Una colega envía estas imágenes con el siguiente texto:
Buenas noches grupo
Quisiera que me ayuden con esta publicación de manera
anónima por favor
Paciente masculino de 45 años que sufrió fractura de
cuello del fémur el 22 de diciembre de 2022, realizan colocación de clavo
intramedular el 13 de enero de 2023. Y fractura de pelvis en libro abierto.
Le realizan rx de control.
Por favor su opinión, muchas gracias
Opinión: Efectivamente, se observa fractura lateral de cabeza
femoral izquierda ya intervenida quirúrgicamente, de la rama isquiopubiana
derecha, así como diastasis de la sínfisis pubiana. La cabeza femoral izquierda no está correctamente alineada después de la colocación del clavo, probablemente por fractura multifragmentaria. Me referiré a las fracturas pélvicas. Este tipo de lesiones
pélvicas a menudo ocurren en el contexto de traumas de alta energía, por lo que
suelen presentarse junto a otras lesiones potencialmente mortales, que
requieren atención previa o simultánea a ellas. Dado que al paciente ya recibió
atención quirúrgica de la cadera izquierda, asumimos que las condiciones
concomitantes ya han sido resueltas y el paciente está estabilizado clínica y
hemodinámicamente. Frente a fracturas del anillo pélvico, hay que saber si estas
son biomecánicamente estables o inestables. En general, las fracturas son
inestables, cuando existen al menos dos porciones del anillo pélvico
involucrado. En este caso solo ve fractura como dijimos, de la rama
isquiopubiana derecha, lo que hace sospechar cierta estabilidad tanto
rotacional como vertical de la pelvis, aunque la diastasis pubiana por ruptura
de los ligamentos, también debe considerarse como contribuyente a la
inestabilidad biomecánica. Estas fracturas de pelvis en “libro abierto” (cuando
la separación de la sínfisis es mayor de 3 cm), con lesión obligada de partes
blandas asociadas, obligan en primer lugar a controlar la hemorragia siempre
presente. Esto puede realizarse clásicamente con cinturón pélvico o sábana
envolvente. Siempre frente a estos
cuadros hay que descartar lesión del tracto genitourinario inferior (hematuria
por lesión uretral, o ruptura de vejiga), lesión de los vasos ilíacos por
estiramiento, desgarro de la íntima con trombosis secundaria e isquemia en
miembro inferior, lesión rectal (todos los pacientes con una fractura pélvica
deben someterse a un examen rectal digital para evaluar la presencia de sangre
o espículas óseas indicativas de perforación rectal), y en tal caso, hay que
llevar a cabo un examen bajo anestesia en el quirófano con proctoscopia rígida o
sigmoidoscopia flexible para descartar definitivamente una lesión rectal. En la
mujer, se debe realizar un examen vaginal con un espéculo en pacientes con
fracturas pélvicas para descartar una fractura abierta. Se debe inspeccionar el
periné en busca de laceraciones externas que se comuniquen con la fractura
pélvica, así como se debe llevar a cabo un examen neurológico, con evaluación
de sensibilidad y motricidad en miembros inferiores, por la posibilidad de una
lesión espinal asociada o avulsión de alguna raíz nerviosa. Las imágenes, en
las instancias iniciales al pie de la cama (E-FAST), y posteriormente TC y
otros estudios ad hoc. Demás está decir, que estos pacientes son más que ningún
otro, pasibles de manejo multidisciplinario en unidades de trauma o shock.
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