sábado, 19 de octubre de 2024

Casos Clínicos: Varón de 30 años con diabetes e HTA que concurre a la consulta con radiografía de tórax anormal.

 

El Dr. Mohammed Al Shehi, envía esta imagen con el siguiente texto:

Varón de 30 años con diabetes mellitus e hipertensión. Se presentó para seguimiento. Presión arterial 163/100 mmHg. Examen de tórax normal. Examen cardíaco s1s2 normales sin soplo. Se adjunta radiografía de tórax.


 

Opinión: Si la duda es la imagen, hay que decir que esta radiografía de tórax no es evaluable, dado que está tomada en inspiración incompleta o en espiración. Se ven apenas 8 arcos costales posteriores y 6 arcos costales anteriores, lo que puede dar la falsa idea de congestión pulmonar venocapilar y cardiomegalia.  Repita la radiografía con mejor técnica explicándole al paciente que inspire lo más profundamente posible y que mantenga la respiración hasta que el técnico le indique.

Si a pesar de una buena inspiración la imagen no se modifica, estaríamos ante un síndrome del pulmón encogido (“shrinking lung syndrome”), el cual es generalmente una complicación de una enfermedad autoinmune sistémica, especialmente lupus eritematoso sistémico, pero también se ha informado en el síndrome de Sjögren, la artritis reumatoide y la esclerodermia. El síndrome de pulmón encogido suele cursar con una clínica de insuficiencia respiratoria producida por una fisiología restrictiva en las pruebas de función pulmonar. Los diafragmas elevados son constantes en las imágenes de este cuadro. Hay que tener en cuenta que el síndrome del pulmón encogido, es un diagnóstico por exclusión y antes de que el mismo quede establecido, es necesario descartar una amplia variedad de enfermedades que causan disnea o dolor torácico pleurítico, como neumonía, pleuresía viral o bacteriana, pericarditis, embolia pulmonar, enfermedad pulmonar intersticial, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia cardíaca, hipertensión pulmonar, trastornos musculoesqueléticos de la pared torácica, ansiedad, cifoescoliosis, obesidad mórbida y trastornos neuromusculares, como la enfermedad de la neurona motora y la miastenia gravis.