Buen día doctor
Espero esté muy bien
Le envío un cordial saludo desde Colombia
Quisiera su valioso concepto con respecto a este caso
Paciente masculino adulto medio de 43 años de edad,
con antecedente de DM2 no IR y psoriasis, reconsultante, acudió recientemente
por cuadro clínico de dos semanas de evolución consistente en cambios
inflamatorios en hélix derecho, mediados por edema, eritema y calor local,
posterior a picadura por vector mecánico (no identificado), niega otros
síntomas asociados, recibió esquema antibiótico con clindamicina, manejo tópico
con ácido fusidico y bilastina como mediador inflamatorio, adicionalmente se
realiza drenaje de la lesion, con emisión de material serohematico, sin mejoría
aparente.
Esta es la condición actual del paciente, se solicitó
ecografia de tejidos blandos, estamos a la espera, al examen físico no observo
ni palpo presencia de cuerpos extraños, salvo los cambios inflamatorios
presentes en la foto
Publiqué el caso en el post del otohematoma aunque
agradecería cualquier valioso aporte.
Dr. Alan Suarez.
Cali. Colombia.
Opinión: Existe tumefacción en el hélix superior, y sobre todo en la rama superior del antihélix y la fosa triangular la cual está desaparecida, como consecuencia de un proceso inflamatorio (dado que se describe edema, calor y eritema local), secundario a una picadura por vector no identificado. El lóbulo de la oreja, que es la única región no cartilaginosa del pabellón auricular, está respetado. Por lo tanto, se podría describir el hallazgo como pericondritis. A pesar de que el paciente tiene antecedentes de psoriasis, no son visibles en el pabellón auricular, elementos que hagan pensar localización auricular de psoriasis tales como placas hiperqueratósicas, descamación etcétera. Por lo tanto hay que pensar que el proceso inflamatorio es consecuencia de una puerta de entrada de infección bacteriana por una solución de continuidad de la piel, consecuencia de la picadura (no visible en la imagen), con o sin rascado posterior. El paciente tiene antecedentes de diabetes lo que lo predispone especialmente a infecciones de piel. A veces, como en este caso, existe acumulación de pus entre el cartílago, y el pericondrio (capa de tejido conjuntivo que rodea al cartílago), separando ambas estructuras. Si tenemos en cuenta que el cartílago es un tejido no vascularizado y que la única fuente de suministro de sangre del mismo es el pericondrio, es fácil entender que una separación entre estas dos estructuras, clásicamente por un otohematoma traumático, pero también de un absceso, pueden resultar en una falta de suministro nutricional del cartílago con la consiguiente evolución a una deformidad irreversible llamada oreja en coliflor (“cawliflower ear”). Por eso es importante estar atentos a cualquier acumulación de líquido en el pabellón auricular para drenarlo en forma rápida (como se hizo en este caso), y eventualmente dejar un pequeño drenaje por 48 a 72 horas. Por supuesto que asumiendo en este caso que el mecanismo del proceso inflamatorio es una infección bacteriana, la administración de antibióticos, del tipo de las quinolonas (ciprofloxacina por ejemplo), asociado o no a un aminoglucósido de acuerdo al caso es perentorio. Muchas veces un curso corto de corticosteroides por vía oral mejora la inflamación, disminuye la edematización de la zona, favoreciendo la llegada del antibiótico y generando mejoría sintomática. Por supuesto que la elección del antibiótico dependerá de la sospecha microbiológica. En este caso se administró clindamicina, supongo que pensando en estafilococo aureus meticilino resistente de la comunidad. Yo igualmente agregaría una quinolona dado su mejor penetración en los tejidos involucrados.
Si se pudiese obtener material para cultivo y así determinar el germen involucrado con su respectiva sensibilidad antibiótica, obviamente sería de mucha utilidad.
Por último, en el diagnóstico diferencial habría que
considerar dos entidades menos frecuentes como el SEROMA Y EL PSEUDOQUISTE
AURICULAR. El seroma auricular consiste en la acumulación de líquido entre la
piel y el pericondrio, a nivel de la hipodermis. Suele presentarse como una
inflamación de rápida evolución, acompañada de síntomas inflamatorios locales.
Al examen físico, la tumefacción es fluctuante, de consistencia más elástica
que el pseudoquiste auricular, debido a la localización del líquido en un plano
más superficial. Su etiología no ha sido bien definida, pudiendo intervenir en
la misma los factores traumáticos locales leves pero continuados. A nivel
histológico, el cartílago no muestra alteraciones, puesto que la acumulación de
líquido se produce a nivel suprapericóndrico. Es por ello que se trata de una
entidad más indolente que el pseudoquiste auricular. Y el pseudoquiste
auricular consiste en una inflamación quística espontánea en el interior del
cartílago auricular que lleva a la acumulación de material líquido estéril de
coloración amarillo-rojiza. El análisis histológico revela una acumulación
intracartilaginosa de fluido sin un revestimiento epitelial. La falta de
revestimiento epitelial es lo que le otorga el término de pseudoquiste. El
aspirado no tiene componente celular ni demuestra crecimiento microbiológico.
La etiología de esta entidad no está bien determinada. La primera hipótesis ha
sido atribuida a la liberación anormal de enzimas lisosomales por los
condrocitos, la cual origina una dilatación progresiva y la formación de una
cavidad intracartilaginosa. Otra teoría establece que está originado por una
displasia embrionaria congénita del cartílago auricular. Recientemente se ha
atribuido su origen a los traumatismos de leve intensidad y larga duración,
como la utilización frecuente de casco o auriculares. Sin embargo, ninguna de
estas hipótesis ha podido ser demostrada. De no ser tratados, pueden conducir a
la deformidad permanente del pabellón auricular, siendo esta más llamativa que
la deformidad ocasionada por un seroma auricular.
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