de líquidos y electrolitos, la termorregulación y el equilibrio metabólico. El aumento de la perfusión de la piel conduce a la pérdida de líquidos por transpiración y al consiguiente desequilibrio electrolítico. Puede ocurrir pérdida de calor, hipotermia e hipermetabolismo compensatorio asociado con la hipertermia. La exfoliación de la piel provoca una pérdida significativa de proteínas que puede superar los 9 g/m 2 de superficie corporal al día, especialmente en pacientes con eritrodermia psoriásica. La pérdida de proteínas provoca un balance de nitrógeno negativo, hipoalbuminemia, edema y atrofia muscular. Y la infección, propiciada por la inflamación, las fisuras y las excoriaciones aumentan la probabilidad de que la piel eritrodérmica primero se colonice y posteriormente se infecte por Staphylococcus aureus , incluido Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SAMR), sobre todo en pacientes VIH positivos.  

Por último hay que considerar otras entidades como la ictiosis adquirida, pénfigo foliáceo, deficiencias nutricionales como pelagra. 

Creo que la paciente amerita la realización de una biopsia de piel, con inmunohistoquímica e inmunofenotipo, la cual  puede contribuir a establecer la causa de base de la dermatitis exfoliativa. Además por supuesto de un estudio de laboratorio general solicitando lo que se mencionó más arriba, y a la espera de los resultados, indicar soporte nutricional y administración empírica de complejos vitamínicos, antes de recibir el resultado de los dosajes oportunamente solicitados, obviamente antes de la reposición. 

 

 


sábado, 22 de julio de 2023

Casos Clínicos: Paciente con tumoración distal asintomática, en tercer dedo del pie, de un año de evolución.

Buenas noches doctor, por favor me podría ayudar con este caso?






Paciente femenina de 23 años de edad, con tiempo de enfermedad de 1 año inicio insidioso curso progresivo, no dolor, no prurito, sólo cambio de coloración y aumento de volumen en dicha zona.

Que patología podría ser, o a que especialista derivar?

Que exámenes solicitar?

Muchas gracias doctor 





Dra. Lorena Fernández.

Villa Rica, Pasco, Perú. 

 




Opinión: Se observa un aumento de tamaño y cambio de coloración del extremo distal, del tercer dedo de pie izquierdo. Parece haber involucramiento de la uña por el proceso tumoral, lo que podría ser explicado por invasión directa del lecho ungueal, o más probablemente por compromiso de la matriz ungueal.

La primera impresión que me causó la imagen fue la de perniosis. El diagnóstico de perniosis ha aumentado desde la aparición del Covid 19, por lo que siempre que existen este tipo de lesiones hay que considerarlo y realizar serología, además de un interrogatorio sobre si ha padecido la enfermedad, aunque este último punto ya se va tornando irrelevante, dado que prácticamente toda la población mundial, ha tenido infección por este virus. Sin embargo, el largo tiempo de evolución, la ausencia de prurito, y dolor, alejan la probabilidad de Perniosis.

Creo que antes de considerar diagnósticos diferenciales, apelaría a las imágenes en este caso. En primer lugar, una radiografía focalizada del dedo y del resto del pie, y una ecografía de partes blandas. Con estos dos procedimientos diagnósticos simples, económicos y disponibles podemos descartar compromiso óseo (con la Rx), erosiones, lesiones líticas, cuerpos extraños, secuestros, dado que hay procesos como osteomielitis crónica, o procesos neoplásicos primarios (encondromas, exostosis subungueal), o más raramente secundarios (metastásicos),  óseos, que pueden tener esta presentación. La ecografía es para explorar partes blandas y detectar la presencia de crecimiento anormal, abscesos, tumores glómicos, queratoacantoma, schwanoma, sarcomas, dactilitis tuberculosa etcétera. De acuerdo a los hallazgos, puede haber necesidad de seguir estudiando la zona con TC y/o RMN, así como una punción-aspiración de partes blandas si hubiese zonas hipoecoicas en la ultrasonografía, para llevar a cabo estudios microbiológicos, bacterianos, micobacterianos, etcétera, así como eventual biopsia para estudios anatomopatológicos. Otros diagnósticos a considerar son los granulomas por cuerpos extraños, por lesiones traumáticas o heridas que a veces no son recordadas por el paciente

 

viernes, 21 de julio de 2023

Casos Clínicos: Mujer de 37 años con eritema facial e inflamación de pabellones auriculares de tres meses de evolución.

 

Un colega de Portoviejo, Ecuador, envía estas imágenes con el siguiente texto:

 

Hola doctor, buenas tardes.

Tengo un caso intrigante para discusión




Una mujer de 37 años sin antecedentes médicos significativos acude hoy para seguimiento por eritema hemifacial y en el oído izquierdo.

La paciente recuerda que el primer episodio fue hace 3 meses, presentaba eritema y quemazón bilateral en pabellones auriculares, fue tratada como infección fúngica y recibió tratamiento tópico con triamcinolona y nistatina. Parecía mejorar en 2-3 semanas. Tan pronto como terminó el tratamiento, los síntomas recayeron.

 

La paciente consultó nuevamente por la misma sintomatología, empeorando en el pabellón auricular izquierdo, siendo remitido por médico tratante a dermatología y reumatología. Comenzaron tratamiento con prednisona 5 mg VO BID (que la paciente tomó solo un par de días) y el dermatólogo prescribió tetraciclina por 10 días y cambió a doxiciclina por 14 días sin mejoría significativa. El reumatólogo ordenó estudios de laboratorio, los resultados no fueron concluyentes, siendo el hallazgo más significativo: ANA positivo.

El dermatólogo realizó una biopsia del pabellón auricular izquierdo con resultados no concluyentes, el informe denominado: Hallazgos compatibles con dermatitis.

La paciente también probó durante un par de días con metronidazol tópico pero no funcionó y lo suspendió.

La paciente vino hace dos días con otro brote, y le recetaron un paquete de dosis de Medrol, solo tomó la dosis inicial (60 mg) y la suspendió hoy.

C3, C4, Anti Ro, Anti La, Anti Sm, Anticuerpo anticardiolipina IgG, IgM, VIH, Hep C, B, VDRL, Anticoagulante lupico
Hemograma, perfil hepático y renal, uroanalisis, LDH, PCR normal, VSG solo se elevo a 50 durante el primer brote, anti DNA todos negativos

Su estado de ánimo es plano hoy, todavía se queja de una sensación de ardor en el oído izquierdo.

La paciente niega ideas o planes suicidas u homicidas, también niega fiebre, tos, SOB, palpitaciones, dolor torácico, dolor abdominal, cambios en el calibre de las heces.

Estamos en la duda si es una Relapsing polychondritis y que sea seronegativa

Por cuestiones de hippa si déjeme anónimo esta vez profesor, solo intento dar una solución al problema de la paciente.

Clínicamente y como se comporta la enfermedad da para pensar en autoimmune, más la biopsia y los complementarios no ayudan, y no respondió a una semana de prednisona a dosis de 2 mg/kg

Es un verdadero enigma

 

 

 

Opinión: Las imágenes muestran inflamación de pabellón auricular izquierdo, al cual parece afectar casi en su totalidad, excepto el lóbulo de la oreja, que parece bastante respetado, asociado a eritema en la región hemifacial homolateral. El antecedente de que el cuadro tiene tres meses de evolución, y que ha tenido durante ese período de tiempo, momentos de remisión, seguidos por períodos de exacerbación, son interesantes al momento de plantear hipótesis diagnósticas. La paciente fue tratada con corticoides tópicos tópicos y sistémicos, antimicóticos y antibióticos con escasos resultados. Sin embargo, el efecto de los corticoides sobre el proceso no pueden ser evaluados ya que cuando fueron administrados en dosis adecuadas para el proceso sospechado, la paciente tomó sólo una dosis, suspendiéndolos.

El proceso sospechado, policondritis recidivante (PR), podría presentarse de esta manera, especialmente expresándose por compromiso inflamatorio del cartílago auricular.

Por ahora, la historia no hace referencia a afectación de otros sistemas, que suelen verse comprometidos en PR, como articulaciones, grandes vías respiratorias, valvulopatías cardíacas, riñón, sistema ocular, gastrointestinal etcétera, pero hay que tener en cuenta que aproximadamente la mitad de los pacientes con PR comienzan con condritis auricular, antes de afectar oras localizaciones.

El laboratorio en PR es de valor intermedio dado que no existen elementos patognomónicos o específicos de la enfermedad.  Los FAN positivos, que este paciente presenta, suelen ser un hallazgo frecuente en PR, y sería importante saber los títulos de positividad y el patrón de los mismos, teniendo en cuenta que PR suele tener un patrón moteado. Sin embargo, la presencia de FAN positivos es un hallazgo de poca especificidad para el diagnóstico de PR. El resto de los hallazgos humorales en este paciente son negativos, excepto por un aumento moderado de la VSG. Hay un dato interesante en este caso, que es el aumento de la VSG con PCR normal. En general, cuando existe un cuadro inflamatorio/infeccioso/neoplásico… con aumento consecuente de los reactantes de fase aguda, un aumento de la VSG, casi siempre va acompañado del aumento de la PCR. Más aún, a veces la PCR aumenta antes o durante parte del proceso, sin un aumento significativo de la VSG. De hecho, procesos eminentemente inflamatorios como la arteritis de células gigantes, puede, aunque raramente, tener VSG normal, y esos pacientes tienen alta la PCR. Esta situación puede verse hasta en un 30% de los casos de ACG. La situación inversa, (VSG elevada con PCR normal), como `presenta esta paciente, es mucho más rara, y hasta donde yo sé, el lupus eritematoso sistémico (LES), es una de las pocas entidades que pueden dar esta combinación de hallazgos. Sin embargo, esta paciente no reúne los criterios mínimos actualmente para el diagnóstico de LES, y el laboratorio, excepto por la positividad de los FAN, no aporta datos que refuercen esta consideración diagnóstica. Hay que recordar que la VSG, depende del aumento del fibrinógeno, y en menor medida de las gamaglobulinas, mientras que la PCR depende más, del aumento de IL6. El resto del laboratorio en esta paciente es normal. Sin embargo, el laboratorio carece de un dato que creo muy importante, como son los anticuerpos contra el citoplasma de los neutrófilos (ANCA), no sólo porque se pueden ver en policondritis recidivante, sino porque su presencia, hace pensar en otro diagnóstico que es un diferencial importante con PR, y que es la granulomatosis con poliangeítis (enfermedad de Wegener), con la cual la PR, comparten muchos síntomas o afectaciones sistémicas a saber: enfermedad laringo-tráqueo-bronquial, glomerulonefritis, epiescleritis, afectación del cartílago nasal con nariz “en silla de montar”, y especialmente, porque viene al caso con esta paciente, la condritis auricular. Es decir que ANCA c, y ANCA p deberían ser solicitados en este caso, ya que su presencia, en el caso de un paciente en quién se sospecha PR, es sugerente de granulomatosis con poliangeítis, o poliangeítis microscópica y no de PR. Los casos de PR con ANCA c  positivos por inmunofluorescencia suelen estar presentes a títulos bajos, y algo muy importante, suelen asociarse a anticuerpos contra la proteinasa 3 negativos, a diferencia de la granulomatosis con poliangeítis donde son positivos. En cambio, los pacientes con PR que tuvieron ANCA p positivos, fueron positivos para anticuerpos anti-mieloperoxidasa, como se ve en la poliangeitis microscópica. Por lo tanto, creo que hay que agregar al laboratorio, la solicitud de ANCA c, ANCA p, Ac anti-Proteinasa 3, y anti-mieloperoxidasa.

Es decir, que en este momento yo plantearía un diagnóstico presuntivo de PR, pero trataría de descartar granulomatosis con poliangeítis en primer término, y poliangeítis microscópica en segundo. Infección o malignidad : la inflamación auricular que simula la PR puede ser secundaria a un proceso infeccioso granulomatoso crónico o piógeno agudo, como tuberculosis, enfermedad fúngica, sífilis o lepra. La ausencia de adenopatías regionales debe hacer sospechar un proceso no infeccioso como el . La leucemia cutis y el linfoma también pueden presentarse como condritis auricular unilateral. Estas condiciones se pueden distinguir por biopsia y cultivo de RPC.

 

Otros diagnósticos diferenciales de esta paciente son las pericondritis infecciosas (generalmente secundarias a una infección por Pseudomonas aeruginosa ), pero también,  por hongos, tuberculosis , sífilis y lepra. Creo que la bilateralidad de la presentación de la condritis auricular, y sobre todo la remisión espontánea con exacerbación posterior, aleja la probabilidad de estos diagnósticos de etiología infecciosa. A veces, la enfermedad de Addison puede producir calcificación e inflamación del cartílago auricular por lo que debiera investigarse en la historia, si existen elementos que puedan hacer sospechar insuficiencia suprarrenal crónica (por ejemplo hipotensión ortostática, casi obligada en Addison no tratado). La ocronosis, que puede afectar el cartílago auricular en forma bilateral, así como la acromegalia, debieran ser considerados sólo, si de la historia se desprende alguna conexión con estas entidades (pigmentación, en caso de ocronosis, o crecimiento acral, mandibular etc en caso de acromegalia).

Existe un cuadro muy poco frecuente, el síndrome del oído rojo (red ear syndrome), que se caracteriza por episodios unilaterales o bilaterales de eritema auricular y ardor que duran de segundos a horas. A diferencia de la PR, las manifestaciones no persisten durante días y los episodios no responden a las terapias antiinflamatorias. Los pacientes con esta afección informan con frecuencia antecedentes de migraña, trastornos del dolor temporomandibular o del trigémino. Los pacientes mayores pueden tener espondilosis cervical sintomática.

 

Siempre que se sospecha PR, hay que considerar que, hasta un tercio de pacientes con PR, pueden presentar vasculitis sistémica, enfermedades del tejido conectivo, enfermedades autoinmunes, o condiciones malignas, y no se sabe con certeza si estas asociaciones son casuales, por compartir alguna predisposición genética

Finalmente, cómo confirmamos el diagnóstico de PR. Clásicamente, si bien la sospecha es clínica, existen criterios que se exigen para que el diagnóstico quede firme, además de descartar las entidades que mencioné antes. Los criterios utilizados son los de Criterios de  McAdam: los criterios originales (McAdam) requerían la presencia de tres o más de las siguientes características clínicas:

  1. Condritis auricular bilateral
  2. Poliartritis inflamatoria seronegativa no erosiva
  3. Condritis nasal
  4. Inflamación ocular (conjuntivitis, queratitis, escleritis/episcleritis, uveítis)
  5. Condritis del tracto respiratorio (cartílagos laríngeos y/o traqueales)
  6. Disfunción coclear y/o vestibular (pérdida auditiva neurosensorial, tinnitus y/o vértigo)

Posteriormente fueron aceptados los Criterios modificados de Damiani, que requieren:

  1.  Al menos tres de los criterios diagnósticos de McAdam
  2. Uno o más de los hallazgos clínicos incluidos en los criterios de McAdam, con confirmación histológica positiva
  3. Condritis en dos o más localizaciones anatómicas separadas con respuesta a glucocorticoides y/o dapsona

Hay que decir que la histología en el caso de esta paciente, no se puede aceptar como criterio, ya que la descripción de la misma fue absolutamente inespecífica, y en PR debiera haber un infiltrado pericondral pleomórfico de linfocitos con una proporción variable de células polimorfonucleares, monocitos/macrófagos y células plasmáticas en la unión condrodérmica, junto con depósitos granulares gruesos que consisten principalmente en inmunoglobulina (Ig) y complemento. Las regiones contiguas de cartílago muestran evidencia de agotamiento de proteoglicanos

 

 

 

 

jueves, 20 de julio de 2023

Casos Clínicos: Varón de 22 años con máculas eritematovioláceas en región dorsolateral del tórax.

 

El Dr. “Jean Pierre”, de Lima, Perú,  envía esta imagen y el siguiente texto:

Buenos días Dr. Macaluso. Soy interno de medicina de Perú, y quería adjuntarle una foto para que nos ayude con el diagnóstico de un paciente de 22 años quien presenta esa mancha desde los 7 años, que en los últimos días aumentó en número y presenta un halo eritematoso, además de que presenta prurito leve.. el paciente no refiere ningún antecedente de importancia, y no refiere haber tomado ningún médicamento

Muchas gracias de antemano Dr... Si es posible lo podría poner en el grupo



 

 

 

Opinión: Las lesiones mostradas son máculas redondas a ovales, bien delimitadas, de color eritemato-violáceas, conformadas por un anillo eritematoso y un centro más oscuro, de color violáceo-púrpura, que son típicas del ERITEMA PIGMENTADO FIJO POR DROGAS.

El hecho de que el paciente refiera que no ha tomado medicamentos, no descarta el diagnóstico, que para mí es firme. Lo que sucede muchas veces, es que los pacientes no consideran fármacos a algunas sustancias como AINES, o en el caso de las mujeres los anticonceptivos orales etcétera. Hay que ser muy minucioso en el interrogatorio, para determinar cuál es el agente responsable de las lesiones. Una vez conocido, debe por supuesto suspenderlo y enfatizar sobre la evitación en el futuro del agente causante del cuadro.  En este caso, que presenta las lesiones desde los 7 años,  pero que ahora se han exacerbado, probablemente haya incorporado la droga responsable, que con las reexposiciones repetidas suelen aumentar en tamaño, en número y en agresividad, pudiendo en ocasiones ulcerarse.

 

El Eritema pigmentado fijo (Fixed Drug)es una farmacodermia y está caracterizado por la aparición de lesiones cutáneas y/o mucosas .

Puede afectar a personas de cualquier edad, pero la mayoría de los casos se produce en adultos jóvenes, tiene una distribución mundial sin diferencias raciales.

 

El EPF se manifiesta como manchas eritematosas o violáceas, redondeadas/ ovaladas bien definidas, ocasionalmente ampollosas con erosión central y de aparición fundamentalmente en mucosa oral, genital y perianal.

 

Varios son los fármacos más asociados con esta entidad tales como los antimicrobianos principalmente el sulfametoxazol-trimetoprim, los AINE, psicofármacos, anticonceptivos orales, etc.

Es típico que en cada ocasión que se ingiera el medicamento causal las lesiones se activen o aparezcan nuevas lesiones .

Es una de las cuatro farmacodermias más frecuentes junto a la urticaria, el exantema medicamentoso y el eritema exudativo multiforme.

miércoles, 19 de julio de 2023

Mujer de 32 años con dolor abdominal, sudoración nocturna y adelgazamiento.


En este ejercicio clínico se presenta un caso que es discutido por un médico internista al que se le van proporcionando datos de la historia clínica en forma secuencial, y este analiza el cuadro a la luz de los nuevos elementos, de una manera análoga al proceso diagnóstico en la práctica real de la medicina

 

 

Una mujer de 32 años acudió al servicio de urgencias con un historial de empeoramiento de su dolor abdominal de 6 meses de evolución. Calificó el dolor como 10 en una escala de 10 puntos de gravedad; el dolor se localizó en el epigastrio y se caracterizó por ser de naturaleza intermitente y tipo calambre, sin radiación sustancial. No se asoció con comer o hacer ejercicio, pero se asoció con una pérdida de peso involuntaria de 9 kg (20 lb). Informó escalofríos, sudores nocturnos, tos no productiva y disnea intermitente y sibilancias que no respondían al albuterol inhalado. Informó que no había tenido fiebre, cefaleas, alteraciones de la visión, dolor torácico, náuseas, emesis, cambios en los hábitos intestinales ni síntomas genitourinarios. Sus ciclos menstruales eran normales.

 

 

PONENTE

Los trastornos gastrointestinales localizados (p. ej., gastritis, úlcera péptica y pancreatitis) podrían causar dolor abdominal crónico, pero no explicarían los síntomas sistémicos de esta paciente. Escalofríos, sudores y pérdida de peso sugieren una enfermedad sistémica infecciosa, inflamatoria o neoplásica. Una infección indolente, como tuberculosis o histoplasmosis, también podría explicar sus síntomas pulmonares. Un cáncer, como un linfoma, podría causar una constelación similar de síntomas como resultado de la linfadenopatía pulmonar y abdominal. Los síntomas adicionales que sugieran una enfermedad autoinmune (fenómeno de Raynaud, artritis, úlceras orales y cambios en los ojos o la piel), exposiciones infecciosas y antecedentes familiares de enfermedad inflamatoria o cáncer ayudarían a refinar el diagnóstico diferencial.

 

 

EVOLUCIÓN

La paciente notó dolor articular intermitente en ambas manos, pero no informó cambios de color en los dedos ni dolor en otras partes de sus extremidades. Informó que había tenido cambios en la piel de sus piernas en el transcurso de 6 meses, con protuberancias no dolorosas presentes en los sitios de tatuajes recientes. No tenía ojos secos, boca seca, úlceras bucales, dolor torácico pleurítico, fotosensibilidad ni alopecia. Su historial médico era notable por reflujo gastroesofágico y estreñimiento. No tenía antecedentes de cirugía. Sus medicamentos incluían paracetamol dos veces al día para el dolor abdominal, con un efecto modesto. No tenía alergias conocidas. Se identificó como negra y vivía en Boston; trabajaba como asistente de atención al paciente y no viajaba fuera de Massachusetts. Era sexualmente activa con una pareja masculina y usaba condones constantemente. Había fumado medio paquete de cigarrillos al día durante 13 años, y rara vez usaba marihuana o vapeaba. No tenía exposiciones conocidas a partículas inhaladas como sílice o polvos metálicos, incluido el berilio. Consumía ocho bebidas alcohólicas a la semana. Informó que no consumía otras drogas. No había antecedentes familiares de cáncer o enfermedad gastrointestinal; una tía tenía sarcoidosis.

 

 

PONENTE

El reflujo y el estreñimiento podrían contribuir al dolor abdominal, pero no explicarían los sudores nocturnos ni la pérdida de peso. La ausencia de viajes fuera de Massachusetts reduce la preocupación por una micosis endémica como la histoplasmosis, pero su ocupación en el cuidado de la salud aumenta el riesgo de tuberculosis. Aunque su consumo de alcohol excede modestamente la ingesta "saludable" (<7 bebidas por semana en mujeres), es poco probable que cause complicaciones relacionadas con el alcohol a esta edad. Los cambios en la piel relacionados con los tatuajes se pueden observar en condiciones infecciosas e inflamatorias o granulomatosas, más clásicamente en la sarcoidosis; los antecedentes familiares aumentan la preocupación por la sarcoidosis.

 

 

EVOLUCIÓN

La temperatura oral de la paciente era de 36,5°C, la frecuencia cardíaca de 62 latidos por minuto, la presión arterial de 122/66 mm Hg, la frecuencia respiratoria de 16 por minuto y la saturación de oxígeno del 98% mientras respiraba aire ambiente. Su altura era de 163 cm y su peso de 58 kg, para un índice de masa corporal (el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la altura en metros) de 21,8. Tenía buen aspecto, sin caquexia. Las conjuntivas, orofaringe y glándulas parótidas eran normales. Había linfadenopatía no dolorosa bilateralmente en las cadenas cervical, supraclavicular, axilar e inguinal. Los exámenes cardíaco y pulmonar fueron normales. El abdomen estaba blando y no distendido, con leve dolor a la palpación profunda en el epigastrio sin rebote, defensa, organomegalia u otras masas. Las extremidades mostraban sensibilidad leve a la palpación en el codo izquierdo y la rodilla derecha, con un rango completo de movimiento y sin eritema, hinchazón o derrame; las articulaciones restantes no tenían nada especial. El examen neurológico fue normal. La piel del paciente estaba caliente y seca; Había pápulas eritematosas y violáceas dispersas, firmes, ligeramente erosionadas, no dolorosas, en los brazos y las piernas, con agrupamiento o cluster en la rodilla derecha y tatuajes bilaterales suprayacentes en las piernas (Figura 1 ).


 

Figura 1. Cambios en la piel.

Los paneles A y B muestran cambios en la piel que recubren los tatuajes en la parte lateral de la pierna derecha (Panel A) y en la parte posterior de la pierna izquierda (Panel B). El panel C muestra un grupo de pápulas en la superficie medial de la rodilla derecha.

 

 

PONENTE

Aunque la linfadenopatía difusa puede reflejar procesos infecciosos o inflamatorios, el linfoma es motivo de especial preocupación. La combinación de artralgias, linfadenopatías y exantemas podría explicarse por lupus eritematoso sistémico incluso sin fenómeno de Raynaud, fotosensibilidad o alopecia. La erupción papular eritematosa puede ser causada por una infección como la borreliosis o una enfermedad micobacteriana, cánceres como el linfoma cutáneo de la zona marginal o el linfoma de células T, o una reacción inflamatoria dérmica. La asociación con la tinta del tatuaje es característica de la sarcoidosis, pero también puede verse en el contexto de un pseudolinfoma cutáneo (linfoproliferación benigna en respuesta a antígenos cutáneos) o infecciones relacionadas con la inoculación local.

 

 

EVOLUCIÓN

Los resultados de las pruebas de función hepática y los niveles séricos de electrolitos, creatinina, calcio, lipasa y hormona estimulante de la tiroides fueron normales, al igual que el tiempo de protrombina y el tiempo parcial de tromboplastina. El recuento de glóbulos blancos fue de 5240 por microlitro, con 36,1 % de neutrófilos (rango de referencia, 48 a 76), 36,8 % de linfocitos (rango de referencia, 18 a 41), 11,6 % de monocitos (rango de referencia, 4 a 11) y 14,5 % eosinófilos (rango de referencia, 0 a 5); el nivel de hemoglobina era de 13,6 g por decilitro y el recuento de plaquetas de 338.000 por microlitro. La velocidad de sedimentación globular era de 50 mm por hora (rango de referencia, 0 a 20) y el nivel de proteína C reactiva era normal. El nivel de lactato deshidrogenasa fue de 294 U por litro (rango de referencia, 135 a 225), el nivel de enzima convertidora de angiotensina de 146 U por litro (rango de referencia, 16 a 85), y el nivel de IgG total 2243 mg por decilitro (rango de referencia, 700 a 1600). Un ensayo de liberación de interferón gamma para tuberculosis fue negativo, al igual que la prueba de inmunoglobulina para sífilis. Las pruebas serológicas para los virus de la hepatitis A, B y C, el virus de la inmunodeficiencia humana, los anticuerpos antinucleares, los anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos y los anticuerpos anti-ADN de doble cadena fueron negativos; los niveles de C3 y C4 eran normales. El análisis de orina fue normal y una prueba de embarazo en orina fue negativa.

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PONENTE

Muchas de estas pruebas sugieren una mayor activación no específica del sistema inmunitario. Una velocidad de sedimentación globular elevada con un nivel normal de proteína C reactiva se puede observar en el contexto de infecciones, enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico y cánceres con sobreproducción de inmunoglobulinas (p. ej., macroglobulinemia de Waldenstrom y mieloma múltiple). La eosinofilia puede ocurrir con cánceres, incluidos los linfomas; en trastornos inflamatorios, como la sarcoidosis; o en infecciones (típicamente infecciones parasitarias, pero también otras, incluidas infecciones fúngicas). Un nivel sérico elevado de enzima convertidora de angiotensina también es inespecífico e inadecuado para el diagnóstico de sarcoidosis; puede estar elevado en el contexto de linfoma de Hodgkin, coccidioidomicosis y beriliosis, entre otras condiciones. El ensayo de liberación de interferón gamma negativo hace que la tuberculosis sea menos probable, pero este ensayo puede ser falso negativo en pacientes con tuberculosis diseminada. La negatividad para anticuerpos antinucleares básicamente descarta el lupus eritematoso sistémico. La ausencia de proteinuria o hematuria descarta glomerulonefritis. En general, sigo preocupado por el linfoma, con sarcoidosis como posible diagnóstico alternativo.

 

 

EVOLUCIÓN

La tomografía computarizada (TC) de tórax y abdomen realizada después de la administración de material de contraste ( Figura 2A a 2D ) mostró adenopatías peritoneales y retroperitoneales difusas torácicas y voluminosas extensas, así como opacidades pulmonares nodulares subcentimétricas en el lóbulo inferior que eran compatibles con un posible "signo de la galaxia". ” (es decir, granulomas pulmonares coalescentes que crean una apariencia de masa) ( Figura 2A ). La tomografía por emisión de positrones (PET) de cuerpo entero mostró ganglios linfáticos intensamente hipermetabólicos en las regiones cervical, retrofaríngea, mediastínica, mamaria interna, subcarinal, axilar, abdominopélvica, periaórtica, mesentérica, ilíaca e inguinal. Se observaron lesiones hipermetabólicas adicionales en áreas de hueso, pulmón y piel ( Figura 2E a 2H ).

 


Figura 2. Tomografías computarizadas y PET de tórax, abdomen y pelvis.

Las tomografías computarizadas mostraron nódulos pulmonares coalescentes en el lóbulo superior derecho (marcados con un círculo en el Panel A), nódulos pulmonares en el lóbulo inferior en ambos pulmones (Panel B), linfadenopatía mediastínica e hiliar (Panel C) y linfadenopatía intraabdominal (Panel D). Las tomografías por emisión de positrones (PET) mostraron linfadenopatía en los ganglios cervicales hipermetabólicos (Panel E); ganglios axilares, pulmonares y mediastínicos (Panel F); ganglios intraabdominales y mesentéricos (Panel G); y ganglios inguinales (Panel H). La flecha en el Panel H indica el ganglio linfático inguinal del que se realizó la biopsia.

 

 

PONENTE

La linfadenopatía extensa es altamente sugestiva de un trastorno linfoproliferativo, en particular linfoma, y ​​el hipermetabolismo que se observa en la PET, respalda aún más este diagnóstico. La linfadenopatía de un tumor sólido metastásico, como el cáncer de mama o de pulmón, es poco probable en esta paciente joven sin evidencia de un tumor primario. La linfadenopatía hipermetabólica también puede estar asociada con procesos infecciosos o inflamatorios, incluidas infecciones bacterianas o fúngicas diseminadas o respuestas autoinmunes, como en el lupus eritematoso sistémico. La sarcoidosis sigue siendo posible, dadas las adenopatías mediastínicas e hiliares bilaterales simétricas, y también podría explicar la afectación cutánea y ósea; La sarcoidosis también es una causa bien reconocida de un signo de galaxia, aunque este hallazgo también puede ocurrir en otras afecciones, como la tuberculosis.

 

 

EVOLUCIÓN

El paciente se sometió a una biopsia por escisión de un ganglio linfático de la ingle derecha. La citometría de flujo de la muestra de tejido no mostró evidencia de un trastorno linfoproliferativo. El análisis patológico mostró borramiento de los ganglios linfáticos por linfadenitis granulomatosa no necrotizante sin células malignas ( Figura 3 ). La tinción Gram y ácido-resistente fue negativa, al igual que los cultivos bacterianos y fúngicos.

 


Figura 3. Tejido del ganglio linfático inguinal derecho con cambios granulomatosos difusos.

La imagen en el Panel B se muestra con un aumento de 5 veces el que se muestra en el Panel A. Las flechas indican granulomas no necrotizantes individuales.

 

 

PONENTE

El borramiento de la arquitectura de los ganglios linfáticos por granulomas con un núcleo no necrosante es característico, pero no específico, de la sarcoidosis. Las infecciones por hongos y micobacterias deben descartarse con cultivos microbiológicos y tinciones. Es posible que se necesiten múltiples muestras de biopsia para identificar la tuberculosis; sin embargo, el riesgo de tuberculosis de este paciente es relativamente bajo, y clásicamente tanto la tuberculosis como la infección fúngica aparecerían histológicamente como granulomas necrotizantes (caseificantes). Las reacciones granulomatosas de tipo sarcoide también se pueden observar en asociación con el linfoma de Hodgkin, los linfomas no Hodgkin, el seminoma en los hombres y una variedad de carcinomas; la correlación clínica es esencial para excluir esta posibilidad.En este caso, la combinación de hallazgos histológicos (incluida la ausencia de cáncer o infección), signos radiográficos y manifestaciones cutáneas son diagnósticos de sarcoidosis.

 

 

EVOLUCIÓN

Se prescribió prednisona a una dosis de 40 mg diarios y la paciente mejoró rápidamente de sus síntomas abdominales y pulmonares. No informó palpitaciones, mareos o síncope; un electrocardiograma no mostró alteraciones de la conducción. Una evaluación oftalmológica no mostró uveítis ni anomalías retinianas como lesiones de "goteo de cera de vela" (exudados perivenosos asociados con periflebitis en pacientes con sarcoidosis ocular aguda). Los cultivos de biopsia fueron negativos para micobacterias después de 60 días.

 

La paciente estuvo bien durante 1 año, pero tuvo una recurrencia de los síntomas después de completar una reducción gradual de prednisona. Se reinició el tratamiento con prednisona y se pasó al paciente a metotrexato (un inmunosupresor ahorrador de glucocorticoides).

 

Comentario

Esta mujer joven se presentó con dolor abdominal, sudoración y pérdida de peso involuntaria y se encontró que tenía linfadenopatía difusa, lo que despertó la preocupación por un linfoma. El diagnóstico diferencial de la linfadenopatía difusa es amplio, pero en última instancia, el hallazgo de granulomas no necrotizantes en la biopsia de ganglio linfático por escisión con el descarte de cáncer e infección condujo a un diagnóstico de sarcoidosis, el inicio de un tratamiento eficaz y la disminución de los síntomas.

 

La sarcoidosis se puede diagnosticar con una presentación clínica apropiada, evidencia de granulomas no necrotizantes en la biopsia de tejido y descartando otras causas de enfermedad granulomatosa. La sarcoidosis generalmente involucra los pulmones (en el 95 % de los pacientes en una serie grande 1 ), la piel (en el 24 %), los ganglios linfáticos (en el 15 %), los ojos (en el 12 %) y el hígado (en el 12 %), pero también puede involucrar otros órganos. Aunque las manifestaciones clínicas de compromiso cardíaco son raras, un estudio que involucró autopsias de personas con sarcoidosis mostró evidencia de granulomas (a menudo microscópicos) en aproximadamente una cuarta parte de los casos. 2Según un estudio que involucró una gran base de datos de atención médica de los EE. UU., la incidencia general de sarcoidosis es de 8 por 100 000 habitantes en los Estados Unidos, pero varía ampliamente según el sexo, la edad y la raza; Se encontró que las mujeres, las personas mayores de 45 años y las personas que se identificaron como negras tenían un riesgo elevado. 3El diagnóstico suele ser un desafío porque muchos pacientes, como en este caso, tienen una enfermedad que progresa gradualmente y, a menudo, síntomas inespecíficos. El examen anatomopatológico que muestre granulomas no necrotizantes y el descarte de cáncer e infección son necesarios para el diagnóstico de sarcoidosis en la mayoría de los casos; las excepciones incluyen pacientes con síndrome de Lofgren (una forma de sarcoidosis caracterizada por fiebre aguda, eritema nodoso, linfadenopatía hiliar bilateral y periartritis) o síndrome de Heerfordt (también llamado fiebre uveoparotídea, otra forma de sarcoidosis), en quienes la biopsia puede diferirse. 4

 

Se debe obtener una muestra de biopsia del sitio más accesible de presunto compromiso. Histológicamente, los granulomas están bien formados y tienen necrosis nula o mínima, como se observó en este caso. Los granulomas están compuestos por macrófagos epitelioides (macrófagos activados que se asemejan a células epiteliales), células gigantes multinucleadas y linfocitos T CD4+, a menudo rodeados de infiltrados linfocíticos limitados sin inflamación neutrofílica pronunciada. Debido a que los granulomas pueden formarse en respuesta a partículas o patógenos, se necesitan tinciones y cultivos especiales para descartar otras causas de enfermedad granulomatosa, incluida la infección por hongos y micobacterias. Se ha propuesto un papel para los microbios en la instigación de la reacción granulomatosa en la sarcoidosis. 5Las reacciones granulomatosas de tipo sarcoide también pueden ocurrir en cánceres, incluidos el cáncer de pulmón, el cáncer de mama y los linfomas. 6

 

Las lesiones cutáneas en los sitios del tatuaje, como en este paciente, son características de la sarcoidosis; pueden ocurrir en respuesta a pigmentos específicos 7 y pueden desarrollarse mucho después de colocarse un tatuaje. Las lesiones también pueden ocurrir en sitios de trauma ("sarcoidosis cicatricial"). Otras manifestaciones dermatológicas incluyen eritema nodoso (nódulos subcutáneos sensibles debido a paniculitis, a menudo sobre las espinillas), pápulas faciales cerosas y lupus pernio (placas violáceas crónicas, a menudo en la nariz y las mejillas). 8

 

La sarcoidosis pulmonar a menudo aparece radiográficamente como enfermedad pulmonar intersticial o nódulos pulmonares (granulomas). Estas anomalías en las imágenes suelen predominar en el lóbulo superior, a diferencia de las anomalías de este caso. Las anomalías pulmonares a menudo muestran un engrosamiento del tabique peribronquial e interlobulillar en un patrón que sigue a los tractos linfáticos. 9 Los nódulos pulmonares observados en pacientes con sarcoidosis pueden mostrar coalescencia, en un patrón conocido como signo de galaxia, como se observa en las imágenes de este paciente, aunque en este paciente había menos lesiones satélite alrededor de la masa que las que se observan clásicamente (Figura 2A ) . 10

 

Después del diagnóstico de sarcoidosis, se debe realizar una evaluación de otros sitios de afectación, incluidos el corazón y los ojos. La afectación cardíaca es una de las principales causas de muerte, relacionada con las arritmias. Como se hizo en este caso, los pacientes deben someterse a un examen electrocardiográfico y evaluar síntomas como palpitaciones, mareos y síncope. Si existe preocupación acerca de la afectación cardíaca, se debe buscar la monitorización Holter, la ecocardiografía y, posiblemente, imágenes adicionales mediante resonancia magnética cardíaca o PET. Debido a que la afectación ocular puede ser asintomática, todos los pacientes deben someterse a una evaluación oftalmológica. 11 Directrices recientes 4También recomienda la detección de calcio sérico para el metabolismo anormal del calcio causado por la activación de la vitamina D por parte de los macrófagos, lo que puede provocar lesión renal y aumento de la resorción ósea.

 

Las imágenes a menudo revelan compromiso asintomático de otros tejidos, incluidos huesos y músculos, como se observó en este paciente. La afectación ósea puede afectar el esqueleto axial, las manos y los pies, así como la artritis de las articulaciones grandes y pequeñas, 12 que pueden haber causado las artralgias de este paciente. Cuando se toman muestras, el líquido sinovial muestra un recuento de glóbulos blancos moderadamente elevado y el tejido sinovial muestra infiltrados de células mononucleares inespecíficos, aunque no necesariamente granulomas. 13

 

El tratamiento de la sarcoidosis no es necesario de forma rutinaria, pero está indicado en personas con síntomas progresivos o lesión de órganos. Dada la extensión de los síntomas de esta paciente y la linfadenopatía sospechosa de causar su dolor abdominal, se inició el tratamiento con terapia con glucocorticoides. Los datos de ensayos clínicos y las guías de consenso respaldan el uso de primera línea de glucocorticoides, generalmente prednisona en una dosis de 20 a 40 mg diarios, que generalmente se reduce después de 3 a 6 meses (o antes si ocurren efectos adversos importantes). 14 Si el tratamiento con glucocorticoides no puede reducirse con éxito, se pueden agregar agentes inmunosupresores como metotrexato, inhibidores del factor de necrosis tumoral u otros medicamentos (micofenolato de mofetilo, leflunomida o azatioprina).

 

Este caso destaca el amplio diagnóstico diferencial de la linfadenopatía difusa, el valor de la toma de muestras de tejido y la importancia de considerar la sarcoidosis en el diagnóstico diferencial. En este caso, inicialmente se sospechó fuertemente de linfoma, pero los resultados del examen anatomopatológico descartaron este diagnóstico y apuntaron a la sarcoidosis como la causa de las manifestaciones multisistémicas de este paciente.

 

 

Traducido de:

A Bumpy Road to Diagnosis

Jacob J. Cedarbaum, M.D., M.S.Ed., Deepak A. Rao, M.D., Ph.D., Hiroto Hatabu, M.D., Ph.D., Katherine H. Walker, M.D., and Joseph Loscalzo, M.D., Ph.D.

https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMcps2304844?query=featured_home

 

 

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