DEFICIENCIA DE LA HORMONA ESTIMULANTE DE LA TIROIDES
(TIROTROPINA) (TSH)
Los síntomas y signos de la deficiencia de TSH son
similares a los del hipotiroidismo primario e incluyen fatiga, aumento de peso,
estreñimiento, intolerancia al frío, bradicardia, hinchazón periorbitaria y
relajación tardía de los reflejos tendinosos. Los hallazgos de laboratorio
pueden incluir hiponatremia leve y anemia. Para hacer un diagnóstico de
deficiencia de TSH, las concentraciones séricas de TSH y T4 libre deben medirse
simultáneamente (ver Tabla 47.1).
Cuadro 47.1 Resumen de trastornos endocrinos
seleccionados y estrategias diagnósticas.
Los pacientes con hipotiroidismo secundario suelen
tener T4 libre baja con concentraciones séricas de TSH normales o bajas y, por
lo tanto, la TSH nunca debe usarse sola como prueba de detección del
hipotiroidismo central. Un valor de TSH normal o bajo es inapropiado en el
contexto de una concentración sérica baja de T4 e indica insuficiencia de TSH.
Ocasionalmente, los pacientes con hipotiroidismo central pueden tener una TSH
sérica elevada debido a la formación de una molécula de TSH anormal que tiene
actividad biológica reducida pero que es reconocida por el inmunoensayo.
El tratamiento para el hipotiroidismo secundario es el
reemplazo de hormona tiroidea con levotiroxina. En pacientes con múltiples
deficiencias de hormonas hipofisarias, es importante tratar la insuficiencia
suprarrenal antes de comenzar el reemplazo de hormonas tiroideas. Esto se debe
a que la levotiroxina aumentará el metabolismo del cortisol y se puede precipitar
una crisis suprarrenal. Los estudios de laboratorio deben repetirse de 4 a 6
semanas después del inicio de la terapia para evaluar la idoneidad de la dosis.
En pacientes con hipotiroidismo secundario, se debe usar T4 libre (no TSH) para
monitorear el tratamiento, y el objetivo de la terapia es una concentración de
T4 libre en el rango normal.
FUENTE:
The
Brigham Intensive Review of
Internal Medicine. (2022)
Ajay K. Singh, MBBS, FRCP, MBA
Joseph Loscalzo, MD, PhD