Un futuro colega que prefiere el anonimato envió esta
imagen y el siguiente texto:
Buenos días, doctor. Quisiera hacerle una consulta al
grupo.
Esta paciente de 38 años, ha comenzado a presentar
estas lesiones papulares desde hace un tiempo, aproximadamente 3 meses. Las
mismas no causan prurito ni otro síntoma. Esto la preocupa al punto de estar
evolucionando a un cuadro depresivo. Las lesiones han ido creciendo en número y
se extienden hasta más o menos la cara interna del muslo. En la pierna. No hay
nada ni en región de la vulva o el ano.
Tratada inicialmente con acetónido de fluocinola, sin
resultados positivo, y posteriormente con
imiquimod 5g. Con ninguno de los tratamientos se observaron efectos
favorables.
Como digo, las lesiones han ido aumentando en número,
así como en superficie comprometida.
Antes, dice la paciente que en la misma zona
presentaba lesiones similares, exactamente en el mismo lugar. Pero tenían otro
aspecto. Refiere que eran más parecidos al acné, aunque más eritematoso que
este.
La imagen que le envío corresponden a la región
glútea.
No hay ninguna otra zona comprometida. Además de las
mencionadas.
Muchas gracias doctor.
Opinión: Se trata de pápulas de diferente tamaño, “de color
carne”, menores de 1 cm, cupuliformes, y la gran mayoría de ellas con
umbilicación central, muy sugestivas de MOLUSCO CONTAGIOSO MÚLTIPLE. Siempre,
frente a un cuadro de molusco contagioso, especialmente en formas generalizadas
con múltiples lesiones, hay que descartar algún grado de inmunocompromiso. Por
supuesto se impone en este caso, descartar infección por VIH. Cuando existen
dudas diagnósticas, se puede apelar a un curetaje delicado, y si la lesión puede ser
extraída en forma completa de esta forma, se confirma el diagnóstico de molusco
contagioso tal como nos enseñó hace un tiempo Agustín Estofan, nuestro
dermatólogo de consulta.
Esta entidad, causada por un poxvirus, es decir, de la
familia de la viruela, aunque diferentes a los de los ortopoxvirus, causantes
de la variola, vaccinia y virus de la viruela del simio. Se puede ver en niños
y adultos, y desde la década de 1980, con la aparición del SIDA, los casos y la
prevalencia social, han aumentado significativamente, aunque también hay que
decir, que posteriormente a la introducción de la terapia antirretroviral de
alta eficacia, ha vuelto a descender.
La transmisión es directa, de piel a piel y, por lo
tanto, puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. El virus puede transmitirse
por autoinoculación rascando o tocando una lesión. Por ejemplo, si las lesiones
se desarrollan en la cara, el afeitado puede propagar el virus. El único
huésped conocido para el molusco contagioso es el ser humano.
La infección también se puede transmitir a través de
fomites en esponjas o toallas de baño o por contacto con la piel durante la
participación en deportes de contacto. También se ha informado de una
asociación de molusco contagioso con el uso de piscinas, y cuando ocurre en la
región genital en individuos sexualmente activos, el molusco contagioso se
clasifica como una enfermedad de transmisión sexual. Por el contrario, la
autoinoculación, más que el contacto sexual, es responsable de la mayoría de
las lesiones anogenitales en los niños. Aunque el diagnóstico la mayoría de las
veces es clínico, a veces la histología es necesaria y característica,
mostrando queratinocitos que contienen cuerpos de inclusión citoplasmáticos
eosinofílicos, conocidos como cuerpos de molusco o cuerpos de Henderson-Paterson.
Existen algunos diagnósticos diferenciales a
considerar, de acuerdo al contexto clínico del paciente en cuestión, como la
localización cutánea de la criptococosis, histoplasmosis o infección por Penicillium
marneffei, que pueden ocasionar pápulas umbilicadas similares al molusco
contagioso. También a veces puede plantearse diferenciales con verrugas planas,
condiloma acuminatum, condiloma lata, granuloma piógeno, tumores anexiales,
histiocitosis de células de Langerhans, carcinoma de células basales, y
melanoma amelanótico, y como dijimos antes, ante cualquier sospecha de otro
diagnóstico, está indicada la biopsia de piel.
La tendencia natural del molusco contagioso es
evolucionar hacia la resolución espontánea en el término de seis meses, a un
año, aunque a veces puede durar hasta tres a cinco años, curando sin dejar
cicatriz.
Cuando las lesiones son extensas y progresivas como en
este caso, en pacientes sexualmente activos con lesiones anogenitalesdebe
descartarse inmunocompromiso, sobre todo infección por VIH, u otras
inmunodeficiencias.
Existen múltiples terapias para la entidad, pero
mencionaremos las de primera línea como la crioterapia con nitrógeno líquido,
el legrado con una cureta, la cantaridina y podofilotoxina tópicas
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