El Dr. Osnaider Murillo, de Barranquilla Colombia envía estas imágenes con el siguiente texto:
Muy buena tarde Doctor, inicio deseándole feliz
cumpleaños y que Dios siga bendiciendo su vida . Traigo a colación este caso de
femenina de 22 años sin antecedente, no hay síntomas asociados solo esta lesión
en piel sobre antebrazo y abrazo izquierdo , la cual apareció desde hace aprox
10 días . El único antecedente o relación fue exposicion a agua mala ( la cual
al parecer tuvo contacto) 3 días previos. De antemano gracias
Dr. Osnaider Murillo.
Barranquilla. Colombia.
Opinión: Las lesiones son francamente
eritematosas, de aspecto urticariforme, con zonas rojo violáceas en las zonas
centrales, elevadas, separadas de la piel normal por bordes nítidos. Llama la
atención también, en la primera imagen, ampliada, la presencia de puntos negros
distribuidos aleatoriamente sobre la zona eritematosa. La historia no refiere
la palpación de trayectos venosos engrosados como suelen verse en
tromboflebitis superficiales. Las lesiones se distribuyen en todo el miembro
superior, y mi primera impresión había sido de linfangitis. Sin embargo, con el
antecedente referidopor el Dr Murillo, de que la paciente había estado expuesta
a “agua mala”, fui a buscar algo sobre el tema y parece ser que las lesiones
son perfectamente compatibles con PICADURA POR CARABELAPORTUGUESA, o FRAGATA
PORTUGUESA, también conocida como AGUA MALA, BOTELLA AZUL y muchas otras
denominaciones.
La carabela portuguesa (Physalia
physalis), es un hidrozoo (no una verdadera medusa) que se encuentra en todo el
mundo. Mide hasta 25 cm de largo con múltiples tentáculos colgantes de hasta 30
m de largo. Physalia forma una colonia, lo que significa que la campana y los
tentáculos surgen de diferentes organismos. También difieren en tamaño: grandes
en el Atlántico ("carabela portuguesa") y más pequeñas en el Pacífico
("medusa moscarda"). Las picaduras de P. physalis generalmente
resultan en efectos locales que consisten en dolor moderado a severo y lesiones
cutáneas con eritema o necrosis. Sin embargo, rara vez se desarrollan síntomas
sistémicos. Estos incluyen vómitos, dolor abdominal, espasmos musculares, dolor
de cabeza, síncope, confusión, dificultad para respirar y dolor en el pecho. Se
ha descrito la muerte por paro respiratorio primario.
Las medusas se encuentran
en aguas costeras cálidas y frías en todo el mundo. Aproximadamente 100 de las
10 000 especies son peligrosas para los humanos y se estima que las medusas
pican a unos 150 millones de personas al año.
Los pacientes a menudo no
ven la medusa o el tentáculo, pero experimentan dolor inmediato en el momento
de la picadura. Las lesiones urticariales lineales y rojas suelen desarrollarse
unos minutos después. A veces, estas lesiones no aparecen hasta varias horas
después. Las lesiones a menudo arden intensamente y pueden picar y palpitar. El
dolor puede irradiarse por la extremidad hasta el torso. Las lesiones
generalmente se resuelven en 10 días, aunque ocasionalmente pueden persistir
durante semanas. La necrosis cutánea puede producirse con picaduras más graves,
incluidas las causadas por C. fleckeri y P. physalis . Las lesiones
eritematosas iniciales suelen localizarse en la zona de la picadura. En algunos
casos, las erupciones urticariales papulares pueden recurrir de 7 a 14 días
después y pueden ser intensamente pruriginosas. En raras ocasiones puede
desarrollarse isquemia de los dedos de las manos o de los pies; se presenta con
dolor, parestesias y eritema que progresa durante 1 a 10 días hasta convertirse
en edema, cianosis y signos de necrosis. En los informes de casos, los síntomas
mejoraron después de la administración de análogos de prostaglandina
intravenosos o uroquinasa intraarterial. A menudo se requiere fasciotomía para
el síndrome compartimental y desbridamiento para la necrosis tisular si no hay
mejoría después de la terapia médica. Respecto a los síntomas sistémicos de
envenenamiento, aunque es poco frecuente, se han registrado muertes por
picaduras de P. physalis (la carabela portuguesa) debido a paro respiratorio.
En cambio, las picaduras de medusas de caja (p. ej., C. fleckeri ) han provocado
más de 70 muertes confirmadas en Australia y la región del Indopacífico.
En cuanto al manejo de
estos cuadros, los primeros auxilios en la costa se basan en las especies de
medusas predominantes en la región. En cuanto a las picaduras graves, el
rescatista debe sacar a la víctima del agua y evaluar las vías respiratorias,
la respiración y la circulación, y proporcionar medidas de soporte vital básico
según sea necesario. Si la picadura se da en zonas donde se han descripto muertes
como Australia tropical o en la región del Indopacífico (incluido Hawái) y
tengan dolor moderado o intenso, síntomas sistémicos (p. ej., náuseas, vómitos,
dolor más allá del lugar de la picadura, dolor de cabeza o alteración del
estado mental) o paro cardiorrespiratorio, se sugiere la aplicación tópica
(rociado o rociado) de vinagre durante 30 segundos, siempre que esté
disponible, seguida de la extracción manual de los tentáculos visibles. La
extracción manual debe realizarse arrancando los tentáculos con las puntas de
los dedos y no supone un peligro para el rescatador, aunque puede producirse
una picadura leve. Después de retirar los tentáculos, el rescatador debe enjuagarse
las manos con agua de mar. Si no se dispone de vinagre, el rescatador debe
retirar los tentáculos visibles a mano y luego enjuagar el sitio de la picadura
con agua de mar. El agua dulce promueve la activación de los nematocistos y no
debe utilizarse para enjuagar el sitio de la picadura. Debido a que la presión
durante la extracción manual de los tentáculos puede promover la descarga de
los nematocistos y el enjuague con agua de mar puede distribuir los
nematocistos intactos a áreas previamente no afectadas, es importante aplicar
vinagre primero, si es posible. Raspar el lugar de la picadura es ineficaz o
potencialmente dañino y debe evitarse. De manera similar, la crema de afeitar y
el bicarbonato de sodio mezclados con agua de mar pueden promover la descarga
de nematocistos por parte de A. alata y probablemente también deban evitarse en
el caso de picaduras de otras especies de medusas. Una vez realizado el
tratamiento tópico y la extracción de los tentáculos, se puede controlar el
dolor mediante la aplicación de una compresa fría química o hielo en una bolsa
de plástico seca. Los pacientes con picaduras de medusas graves justifican un
traslado oportuno en ambulancia para recibir atención médica definitiva. En
cuanto al control del dolor, la mayoría de las picaduras de medusas causan un
dolor local leve a moderado que responde a medidas locales y medicamentos
orales como paracetamol o ibuprofeno. La aplicación de lidocaína tópica 4% o
más, se ha asociado con una reducción del dolor subjetivo en dos sujetos
evaluados con tentáculos de ortiga marina y de carabela portuguesa. También
inhibe la descarga de nematocistos en modelos in vitro.
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