El Dr. Pablo Ramos, de Tamaulipas México, envió esta imagen con el siguiente texto:
Un niño de 9 años acudió a la consulta con
palpitaciones bruscas al caminar.
No había realizado ejercicio previamente y no tenía
antecedentes de cardiopatía.
Al llegar a la unidad médica el paciente estaba
consciente y orientado, sin signos de dificultad respiratoria.
La auscultación cardiaca mostró tonos rítmicos a 240
latidos por minuto (lpm).
Prueba de función tiroidea normal, Analítica normal,
temperatura 36.5, FR 22 spo2: 98%
Dr Pablo Ramos.
Tamaulipas Mexico
Opinión: Se observa una taquicardia regular con una
frecuencia de 240/min, de complejos QRS angostos, lo que equivale decir que se
trata de una taquicardia supraventricular, es decir, que se origina por encima de
la bifurcación del haz de His, y que requieren de la participación de la aurícula
o de la unión aurículo-ventricular (UAV), para iniciar o sostenerse. Las causas
más comunes de este tipo de arritmias
son las TAQUICARDIAS POR REENTRADA DE LA
UAV, seguidas por la TAQUICARDIA REENTRANTE AURÍCULO VENTRICULAR, y la
TAQUICARDIA AURICULAR entre otras. En general, estas taquicardias de complejos
angostos son de diagnóstico fácil, y el manejo correcto del episodio suele abortar
la arritmia aguda. La mayoría son
curables con ablación por radiofrecuencia, lo que significa que deben ser
sometidas a un estudio electrofisiológico para determinar el mecanismo de la
arritmia. La mayoría de estas arritmias son manejadas inicialmente con
maniobras vagales y/o antiarrímicos.
Adenosina, betabloqueantes, bloqueantes cálcicos son las drogas más
utilizadas en la emergencia.
Antes del estudio electrofisiológico y la eventual
ablación por radiofrecuencia, debe someterse a los pacientes a estudios de imágenes especialmente un ecocardiograma
para determinar si existe alguna cardiopatía de base como por ejemplo una
cardiopatía congénita o adquirida que esté obrando como sustrato para la aparición de la arritmia
.
1 comentario:
Como siempre se incide, es importante la anamnesis detallada, incluidos familiares. Personalmente he atendido casos de taquicardias o taquiarrirmias difícilmente detectables y que resultaron secundarios a ingestión de sustancias como te verde, quesos muy fermentados, drogas, o alimentos contaminados con plaguicidas.
Publicar un comentario