sábado, 4 de enero de 2025

Casos Clínicos: Lesión dermatológica en región superior derecha del tronco

La Dra. Bethy Morales Terceros de Cochabamba Bolivia envía esta imagen sin más datos.

 


 

Opinión: Creo que se trata de NEVUS COMEDÓNICO. Hace poco vimos otro caso en el Rincón. Se trata de pápulas agrupadas siguiéndolas líneas de Blaschko. Cada pápula tiene en su centro un tapón de queratina. Lo importante aquí es saber si esto es la única manifestación o se da en el contexto de manifestaciones extracutáneas como anomalías esqueléticas, oftalmológicas, neurológicas, espinales etc, en cuyo caso se habla de “síndrome de nevus comedónico”

viernes, 3 de enero de 2025

Casos Clínicos: Paciente joven con parálisis descendente de 4 días de evolución.

 

La Dra. Quisbert Maritza envía este caso:

Buenas Tardes

Soy colega que trabaja em Brasil sigo mucho los casos clinicos. Aprendemos mucho.

Tengo um paciente joven com disminucion de la fuerza motora em 4 dias,

Distalmente comenzando simetricamente em miembros superiores y bajando para miembros inferiores

Sin antecedentes patológicos




 

 

 

Opinión: En principio impresiona un cuadro neurológico periférico coherente con polineuritis de rápida instauración y evolutiva. Evoca Guillain-Barré pero no obstante sería importante una exhaustiva historia clínico epidemiológica, edad, sexo, antecedentes, tóxicos, ambiente laboral, drogas, alcohol, fiebre o diarrea o cuadro de vías aérea días atrás, diabetes, defectos nutricionales . En el examen físico es importante la semiología neurológica, reflejos osteotendinosos, fuerza objetiva compromiso asociado de la sensibilidad superficial, profunda, marcha etc etc. Interrogar sobre personas cercanas que estén en la misma situación (como se ve en brotes de botulismo).

Por lo que dice el muy acotado resumen de historia el cuadro tiene algunas características de suma importancia, la primera de ellas es que se trata de un compromiso motor de los cuatro miembros. En segundo lugar que es evolutivo y descendente. En tercer lugar que hay aparentemente compromiso motor puro (no se habla de parestesias, anestesias disestesias dolor etc). En cuarto lugar es que existe predominio distal por sobre proximal.

En resumen podemos decir que se trata aparentemente de un cuadro aparentemente neurológico periférico motor puro (aunque debiera también evaluarse una miopatía aguda de tipo miastenia/miasteniforme, parálisis periódica hipo/hiperpotasémica, miopatías enzimáticas,parálisis por garrapatas etc ). Como todo cuadro de neuropatía periférica la mnemotecnia DANG THERAPIST a mí me fue siempre muy útil para no olvidar ninguna causa probable (Diabetes, Alcohol, Nutricional, Guillain-Barré) (Tóxicas (plomo arsénico etc), Hereditarias, Recurrenciales, Amiloide, Porfiria, Infección (HIV, mononucleosis, lepra, difteria, botulismo), Sistémicas ( uremia, disproteinemia),Tumorales (paraneoplásicas).

Finalmente digo que el Guillain Barré clásico (hay formas motoras puras de GB), es una parálisis ascendente y el botulismo clásico una parálisis descendente…

jueves, 2 de enero de 2025

SEPSIS Y SHOCK SÉPTICO. REVISIÓN 2024. NEJM

La sepsis, un síndrome de disfunción orgánica aguda y potencialmente mortal debido a una respuesta desregulada a una infección, es una importante carga de salud mundial. Se estima que en todo el mundo se producen anualmente 48,9 millones de casos de sepsis y 11 millones de muertes relacionadas. 1 En los Estados Unidos, más de un tercio de las muertes intrahospitalarias se atribuyen a la sepsis, 2 con costos que superaron los 38 mil millones de dólares en 2017, lo que convierte a la sepsis en la causa más común de muerte intrahospitalaria y la causa más costosa de hospitalización. 3

La sepsis, que deriva de la palabra griega sepo (σηπω, traducida como “me pudro”), ha sido una de las principales causas de enfermedad y muerte durante milenios. Según la primera definición moderna, en 1992, la sepsis se describía como una respuesta inflamatoria sobreabundante a una infección, reconocida por la presencia del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS), que se define como dos o más anomalías de temperatura, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria o recuento de glóbulos blancos. 4 Posteriormente, la sepsis se reconceptualizó como una disfunción orgánica aguda potencialmente mortal debido a una respuesta desregulada del huésped a la infección 5 ( Tabla 1 ). El SIRS ya no se incluye en la definición de sepsis, ya que puede reflejar una respuesta no dañina del huésped, pero el reconocimiento del síndrome sigue siendo útil para identificar la infección. 5

 


Tabla 1. Definiciones de sepsis a lo largo del tiempo.

 

Epidemiología global

Aunque la sepsis es un problema mundial, las causas, la incidencia y los resultados difieren según la región geográfica y la edad. Aproximadamente el 85% de los casos y un número desproporcionado de muertes relacionadas con la sepsis ocurren en países de ingresos bajos y medios, 1 con la mayor incidencia estandarizada por edad en las áreas de mayor vulnerabilidad social. 1 El África subsahariana se ve particularmente afectada, con el 40% de los casos en todo el mundo. 9 La considerable diversidad de los patógenos involucrados, incluidos los patógenos que causan malaria, fiebre tifoidea y dengue, así como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y su interacción con la tuberculosis, también supone una presión para el África subsahariana y otros países de ingresos bajos y medios. 1,9

 

 

Puntos Clave

Sepsis y shock séptico

  • La sepsis es un síndrome de disfunción orgánica aguda potencialmente mortal debido a una infección bacteriana, fúngica, parasitaria o viral.
  • Los factores que afectan el riesgo de sepsis incluyen la edad, el estado inmunológico, la virulencia del patógeno y la carga de patógenos.
  • La sepsis se asocia con complicaciones a largo plazo entre los sobrevivientes.
  • Las características biológicas de la sepsis incluyen inflamación desregulada, inmunosupresión y lesión vascular.
  • El tratamiento de la sepsis se centra en el control rápido de la infección y la reanimación hemodinámica.
  • Se están realizando investigaciones para determinar si se puede modular la respuesta inmunitaria del huésped y cómo hacerlo para mejorar los resultados.

 

Los sitios más comunes de infección son los pulmones (que representan el 40 a 60% de los casos), el abdomen (15 a 30%), el tracto genitourinario (15 a 30%), el torrente sanguíneo y la piel o los tejidos blandos, con variaciones geográficas. 10,11 Se identifica un patógeno en aproximadamente el 60 a 70% de los casos, 10 y el porcentaje puede aumentar a medida que se generalicen las pruebas moleculares de ácidos nucleicos de patógenos. 12 La causa más común es la infección bacteriana grampositiva o gramnegativa, seguida de la infección fúngica o viral, aunque la incidencia de sepsis viral puede aumentar drásticamente durante las pandemias. 10 En los Estados Unidos, las especies de Candida son el tercer tipo de patógeno más común cultivado en sangre, después de las bacterias grampositivas y gramnegativas. 13

Los factores de riesgo de candidemia incluyen enfermedad crítica prolongada, colonización por cándida, catéteres permanentes, mucositis, enfermedad hepática avanzada, recepción de nutrición parenteral total e inmunodepresión. Otras causas comunes de sepsis fúngica son los hongos endémicos y Pneumocystis jirovecii . Los factores de riesgo para estos patógenos oportunistas incluyen inmunosupresión, neutropenia prolongada, exposiciones ambientales y enfermedad pulmonar crónica. Los patógenos que provocan sepsis varían a lo largo de la vida; tanto las infecciones virales como las diarreicas son más comunes en la primera infancia que en etapas posteriores de la vida. 14 En un estudio de prevalencia puntual global que incluyó unidades de cuidados intensivos (UCI) pediátricas en 26 países, el 21% de los casos de sepsis se atribuyeron a infección viral. 15

La sepsis puede ocurrir en pacientes de cualquier edad, pero la incidencia varía notablemente a lo largo de la vida ( Figura 1 ). La incidencia mundial es más alta entre los niños menores de 5 años de edad, con el nadir comenzando en la niñez media y la adolescencia, y se produce un aumento exponencial a partir de aproximadamente los 60 años de edad. 1 De 11 millones de muertes por sepsis en 2017, el 26% se produjo en niños menores de 5 años de edad. 1 La inmadurez del sistema inmunológico explica parte del exceso de riesgo en el período neonatal y de la primera infancia, ya que el inmunodeficiencia aumenta el riesgo de sepsis y mejora la patogenicidad de los organismos oportunistas. La incidencia de sepsis también es alta entre las personas con enfermedades crónicas que deterioran la función inmunológica, en particular los pacientes con cáncer, inmunodeficiencia grave o enfermedad renal que requiere hemodiálisis. Más del 20% de las hospitalizaciones por sepsis entre adultos estadounidenses ocurren en pacientes con cáncer, 18 y la incidencia de sepsis aumenta en un factor de aproximadamente 40 entre los pacientes que reciben hemodiálisis a largo plazo.19



Figura 1. Características epidemiológicas de la sepsis en los Estados Unidos según grupo de edad.

Todos los datos son de 2021 y se extrajeron de la Muestra Nacional de Pacientes Hospitalizados con el uso de HCUPnet (una herramienta en línea que utiliza datos del Proyecto de Costos y Utilización de la Atención Médica) y se agruparon según el diagnóstico con el uso de categorías del Software de Clasificaciones Clínicas Refinadas (CCSR) de la Agencia de Investigación y Calidad de la Atención Médica. 16,17 Las barras de 𝙸 representan errores estándar.

La evolución de las definiciones y el creciente reconocimiento de la sepsis han complicado la evaluación epidemiológica del trastorno. 20 Los mejores datos globales disponibles indican que la incidencia de la sepsis y la mortalidad asociada disminuyeron aproximadamente un 35% y un 50%, respectivamente, entre 1990 y 2017. 1 En los Estados Unidos, las hospitalizaciones por sepsis han aumentado en las últimas dos décadas, pero este aumento parece explicarse en gran medida por un mayor reconocimiento y codificación diagnóstica de la sepsis. 21 Los estudios basados ​​en datos clínicos sugieren que la incidencia y los resultados de la sepsis son relativamente estables a lo largo del tiempo en los Estados Unidos. 22


Características biológicas

Desregulación inmunológica

La respuesta molecular bien regulada a la infección no ha sido definida, pero la opinión predominante es que la sepsis es una respuesta inmune desregulada que resulta en disfunción orgánica. La progresión a la sepsis está influenciada por la virulencia y abundancia del patógeno, así como por las características del huésped, incluyendo la activación inmune innata, inmunosupresión relativa y mecanismos de tolerancia maladaptativos. 23,24 Muchas características de la respuesta inflamatoria esperada (elaboración de citocinas, mielopoyesis excesiva y generación de trampas neutrófilo-endoteliales [NET]) contribuyen a la lesión orgánica y perpetúan una homeostasis inmune alterada ( Figura 2 ). 25 Además, el perfil molecular ha revelado múltiples patrones de respuesta en la expresión genética, 26,27 proteínas secretadas y metabolitos, 28,29 y poblaciones de leucocitos 30,31 entre los pacientes. Los subfenotipos moleculares específicos de alto riesgo pueden tener respuestas diferenciales a ciertas terapias 28,32 y son el foco de los ensayos clínicos. El síndrome similar a la activación de macrófagos, un subtipo de alto riesgo, también tiene características de hiperinflamación y se está investigando en ensayos clínicos. 33



Figura 2. Patobiología de la sepsis.

La patobiología de la sepsis está dominada por la inflamación concurrente y la inmunidad hipofuncional, con una lesión microvascular prominente. Los neutrófilos, macrófagos y células T citotóxicas activadas elaboran péptidos inflamatorios y antimicrobianos y generan trampas neutrófilo-endoteliales (NET), que se unen a los patógenos pero dañan aún más el endotelio. La médula ósea responde generando más granulocitos (mielopoyesis de emergencia) a expensas de la linfopoyesis, y la depleción de linfocitos se ve exacerbada por la apoptosis linfocitaria acelerada. Los neutrófilos y macrófagos tienen una producción deficiente de citocinas a nivel celular, y los linfocitos expresan marcadores de agotamiento. La vasculatura es permeable y activa, con una tendencia hacia el aumento de la trombosis y la reducción de la fibrinólisis. Los factores del huésped y del patógeno influyen drásticamente en las formas en que se introducen, detectan y responden a los patógenos, así como en la respuesta de resolución. Dada esta variación en la respuesta, la investigación activa se centra en identificar las características que mejor indican una desregulación biológica específica y que, por lo tanto, pueden predecir una respuesta terapéutica. El resultado del proceso patobiológico es la lesión orgánica y, a menudo, la insuficiencia multiorgánica. ARDS denota síndrome de dificultad respiratoria aguda y DAMP patrón molecular asociado al daño


Junto con la inflamación excesiva, los pacientes con sepsis presentan una supresión de los sistemas inmunitarios innato y adaptativo en diversos grados. Los neutrófilos, aunque más numerosos, son relativamente hipofuncionales. 34 Los monocitos de sangre periférica, que son las principales células efectoras inmunitarias, tienen una secreción alterada de citocinas, un fenómeno denominado tolerancia a las endotoxinas. 35 Una subpoblación específica de monocitos, las células MS1, se expande durante la sepsis y aumenta la inmunosupresión. 31,36 La linfopenia absoluta (recuento absoluto de linfocitos, <1000 por campo de gran aumento) es común durante la sepsis, y la linfopenia persistente se asocia con un mayor riesgo de muerte. 37 El recuento reducido de linfocitos se debe a la apoptosis de los linfocitos 38 y a la linfopoyesis reducida, 30 y las células T reguladoras expandidas suprimen la proliferación y las funciones efectoras de muchas otras células inmunitarias. 39

Aunque la hiperinflamación y la inmunosupresión concurrentes durante la sepsis resaltan la complejidad de diseñar intervenciones para restablecer la homeostasis, estos procesos aparentemente opuestos pueden estar relacionados. Los neutrófilos inmaduros regulados positivamente y las células MS1 estimulan la mielopoyesis en curso a expensas de la hematopoyesis típica. 30,36 Las respuestas tempranas a los patógenos y las señales de daño desencadenan un cambio en la producción de energía de la fosforilación oxidativa a la glucólisis aeróbica. 40 Con la estimulación repetida con citocinas, los monocitos obtenidos de pacientes con sepsis quedan “inmunemente paralizados” y tienen una glucólisis, fosforilación oxidativa y beta-oxidación deficientes. 40 Estas deficiencias metabólicas se revierten en gran medida en los sobrevivientes de la sepsis, 40 lo que sugiere que la falla metabólica provocada por las necesidades energéticas muy altas para la defensa temprana del huésped puede ser la base de la inmunosupresión inducida por la sepsis. Los linfocitos obtenidos de pacientes con sepsis a menudo expresan marcadores de agotamiento inmunológico, 41,42 que podrían ser intrínsecos a la población específica de células T o reflejar una alta activación de las células T. 43 La estimulación crónica de las células T CD8+ puede producir células T agotadas e hipofuncionales, y los estudios han demostrado que la activación dramática de las células T en pacientes con sepsis está asociada con un mayor riesgo de muerte. 44,45


Vasculatura desregulada

La vasculatura es un sitio clave de lesión en la sepsis. El endotelio expresa abundantes receptores para citocinas, quimiocinas y señales de daño y, por lo tanto, está preparado para responder rápidamente a los patógenos y la lesión tisular. Aunque la vasculatura es difícil de estudiar (las biopsias de vasos sanguíneos son raras), se han identificado múltiples defectos. Los vasos pierden su glucocáliz, una barrera protectora que aísla el endotelio de las células sanguíneas circulantes y las plaquetas, lo que resulta en una predisposición a la formación de NET y la adhesión de leucocitos y plaquetas. 46 La activación del sistema del complemento es fundamental para la defensa del huésped, 47 sin embargo, la activación exuberante del complemento incita un daño tisular sustancial y trombosis microvascular. 48 En el estado saludable, la permeabilidad de la barrera endotelial se ajusta para reclutar leucocitos y nutrientes al sitio de la infección, pero la regulación de la permeabilidad endotelial a menudo se pierde durante la sepsis. Clínicamente, esta desregulación vascular se manifiesta como hipotensión, pérdida de líquido en el tercer espacio (pérdida de líquido intravascular hacia el intersticio) y, en casos raros, coagulopatía intravascular diseminada franca. Los tratamientos para mejorar la función de barrera vascular han aumentado la supervivencia en modelos animales de sepsis, 49 pero faltan datos de ensayos clínicos de estos tratamientos. Varios tratamientos que se dirigen tanto a la inflamación como a la activación vascular, incluida la proteína C activada y las estatinas, han demostrado ser prometedores; sin embargo, a menudo se han observado señales de que la respuesta al tratamiento es heterogénea en los subgrupos de pacientes. 28,50


Presentación y evaluación clínica

Las múltiples combinaciones de lugar de infección, patógeno, disfunción aguda de uno o más órganos y estado de salud de base dan lugar a una heterogeneidad sustancial en la presentación clínica. Los pacientes suelen presentar signos y síntomas generales de infección (p. ej., fiebre o hipotermia y malestar) y síntomas específicos del lugar de la infección (p. ej., tos, disuria o eritema), así como síntomas de disfunción orgánica aguda (p. ej., confusión, oliguria o disnea).Sin embargo, el reconocimiento oportuno de la sepsis puede ser un desafío porque las manifestaciones son heterogéneas, evolucionan con el tiempo y pueden ser sutiles al comienzo del proceso de la enfermedad. Además, los signos y síntomas comunes no son específicos de la sepsis y pueden estar enmascarados por medicamentos (p. ej., betabloqueantes o agentes antipiréticos).

Se debe considerar la posibilidad de sepsis en todos los pacientes que presentan una infección grave o una disfunción orgánica aguda que no se pueda atribuir claramente a una causa no infecciosa. En los pacientes que presentan una infección, los médicos deben buscar evidencia clínica y de laboratorio de disfunción orgánica aguda. La alteración del estado mental, la hipotensión y la taquipnea son particularmente sugestivas de sepsis entre los pacientes con infección, aunque la ausencia de estos signos no descarta la sepsis. 5 Los hallazgos de laboratorio comunes que son característicos de la sepsis incluyen leucocitosis o leucopenia, más del 10% de granulocitos inmaduros, hiperglucemia y niveles elevados de creatinina y lactato. Incluso en ausencia de fiebre o signos localizados de infección, se debe considerar la posibilidad de sepsis en pacientes con alteración del estado mental, hipotensión, disnea y descompensación aguda de una enfermedad crónica, como la cetoacidosis diabética o la cirrosis descompensada.

La evaluación clínica se centra en confirmar el sitio y la causa de la infección, así como en evaluar la función y la perfusión del órgano. Las pruebas habituales para evaluar la infección incluyen estudios radiológicos, cultivos microbianos, pruebas de antígenos (p. ej., pruebas para detectar antígenos estreptocócicos y de legionela) y paneles de detección de patógenos por reacción en cadena de la polimerasa múltiple, según el sitio sospechoso. En los Estados Unidos se comercializan tres pruebas de diagnóstico molecular que determinan la probabilidad de sepsis, pero aún no se han incorporado a la práctica habitual. Se recomienda la medición del lactato en todos los pacientes para buscar hipoperfusión oculta.


Gestión

El tratamiento de la sepsis se centra en el control de la infección, la restauración de la perfusión y el apoyo a los órganos. La restauración de la homeostasis inmunitaria también es un objetivo, pero es el foco de la investigación en curso en lugar de un componente del tratamiento clínico actual. En esta sección, nos centramos en los principios generales del tratamiento para el control de la infección y la reanimación y destacamos las áreas de investigación en curso.


Control de la infección

El tratamiento de la infección incluye la terapia antimicrobiana, que está indicada para todas las infecciones bacterianas y fúngicas y para muchas infecciones parasitarias y virales que causan sepsis, y el control de la fuente de infección mediante procedimientos, que está indicado en algunas situaciones. La terapia antimicrobiana inicial suele ser empírica, ya que rara vez se conoce el patógeno causal al inicio del tratamiento. Se justifica el inicio rápido de la terapia antimicrobiana porque los estudios observacionales han indicado que la mortalidad aumenta con los retrasos en la administración del tratamiento, en particular entre los pacientes en estado de shock. 51 El régimen antimicrobiano empírico debe cubrir los patógenos más probables sobre la base del sitio (o sitios) sospechosos de infección, los factores epidemiológicos locales y los factores de riesgo para organismos atípicos o resistentes. El conocimiento de los perfiles epidemiológicos locales de los patógenos, incluidos los perfiles de resistencia a los antimicrobianos, es útil para seleccionar la terapia inicial.

Además, los médicos deben considerar el perfil de riesgo de cada paciente, incluidos los patógenos y susceptibilidades en cultivos previos, condiciones o tratamientos que pueden conferir una predisposición a infecciones específicas, antecedentes sociales que pueden implicar exposición a patógenos atípicos y signos, síntomas y datos diagnósticos que pueden sugerir el sitio o tipo de infección. Los pacientes con exposición previa a antibióticos y contacto con el sistema de atención de la salud tienen un mayor riesgo de infección con bacterias resistentes, por lo que las pautas recomiendan una cobertura inicial más amplia para dichos pacientes. 52,53 Por el contrario, se debe suspender la cobertura para patógenos que es poco probable que sean la causa de la infección para evitar efectos adversos asociados con el uso de antibióticos. Por ejemplo, el uso de antibióticos antianaeróbicos agota la microbiota intestinal entérica sana, se asocia con resultados clínicos adversos, 54,55 y se puede evitar en muchos pacientes. 55

A medida que se disponga de más información diagnóstica, se debe limitar la terapia antimicrobiana para cubrir el patógeno (o los patógenos) identificados y eliminar la cobertura de los organismos resistentes que no se han identificado. La duración de la terapia antimicrobiana debe adaptarse al sitio y al tipo de infección y guiarse además por la respuesta clínica, y se deben preferir los ciclos de terapia más cortos en lugar de los ciclos de terapia más largos. 53

Incluso con una terapia antimicrobiana adecuada, algunas infecciones requieren un control de la fuente para mejorar la posibilidad de curación o minimizar el riesgo de complicaciones. El control de la fuente abarca intervenciones quirúrgicas y de procedimiento para eliminar la fuente de infección, reducir la carga de patógenos o corregir alteraciones anatómicas que impiden la eliminación normal de la infección. Los procedimientos comunes para el control de la fuente incluyen la extracción de órganos infectados (p. ej., apendicectomía), la extracción de dispositivos intravasculares infectados, el alivio del bloqueo anatómico proximal al sitio de la infección (p. ej., estenosis biliares o genitourinarias) y el drenaje de abscesos o acumulaciones de líquido infectadas. Al igual que la terapia antimicrobiana, el control de la fuente es sensible al tiempo y las demoras se asocian con un aumento de la mortalidad, en particular entre los pacientes en estado de shock. 51,56 Dado que todas las intervenciones conllevan riesgos, la consulta entre los equipos de cuidados críticos y de procedimientos es importante para determinar el beneficio y la urgencia del control de la fuente de procedimiento.


Restauración de la perfusión adecuada

En el caso de los pacientes con hipotensión o evidencia de perfusión inadecuada (p. ej., niveles elevados de lactato), la restauración oportuna de la perfusión es fundamental y es el foco de varios ensayos clínicos previos o en curso ( Tabla 2 ). El líquido cristaloide intravenoso es el tratamiento de primera línea para corregir la depleción del volumen intravascular y restaurar la precarga, aunque el enfoque de la reanimación ha evolucionado con el tiempo.


Tabla 2. Ensayos clínicos de referencia sobre sepsis desde 2015.


Las guías sugieren 30 ml por kilogramo de peso corporal como un volumen de líquido inicial razonable para la mayoría de los pacientes adultos. 53 El líquido debe administrarse en bolos seriados (p. ej., 250 a 1000 ml para adultos), con un control estrecho de la respuesta clínica en pacientes que pueden tener efectos secundarios inaceptables con un volumen de 30 ml por kilogramo. Se informó que la implementación prospectiva de paquetes de reanimación que implican un bolo de líquido de 30 ml por kilogramo se asoció con una mejor supervivencia entre los pacientes con sepsis, incluidos aquellos con valores intermedios de lactato (2 a 4 mmol por litro), enfermedad renal crónica o insuficiencia cardíaca. 76

Tanto la reanimación insuficiente como la reanimación excesiva se asocian con daño, y los estudios observacionales muestran una relación en forma de U entre el volumen de líquido y los resultados. 76,77 Los daños de la reanimación excesiva pueden ser particularmente prominentes en entornos con disponibilidad limitada de oxígeno o respirador. 78 Sin embargo, los resultados de los ensayos que sugieren daño por volúmenes de reanimación más altos generalmente han utilizado volúmenes de líquido que superan con creces los 30 ml por kilogramo. 64 Por ejemplo, la aleatorización al protocolo de reanimación en el ensayo Simplified Severe Sepsis Protocol 2 (SSSP-2) resultó en una mediana de 3,5 litros de líquido (≥70 ml por kilogramo) administrados en las primeras 6 horas, en comparación con 2,0 litros (≥50 ml por kilogramo) en el grupo de atención habitual, y se asoció con un aumento de la mortalidad. El uso de soluciones balanceadas, como la solución de Ringer lactato, se prefiere a la solución salina normal al 0,9% en pacientes con sepsis, sobre la base de la evidencia acumulada de reducción de la mortalidad, 66,79 particularmente cuando la solución se utiliza durante toda la reanimación. 68

En el caso de los pacientes con hipotensión y depleción de volumen persistentes después de la reanimación inicial, los enfoques de “liberación de líquidos” y “restricción de líquidos” para la reanimación continua han producido resultados similares ( Tabla 2 ). 74,75 Los enfoques personalizados para la reanimación que se basan en medidas fisiológicas dinámicas pueden ser más eficaces que un enfoque de liberalización de líquidos o de restricción de líquidos. La respuesta a los líquidos se puede evaluar sobre la base de un cambio en el volumen sistólico con un pequeño bolo de líquido (p. ej., 4 ml por kilogramo 80 ) o una maniobra pasiva de elevación de piernas, 81 que causa un “autobolo” al aumentar el retorno de sangre al ventrículo derecho. En un ensayo multicéntrico, aleatorizado que incluyó a 124 pacientes con shock séptico, los pacientes que fueron asignados para recibir un ajuste de líquidos y vasopresores en función de un cambio en el volumen sistólico (medido por un monitor de gasto cardíaco no invasivo) tuvieron menos probabilidades que los pacientes asignados a la atención habitual de requerir terapia de reemplazo renal (5% frente a 17%, P = 0,04) y ventilación mecánica invasiva (18% frente a 34%, P = 0,04), hallazgos que respaldan la reanimación fisiológicamente adaptada. 73 Sin embargo, se necesitan ensayos más grandes con potencia para resultados clínicos importantes.

En los pacientes con hipotensión grave o persistente a pesar de la administración inicial de líquidos, está justificada la terapia vasopresora intravenosa. La noradrenalina, el vasopresor de primera línea, 53 se puede administrar por medio de un acceso intravenoso central o con el uso de un catéter intravenoso periférico de alta calidad, con monitoreo regular para la extravasación. 82 Las pautas recomiendan apuntar a una presión arterial media (PAM) inicial de 65 mmHg sobre objetivos de PAM más altos. 53 Sin embargo, el ensayo 65 sugiere que un objetivo más bajo de 60 a 65 mmHg puede ser seguro en algunos pacientes. 72 En este ensayo, que involucró a 2600 pacientes con shock vasodilatador que tenían 65 años de edad o más, la aleatorización a hipotensión permisiva (objetivo de PAM, 60 a 65 mmHg) resultó en un menor uso de terapia vasopresora y una mortalidad ajustada a los 90 días más baja que la atención habitual (odds ratio ajustado, 0,82; intervalo de confianza del 95% [IC], 0,68 a 0,98). 72

Además de la PAM, el nivel de lactato y el tiempo de llenado capilar brindan información adicional para guiar la reanimación y la dosificación de vasopresores. Un metaanálisis de cuatro ensayos pequeños mostró que orientar la reanimación hacia una reducción del nivel de lactato sérico, además de los objetivos de PAM, se asoció con una disminución de la mortalidad. 83 En el ensayo ANDROMEDA-SHOCK, 424 pacientes con choque séptico fueron asignados aleatoriamente para someterse a reanimación guiada por llenado capilar o reanimación guiada por lactato. Los pacientes para quienes el enfoque de reanimación asignado fracasó a pesar de una PAM de 65 mmHg o más recibieron líquidos adicionales, objetivos de PAM más altos e ionotrópicos. 70 Los pacientes asignados a someterse a reanimación guiada por llenado capilar tuvieron una mortalidad numéricamente menor que los pacientes asignados a reanimación guiada por lactato (34,9% frente a 43,4%; P = 0,06), y un reanálisis bayesiano mostró más de un 90% de probabilidad de menor mortalidad con reanimación guiada por llenado capilar en múltiples distribuciones de probabilidad asumidas. 71 Para los pacientes con una trayectoria clínica que empeora a pesar del tratamiento con agentes antimicrobianos, líquidos y vasopresores, es importante reconsiderar el control de infecciones y determinar si se justifican agentes antimicrobianos más amplios, estudios de imágenes para definir mejor el sitio de la infección o intervenciones de control de la fuente.

En el caso de los pacientes que reciben apoyo vasopresor continuo, se debe considerar la administración de glucocorticoides adyuvantes en “dosis de estrés” (hidrocortisona a una dosis de 200 mg por día con o sin fludrocortisona). Los metanálisis han llegado a conclusiones contradictorias con respecto a la reducción de la mortalidad, pero muestran sistemáticamente reducciones en la duración del shock, la ventilación mecánica y la estancia en la UCI con glucocorticoides adyuvantes. 84,85 Una reciente emulación de un ensayo de observación con diana mostró que la adición de fludrocortisona a la hidrocortisona era superior a la hidrocortisona sola (diferencia ajustada en la mortalidad, -3,7 puntos porcentuales; IC del 95 %, -4,2 a -3,1; P < 0,001), sin una señal de daño, y la combinación se asoció con una menor mortalidad por todas las causas que con la hidrocortisona sola en un metanálisis de red bayesiana. 86,87 Aunque los glucocorticoides en dosis de estrés son beneficiosos en el paciente promedio, el beneficio varía entre los pacientes, por lo que los médicos deben sopesar la gravedad del shock frente al riesgo de eventos adversos asociados a los glucocorticoides al decidir si iniciar y continuar el tratamiento con glucocorticoides en dosis de estrés. 88 Para los pacientes con requerimientos crecientes de norepinefrina, se recomienda la adición de vasopresina (un vasopresor no catecolámico) para evitar la exposición a las catecolaminas. El umbral de dosis para agregar vasopresina no está claro y actualmente se está evaluando en un ensayo multicéntrico (número ClinicalTrials.gov, NCT06217562 ).


Recuperación y resultados a largo plazo

Además de ser un trastorno potencialmente mortal, la sepsis contribuye al desarrollo de otras afecciones, como el deterioro cognitivo, el deterioro funcional y la aparición o empeoramiento de afecciones crónicas de salud. 89 Entre los adultos mayores, la hospitalización por sepsis se asocia con el desarrollo de nuevas limitaciones funcionales (p. ej., incapacidad para bañarse o vestirse de forma independiente) y un gran aumento en la prevalencia de deterioro cognitivo moderado a grave (6,1 % antes de la hospitalización frente a 16,7 % después de la hospitalización). 90 Las complicaciones a largo plazo también son comunes después de la sepsis pediátrica. En una cohorte prospectiva de 389 niños con choque séptico, el 35 % de los niños supervivientes no habían recuperado su calidad de vida relacionada con la salud inicial un año después. 91

Como resultado de un deterioro de la salud a largo plazo, muchos pacientes que estaban empleados antes de la sepsis no pueden volver a trabajar. En un estudio en el que participaron 12.260 supervivientes de la sepsis en Noruega que habían trabajado antes de ser hospitalizados por sepsis entre 2010 y 2021, el 40% no había vuelto a trabajar a los 6 meses. 92

Además de los problemas de salud que se desarrollan durante la hospitalización por sepsis, los pacientes tienen un mayor riesgo de sufrir un mayor deterioro de la salud, reingresos hospitalarios y muerte en los meses o años posteriores a la resolución de la sepsis, resultados que no se explican completamente por la edad o las condiciones preexistentes. 89,93 Un estudio longitudinal de sobrevivientes de la sepsis mostró una activación persistente de marcadores inflamatorios e inmunosupresores en dos tercios de los participantes del estudio, lo que se asoció con un aumento de la mortalidad por todas las causas, 94 un hallazgo que sugiere que la incapacidad del sistema inmunológico para volver a la homeostasis puede impulsar el riesgo de infección recurrente o progresión de enfermedades crónicas. Faltan terapias dirigidas para mejorar la recuperación de la sepsis, pero las intervenciones multicomponentes con seguimiento de atención primaria y evaluación proactiva de los síntomas se han asociado con una mejor supervivencia. 95


Áreas de controversia o incertidumbre e investigaciones futuras

Diagnóstico

La sepsis se reconoce como un síndrome de disfunción orgánica aguda debido a una respuesta desregulada del huésped a la infección. Sin embargo, carecemos de una definición precisa de la respuesta desregulada del huésped y de una prueba diagnóstica para confirmar su presencia. Además, tenemos una capacidad limitada para confirmar o caracterizar la infección en tiempo real. Hasta un tercio de los pacientes que han sido tratados por presunta sepsis bacteriana tenían una enfermedad no infecciosa en retrospectiva. 96 Incluso entre los pacientes con sepsis, la causa de la infección no se determina en hasta un tercio de los casos. 10 Tanto las herramientas basadas en proteínas como las basadas en transcriptomas han recibido aprobación en Estados Unidos y Europa para predecir el riesgo de sepsis, aunque aún no se sabe si su uso modifica los resultados. A medida que se introducen nuevas herramientas, 97 se debe probar su implementación en el flujo de trabajo clínico y su efecto en los resultados centrados en el paciente.


Subtipos de sepsis

La heterogeneidad de la sepsis se ha citado durante mucho tiempo como un impedimento para la traducción de estudios preclínicos y la identificación de terapias dirigidas. 98,99 Durante la última década, varios estudios han identificado y descrito nuevos subtipos de sepsis pediátrica y adulta, incluidos subtipos basados ​​en la expresión genética en leucocitos sanguíneos 26,27 ; datos clínicos, incluidos patógenos 100,101 ; y biomarcadores plasmáticos. 28 Además, en varias aplicaciones post hoc de estas clasificaciones a datos de ensayos clínicos, se han identificado diferencias cualitativas en la respuesta al tratamiento. 32,100 Se está trabajando para traducir estos descubrimientos en un mejor manejo en la cama del paciente. 102,103


Heterogeneidad del efecto del tratamiento

Los ensayos clínicos arrojan un efecto promedio del tratamiento, que puede reflejar de manera deficiente el efecto esperado del tratamiento para un paciente individual con sepsis, dada la amplia heterogeneidad del trastorno. Existe un gran interés en predecir los efectos del tratamiento en pacientes individuales para mejorar el manejo en la cama del paciente. En un análisis post hoc de los datos de ensayos clínicos que utilizaron el aprendizaje automático para estimar los efectos individuales del tratamiento, hubo una marcada variación en el beneficio de los glucocorticoides para el choque séptico. 104 Se necesitan ensayos prospectivos para probar el apoyo a la toma de decisiones clínicas a fin de guiar el manejo en función de los efectos individuales del tratamiento.


Tratamiento dirigido

El tratamiento de la sepsis se centra en los agentes antimicrobianos, el control de la fuente, la reanimación y el apoyo en caso de insuficiencia orgánica. Faltan terapias dirigidas a abordar formas específicas de desregulación del huésped, incluida la permeabilidad vascular. Se están estudiando varios agentes y dispositivos farmacológicos y se están realizando esfuerzos para identificar y caracterizar los rasgos de respuesta del huésped en un marco temporal clínicamente viable.


Sepsis en países de ingresos bajos y medios

Aunque los países de ingresos bajos y medios tienen una proporción desproporcionadamente alta de casos y muertes por sepsis, 1 la mayoría de los ensayos clínicos se han realizado en países de ingresos altos. Es arriesgado extrapolar los hallazgos a distintos entornos, dada la variación geográfica sustancial en patógenos, enfermedades crónicas y recursos de atención de salud. 78 Una oportunidad importante para mejorar los resultados globales en materia de sepsis es mejorar la infraestructura de atención de salud y la investigación en áreas que tienen la mayor carga de sepsis.


Conclusiones

La sepsis, definida como una disfunción orgánica aguda potencialmente mortal debida a una respuesta desregulada del huésped a la infección, es una de las principales causas de enfermedad y muerte en todo el mundo. La enorme variedad de sitios de infección, patógenos causantes y órganos en los que se produce la disfunción aguda complica tanto el reconocimiento de la sepsis como la identificación de terapias dirigidas. La desregulación de la respuesta inmunitaria del huésped es clave para la patogenia de la sepsis, pero el enfoque actual del tratamiento se centra en el manejo de la infección y la restauración de la perfusión. Se están realizando investigaciones para identificar subtipos de sepsis que puedan ser objeto de acción y desarrollar terapias dirigidas para la desregulación del huésped.

 

Traducción de:

Review Article

Sepsis and Septic Shock

Authors: Nuala J. Meyer, M.D. https://orcid.org/0000-0003-4597-5584, and Hallie C. Prescott, M.D.Author Info & Affiliations

Published December 4, 2024

N Engl J Med 2024;391:2133-2146

DOI: 10.1056/NEJMra2403213

https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMra2403213

 

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