Hemoglobinuria paroxística nocturna
La hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN) es un
trastorno clonal adquirido de las células madre hematopoyéticas causado por un
gen PIG-A defectuoso, que provoca la pérdida de los anclajes de
glicosilfosfatidil inositol (GPI) en los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y
las plaquetas y una pérdida de las proteínas protectoras generalmente llevado
por estas anclas. CD-55 (factor acelerador de descomposición) y CD-59
(inhibidor de lisis reactiva de membrana) son dos de estas proteínas ancladas a
GPI que se utilizan habitualmente en el diagnóstico. Otras proteínas de anclaje
de GPI incluyen CD-14 y CD-16. La pérdida de las proteínas ancladas a GPI deja
a los glóbulos rojos inusualmente sensibles a la lisis mediada por el
complemento. Los pacientes presentan hemólisis, hemoglobinemia, hemoglobinuria
(particularmente por la mañana porque el plasma es más acidótico por la noche),
disfagia, dolor abdominal, deficiencia de hierro, trombocitopenia y
predisposición a la trombosis en sitios inusuales. La HPN puede ir acompañada
de un síndrome de insuficiencia de la médula ósea, mielodisplasia o anemia
aplásica, en cuyo caso la pancitopenia acompaña a los síntomas. La morbilidad
se debe a anemia grave y la mortalidad se debe principalmente a complicaciones
trombóticas en las venas cerebrales y abdominales que están presentes hasta en
50% de los casos por razones poco claras. La mediana de supervivencia de los
pacientes con PNH es de 10 años. El diagnóstico se realiza mediante citometría
baja para detectar la falta de marcadores de superficie celular CD-55 y CD-59.
Un nuevo anticuerpo monoclonal humanizado, eculizumab (Soliris), es el único
medicamento aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados
Unidos (FDA) específicamente para la PNH. Eculizumab se une a C5 y evita la
escisión de C5b necesaria para la formación del complejo de ataque a la
membrana del sistema del complemento C5b-9. Eculizumab disminuye la hemólisis y
el riesgo de trombosis. El tratamiento también incluye el uso de esteroides
cuando hay hemolisis intensa. Los esteroides pueden inhibir la activación del
complemento por la vía alternativa y la ciclosporina. Las transfusiones de
sangre se administran según lo dicten los síntomas. El único tratamiento con
posibilidad de curación es el trasplante de médula ósea
FUENTE:
The
Brigham Intensive Review of
Internal Medicine. (2022)
Ajay K. Singh, MBBS, FRCP, MBA
Joseph Loscalzo, MD, PhD