Un colega de Lima Perú, envía estas imágenes con el siguiente texto:
Paciente de 11 años de edad, que acude a consulta por presentar lesiones vegetativas en mucosa oral y lengua, madre refiere que inicio el cuadro desde los 2 años de edad, actualmente asintomático.
Opinión: Existen múltiples lesiones papilomatosas afectando la
mucosa oral especialmente la región labial y en menor medida en la lengua. El
cuadro es sugerente de Hiperplasia
Epitelial Focal (HEF) también conocida como enfermedad de Heck. Se trata de una
proliferación epitelial benigna de predominio en la mucosa del labio inferior,
que se asocia fundamentalmente a los serotipos 13 y 32 del HPV. Suele verse en
niños y existe predisposición genética a adquirir la enfermedad, pero hay
aspectos predisponentes como compartir alimentos, objetos personales y falta de
higiene. Las lesiones en sí también son bastante fáciles de identificar debido
a su multiplicidad, el pequeño diámetro de cada pápula o nódulo aislado, la
consistencia blanda y la topografía intraoral típica. El diagnóstico
diferencial con el condiloma acuminado es importante porque la apariencia
clínica de las lesiones aisladas en ambas enfermedades es similar, al estar
ambas causadas por el HPV. A pesar de ello, la historia clínica del paciente es
de gran ayuda para la diferenciación, y las lesiones de la hiperplasia
epitelial focal tienden a ser más planas y numerosas, y la localización de las lesiones de la HEF
(labio, lengua y mucosa bucal) es muy característica.
La confirmación diagnóstica se puede hacer con PCR,
que no solo hace diagnóstico de enfermedad viral por HPV, sino que se puede
identificar la diversidad viral por secuenciación, lo cual es importante para
establecer qué tipo viral era realmente el agente etiológico de la HEF (HPV
13.32) diferenciando con el condiloma acuminado, así como otras infecciones
papilomatosas causadas por VPH, como la papilomatosis laríngea.
Hay que tener en cuenta que esta condición no solo es
benigna sino autolimitada, es decir que cura espontáneamente y por lo tanto no
requiere tratamiento, excepto en algunos casos de deterioro funcional (por
ejemplo, lesiones que se traumatizan constantemente al morder) o por problemas estéticos.
En tales casos, la cirugía con bisturí, la crioterapia, la ablación láser, la
cauterización y los tratamientos tópicos con ácidos retinoicos o interferón son
efectivos.