Un colega de Argentina me envía esta historia clínica
con el siguiente texto:
Estimado amigo, me interesaría mucho tener tu opinión
de éste caso.
Mujer de 17 años
MOTIVO DE CONSULTA: fiebre periódica, dolor abdominal
intermitente, cefalea, cansancio.
ENFERMEDAD ACTUAL: comienza a los 15 años de edad con
dolor abdominal y fiebre de 38-39 grados. El dolor abdominal se localizaba en
epigastrio, sin irradiación, continuo, sin acidez. La ve su médico de cabecera.
Examen físico negativo. Le indica dieta y solicita una ecografía el 10 de agosto
del 2016. (Ver informe) A nivel de la región periumbilical se observan imágenes
hipoecoicas la mayor de 14 mm
compatibles con adenitis mesentérica. A la semana se repite la ecografía
(Ver informe) No se observa patología apendicular. Tres ganglios aislados, el
mayor de 3 mm. en la región umbilcal. Se observa imagen con aspecto de cuerpo
lúteo en anexo derecho hemorágico de 48 mm. (No recuerda día del periodo). El
cuadro dura 15 días aproximadamente con fiebre y dolores intermitentes.
Consulta con un inmumólogo quien hace el diagnóstico
presuntivo de mononucleosis
Luego presenta cefaleas con algunos picos febriles que
duraban 1 a 3 días y con una periodicidad mensual aproximadamente.
Se consulta con un ginecólogo en abril del 2018 que
descarta patología ginecológica.
Las cefaleas eran hemicraneanas de comienzo lento,
dolor ocular, mareos y naúseas. Cuando la cefalea era intensa se acompañaba de
hipotensión e incluso presentó algunas veces desmayos. Cabe destacar que
presenta antecedentes familiares de migraña. Los cuadros se presentan en
general cuando vive situaciones de stress o falta de sueño. Se le indica migral
comprimidos que no mejoran el cuadro.
En mayo del 2019 consulta a un neurólogo quién le
solicita una resonancia nuclear magnética de cerebro que no muestra
alteraciones significativas. En el mismo momento se realiza una
angiorresonancia que da normal.
Se le indica Teledol (ketorolac 10mg.) al inicio del
cuadro si persiste naproxeno 250 mg. Las cefaleas mejoran en general con el
Teledol solo. La paciente por su cuenta a veces agrega Ibuprofeno 600. Tiene
aproximadamente dos episodios mensuales. Se siente muy cansada después de los
episodios. No se acompañan de malestares abdominales.
Los episodios febriles, entre 37,5 y 38,5 se repiten
de manera irregular, con intervalos variables que oscilan entre 15 días a dos
meses y duran 1 día. No presenta dolor abdominal durante los episodios pero sí
cansancio y sueño.
Antecedentes personales:
Parto por cesárea sin complicaciones. Tuvo varicela a
los 7 años.
Antecedentes familiares: migraña.
Examen físico: negativo (Siempre presentó examen
físico negativo)
Opinión: Hay algunas cosas que me gustaría saber de la
historia: saber por ejemplo su origen étnico, si nunca tuvo artralgias o
artritis, si nunca tuvo rash cutáneo, si hay antecedentes familiares de fiebre
periódica, si ha tenido episodios de dolores torácicos de tipo pleural, si no
tiene estudios de sedimentos de orina (en la historia no figura ningún
resultado de orina, y si alguna vez durante uno de los episodios de cefalea se
le realizó punción lumbar para análisis del LCR.
Dicho esto igual voy a hacer algunas consideraciones
con los elementos con los que contamos.
Creo que basados en los datos de la historia podríamos
decir que la paciente presenta un SÍNDROME DE FIEBRE PERIÓDICA. Los síndromes
de fiebre periódica evocan inmediatamente las enfermedades autoinflamatorias
dentro de las cuales la FIEBRE MEDITERRÁNEA FAMILIAR (FMF) es la más frecuente
de todas ellas (o por lo menos de las que cursan con síndrome de fiebre
periódica). Y por eso preguntaba arriba el origen étnico y los antecedentes
familiares, ya que generalmente en estos casos suele haber antecedentes
familiares y una etnia judía o de regiones del Mediterráneo. Casualmente la FMF
puede dar muchas cosas que ésta paciente presenta entre ellas la fiebre, el
dolor abdominal, y la cefalea, aun con meningitis aséptica y por eso preguntaba
si la paciente tenía algún estudio de su LCR durante un cuadro de cefalea. De
los demás cuadros de fiebres periódicas asociados a enfermedades
autoinflamatorias, creo que no vale la pena considerar ninguno de ellos en éste
caso, primero por su rareza, pero fundamentalmente porque no tiene clínicamente
un espectro de manifestaciones que obliguen a descartar entidades como : PFAPPA
(periodic fever with aphthous stomatitis, pharyngitis, and adenitis), TRAPS
(TNF receptor-1 associated periodic syndrome), HIDS (hyperimmunoglobulin D
síndrome), CAPS (cryopyrin-associated periodic syndromes), etc. Más allá de las
enfermedades autoinflamatorias hay otras entidades que pueden cursar con fiebre
periódica o al menos episódica como algunas enfermedades infecciosas (BRUCELOSIS,
PALUDISMO), neoplásicas (ENFERMEDAD DE HODGKIN con la fiebre de Pel Ebstein),
metabólicas (PORFIRIA INTERMITENTE AGUDA, que cursa además con dolor
abdominal), para los que ésta paciente tampoco tiene sustrato clínico ni
epidemiológico que ameriten considerarlas excepto ésta última (PAI), páralo que
al menos solicitaría estudios de porfirinas y porfobilinógeno en orina . Una
entidad que creo merece al menos ser tenida en cuenta es el SÍNDROME DE
MOLLARET, teniendo en cuenta la fiebre y la cefalea. El síndrome de Mollaret
que es una meningitis benigna recurrente a líquido claro asociada con infección
por HSV (generalmente HSV2), y que puede cursar con fiebre y es por eso muy
importante realizar una punción lumbar si repitiese el episodio de fiebre y
cefalea.
Finalmente quiero hacer dos consideraciones, una es
que ésta paciente presentó infección aguda/subaguda por EBV en abril de 2018
como lo muestra la presencia de VCA-IgM para EBV, así como positividad de EBNA.
Sin embargo su enfermedad comenzó 2 años antes lo cual hace que no pueda
atribuirse a EBV todo el cuadro. Y por otro lado, el SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA
que suele darse en pacientes de ésta edad en el contexto generalmente de
infección por EBV y que a veces puede cursar con aumento de la temperatura y
muchas veces se quejan de síntomas algunos de los cuales ésta paciente
presenta. Sin embargo, la temperatura en estos casos es de bajo tenor y no como
ésta paciente que presenta picos de hasta 39°C por lo que no consideraría
síndrome de fatiga crónica. Los pacientes inmunocompetentes con infección aguda
o crónica por CMV pueden tener fiebre prolongada y ésta paciente tiene una
infección por CMV pero en esos casos la fiebre no suele ser periódica y en mi
experiencia siempre cursan con hepatomegalia o esplenomegalia o ambas y
alteraciones importantes del hepatograma (aumento de aminotransferasas). Por
último, hago referencia a una entidad que siempre hay que dejarla para el
final, después de haber transitado por el derrotero diagnóstico sin éxito y que
es la FIEBRE FACTICIA. La fiebre facticia suele ser una manifestación de una
afección psiquiátrica subyacente que afecta predominantemente a mujeres y
profesionales de la salud. Los pacientes con fiebre facticia simulan estar
enfermos para obtener algún beneficio secundario. Los pacientes con fiebre
facticia también pueden mostrar evidencia de automutilación y, por lo general,
tienen antecedentes de múltiples hospitalizaciones, numerosas pruebas
diagnósticas negativas (p. ej., cateterismo cardíaco) y hasta cirugías. La
fiebre puede aumentar mediante la manipulación de termómetros. Las elevaciones
de temperatura manipuladas pueden ser extremas, a veces superiores a los 41 ºC,
y los ciclos de fiebre pueden no ir acompañados del comportamiento esperado del
paciente ni de signos físicos como escalofríos, cubrirse con mantas,
extremidades frías, sudoración, extremidades calientes y taquicardia. Por eso
es de buena práctica al menos una vez comprobar uno mismo la temperatura. El
uso generalizado actual de termómetros electrónicos disminuye la posibilidad de
manipular o cambiar termómetros. La fiebre también puede ser inducida por la
toma de medicamentos a los que los pacientes son alérgicos (por ejemplo,
fenolftaleína) o por inyección parenteral de sustancias extrañas (por ejemplo,
leche, orina, material de cultivo, heces). La enfermedad resultante puede estar
asociada con bacteriemia polimicrobiana, episodios de bacteriemia causados
por diferentes patógenos o infecciones recurrentes de tejidos blandos. Las
pistas para la fiebre ficticia incluyen la falta de otros signos objetivos de
enfermedad o testigos que confirmen los episodios febriles. Una evaluación
psiquiátrica de la paciente, puede dar pistas que fortalezcan nuestra
presunción. Por otro lado, las intervenciones psiquiátricas no han demostrado
ser efectivas para mejorar el cuadro cuando fiebre facticia es el diagnóstico.
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