viernes, 31 de enero de 2020

VARÓN DE 64 AÑOS CON FIEBRE Y FALLO RESPIRATORIO



Un hombre de 64 años ingresó en un hospital en la primavera por insuficiencia renal aguda. El paciente había estado en general bien hasta 4,5 meses antes de esta admisión, cuando comenzó con  fiebre, malestar, tos leve y dolor en la fosa lumbar izquierda. Él fue evaluado en una clínica de atención de urgencia externa, donde se informó que la radiografía de tórax era normal. Se realizó un diagnóstico clínico de sinusitis y se prescribió amoxicilina-clavulánico. Cuando los síntomas no disminuyeron, se prescribió doxiciclina. El dolor lumbar se atribuyó a tensión muscular y se indicó un curso corto de prednisona  y ciclobenzaprina
Cuatro meses antes de esta admisión, apareció comenzó con fiebre con una temperatura de hasta 38.9 ° C y empeoramiento de la tos. El paciente fue evaluado en  urgencias del  hospital. En el examen, la temperatura fue de 36,6 ° C, la frecuencia cardíaca 58 latidos por minuto, la presión arterial 125/71 mm Hg y la saturación de oxígeno 98% mientras respiraba aire ambiente. La auscultación de los pulmones reveló crepitantes en el campo pulmonar inferior izquierdo; El resto del examen era normal. Los niveles sanguíneos de electrolitos y glucosa fueron normales; otros resultados de pruebas de laboratorio se muestran en la Tabla 1. 





Tabla 1


La radiografía de tórax reveló débiles opacidades del espacio aéreo en el lóbulo inferior izquierdo y región perihilar izquierda, y se prescribió amoxicilina-ácido clavulánico para tratamiento empírico de la neumonía.
Dos meses antes de esta admisión, se repitió la radiografía de tórax la cual reveló la persistencia de la opacidad del espacio aéreo en la región perihilar izquierda. Tres semanas más tarde, se realizó una tomografía computarizada (TC) de tórax, abdomen y pelvis después de la administración de contraste intravenoso. Debido a un alergia conocida al contraste intravenoso, prednisona y difenhidramina fueron administrados profilácticamente. Las imágenes mostraron nódulos centrilobulares y opacidades irregulares en ambas bases pulmonares, así como linfadenopatía mediastínica e hilar izquierda (Fig. 1A y 1B).







Figura 1. TC de Tórax.
TC de tórax obtenidas 2 meses antes de la internación (Figura 1 A y Figura 1 B),  y en la internación (Figura 1 C y Figura 1D. En el momento de la internación los ganglios prevasculares y subcarinales (flechas),  aumentaron marcadamente de tamaño.


Dos días más tarde, comenzó con  saciedad temprana, náuseas, y diarrea no sanguinolenta, asociado a  ortopnea, edema en miembros inferiores, distensión abdominal, disminución de la producción de orina y aumento de peso. Los síntomas progresaron durante las siguientes 3 semanas. Los análisis  de laboratorio de rutina mostraron un nivel de creatinina de 5.78 mg por decilitr (rango normal, 0,60 a 1,50 mg por decilitro), y un nivel de nitrógeno ureico en sangre de 80 mg por decilitro (rango normal, 8 a 25 mg por decilitro). El paciente fue remitido al departamento de emergencias  del hospital para el manejo de la insuficiencia renal aguda.
El paciente tenía antecedentes de estenosis aórtica congénita  debido a una membrana subaórtica, cardiomiopatía hipertrófica, fibrilación auricular, bloqueo AV completo, aneurisma aórtico ascendente con insuficiencia aórtica severa, diverticulosis colónica  y gota. Se había sometido a una resección de la membrana subaórtica  cuando tenía 10 años de edad y a  una cirugía abierta de revisión con reparación de la válvula aórtica y miomectomía septal cuando tenía 50 años de edad. Cuando tenía 52 años de edad, se colocó un marcapaso  permanente debido al desarrollo de un bloqueo aurículo ventricular completo. Se había sometido a un procedimiento de aislamiento de las venas pulmonares  enfermedad pulmonar cuando tenía 58 años de edad.
Los medicamentos que recibía eran  rivaroxabán, sotalol, eplerenona, furosemida, simvastatina, cloruro de potasio, alopurinol, e ibuprofeno. Presentaba alergias a medicamentos conocidos incluido contraste yodado intravenoso el cual causaba  urticaria.
El paciente vivía con su esposa en un suburbio en Nueva Inglaterra y estaba recientemente retirado de una carrera en la industria de tecnología de la información. Había viajado al condado de Ventura en California el otoño anterior, así como a Europa y al sureste de los Estados Unidos varios años antes Tenía una historia de 20 años de fumar cigarrillos y había dejado de fumar 9 años antes. Bebía  alcohol socialmente y  nunca usó drogas ilícitas. Su madre tenía insuficiencia cardíaca congestiva  y su padre tenía enfermedad vascular periférica. Su sobrino tenía un aneurisma aórtico torácico, y su hermano había muerto de un aneurisma aórtico torácico roto
En el examen, el paciente parecía estar bien y no impresionaba con compromiso  agudo. La temperatura era de  36.5 ° C, el pulso 60 latidos por minuto, la presión arterial 135/60 mm Hg, la frecuencia respiratoria era de  18 respiraciones por minuto, y la saturación de oxígeno 95% mientras respiraba aire ambiente. Los ruidos cardíacos eran regulares y un soplo sistólicos (2/6) estaba presente en la parte superior delborde esternal derecho.  Había edema en los miembros inferiores. El resto del examen fue normal; no se observaron ulceraciones en piel u orofaringe, y no tenía erupciones. El análisis de orina reveló 3+ sangre y 2+ proteínas, y examen microscópico del sedimento mostró 10 a 20 glóbulos rojos por campo de alta potencia, incluidos acantocitos. Los resultados de la función renal no mostraron cambios respecto a los del día anterior.Otros resultados se muestran en la Tabla 1. La ultrasonografía de los riñones y la vejiga revelaron riñones ecogénicos pero sin hay evidencia de hidronefrosis.  Se inició en forma empírica metilprednisolona IV por presunta glomerulonefritis rápidamente evolutiva, y el paciente fue ingresado al hospital
Al día siguiente, se recibieron resultados de pruebas de laboratorio adicionales. Pruebas para el anticuerpo core de la hepatitis B, anticuerpo de hepatitis C, VIH tipo 1 antígeno p24 y anticuerpos contra  VIH los tipos 1 y 2 fueron negativos. FAN fue 1:40 con un patrón moteado; crioglobulinas y anticuerpos contra el antígeno Goodpasture fueron negativos.  Los niveles sanguíneos de C3 y C4 fueron normales. Las pruebas de orina para la proteína de Bence Jones fueron negativas, y los  resultados de la electroforesis de proteínas séricas eran normales Una prueba para ANCA fueron positivos, con un patrón de tinción perinuclear y un ensayo inmunosorbente confirmó la presencia de anticuerpos anti- mieloperoxidasa  en un título de 743 U (rango de referencia, menos de 2.8).
Se comenzó entonces una terapia con ciclofosfamida oral el día 3 de internación, un catéter venoso central fue colocado, y se inició plasmaféresis; el  tratamiento intravenoso con metilprednisolona fue discontinuado y se comenzó con prednisona oral en altas dosis. En el 6° día de hospital, se administró rituximab intravenoso. En el  7° día de hospital, se comenzó con  hemodiálisis intermitente debido a uremia persistente y acidosis. El día 14° de hospital, desarrolló fiebre con temperatura. de hasta 38.4 ° C desarrollado, junto con tos leve y dolor de garganta. El análisis de orina reveló una densidad  de 1.010 y 2+ bacterias; nitritos y leucocitos esterasa no fueron detectados. En el 16° día de hospital, el urocultivo creció abundante Enterobacter cloacae y tratamiento intravenoso con cefepima fue iniciado. Luego de siete sesiones de terapia intercambio de plasma y administración de dos infusiones de rituximab, el paciente fue dado de alta a su hogar medicado con  prednisona (40 mg diarios), ciclofosfamida, y ciprofloxacina.
Después del alta, continuó la fiebre con una temperatura de hasta 38.9 ° C, al igual que fatiga, malestar general, y diarrea acuosa. El paciente también refirió  desarrollo de úlceras orales dolorosas. Dos días después del alta, se desarrolló disnea de esfuerzo, junto con tos productiva, y el paciente regresó al departamento de emergencias del hospital.
Al llegar, el paciente impresionaba en mal estado general y con  dificultad respiratoria. La temperatura era 36.1 ° C, el pulso 104 latidos por minuto, la presión sanguínea 140/70 mm Hg, la frecuencia respiratoria 54 respiraciones por minuto, y la saturación de oxígeno 93% mientras recibía oxígeno suplementario a través de una cánula nasal a razón de 2 litros por minuto. El examen reveló numerosos ulceraciones superficiales en la lengua y los labios, difusas sibilancias con crepitaciones inspiratorias, y edema marcado en las piernas; el resto del examen no cambió. Los resultados de las pruebas de laboratorio se muestran en la Tabla 1. Se detectó en la sangre del paciente ADN de citomegalovirus (4680 unidades internacionales [UI] por mililitro). Muestras de sangre fueron obtenidas para hemocultivos. El paciente fue re-internado en el hospital.
Una radiografía de tórax  mostró edema intersticial pulmonar con opacidades irregulares en la región retrocardiaca izquierda. La tomografía computarizada del tórax mostró  opacidades difusas de vidrio esmerilado con engrosamiento septal intralobular y crecimiento de las linfadenopatías hiliares y mediastinales. del mediastino (Fig. 1C y 1D).
Se comenzó con efepima intravenosa, vancomicina, y azitromicina se administraron empíricamente. Al día siguiente, se realizó hemodiálisis y se extrajeron 4 litros de líquido por ultrafiltración para el manejo de la insuficiencia cardíaca congestiva.
Durante la última hora de la sesión de diálisis, la disnea comenzó a empeorar y se desarrolló hipoxemia; se administró oxígeno suplementario a través de una mascarilla no rebreather. Se administraron nebulizadores de albuterol  e ipratropio, y el paciente fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos para el tratamiento de la insuficiencia respiratoria hipoxémica.
Se realizó una prueba de diagnóstica.



DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
 Este hombre de 64 años era ingresado en este hospital por insuficiencia renal aguda después de un curso ambulatorio prolongado de neumonía focal persistente (con linfadenopatía mediastinal e hiliar izquierda), fiebre, síntomas de insuficiencia cardíaca congestiva y síntomas constitucionales.  Posteriormente, después de recibir terapia  inmunosupresora por  presunta glomerulonefritis, presentó insuficiencia respiratoria hipoxémica grave con infiltrados intersticiales difusos y ulceraciones orales.  Resultados de estudios auxiliares mostraron  eosinofilia leve 4 meses antes de esta admisión.
En la construcción de los diagnósticos diferenciales para este caso, consideraremos  primero  los síndromes clínicos mencionados los datos salientes del examen físico y del laboratorio y su relación entre ellos. Además, el paciente recibió terapia inmunosupresora  de alto nivel  después de su primer ingreso hospitalario lo que lo vuelve  susceptible a infecciones oportunistas específicas, y su viaje a partes del sureste de los Estados Unidos y el sur de California plantean  riesgos epidemiológicos adicionales  para ciertos patógenos endémicos de esas regiones geográficas. Por lo tanto, ampliaremos  el diagnóstico diferencial para incluir infecciones relevantes que pueden reactivarse o diseminarse en el contexto de inmunosupresión.


NEUMONÍA FOCAL PERSISTENTE
Cuando se trata adecuadamente, los síntomas de una  neumonía adquirida en la comunidad suele ser de corta duración, con fiebre, producción de esputo y disnea durando un promedio de 2 a 3.5 días y tos y persistencia de la fatiga por hasta 14 días1,2. Los síntomas de éste paciente persistieron durante varios meses, a pesar del tratamiento con antibióticos dirigidos a patógenos bacterianos comunes. Hay una variedad de posibles razones para la persistencia del cuadro clínico de  neumonía focal, incluidas las complicaciones de una infección inicial como un empiema loculado, aunque en éste caso no había  evidencia radiográfica de  tal proceso. Además,  patógenos inusuales o atípicos  de neumonía deben ser considerados, incluyendo Legionella pneumophila, especies de actinomyces, nocardia y Burkholderia pseudomallei; micobacterias, incluidas tuberculosas y no tuberculosas; hongos, particularmente dimórficos patógenos y ciertos parásitos, como especies de Paragonimus. El hecho de que este paciente no había viajado a Australasia esencialmente descarta melioidosis y paragonimiasis, y la infección por legionella o  por actinomyces son también diagnósticos  poco probables, dada la falta de respuesta del paciente a doxiciclina y amoxicilina-clavulanato, respectivamente. Síntomas respiratorios prolongados asociados a la presencia de fiebre y síntomas  constitucionales apoyan un proceso crónico y dejan a las neumonías de origen viral como diagnósticos muy poco probables. Causas no infecciosas de enfermedad pulmonar, como la neumonía organizativa criptogénica (COP), linfomas y sarcoidosis, pueden imitar un proceso infeccioso. Para estrechar un poco más  el diagnóstico diferencial, consideraré la combinación de neumonía persistente  focal  en el contexto de otros hallazgos importantes, como la presencia de linfadenopatía mediastínica e hiliar, eosinofilia leve y el desarrollo de insuficiencia cardíaca congestiva y glomerulonefritis.


LINFADENOPATÍA MEDIASTÍNICA E HILAR
La tomografía computarizada de tórax reveló  linfadenopatías mediastinales e hiliares izquierdas. Las linfadenopatías prominentes y persistentes a menudo apuntan a procesos granulomatosos subyacentes.  Causas infecciosas comunes de inflamación granulomatosa incluyen tuberculosis, micobacterias no tuberculosas y hongos dimórficos, incluidos Blastomyces dermatitidis, Coccidioides immitis, Coccidioides posadasii, Histoplasma capsulatum y Cryptococcus neoformans.
Causas no infecciosas de inflamación granulomatosa. incluyen sarcoidosis, ciertas vasculitis y enfermedades del tejido conectivo, neumonía organizativa  criptogénica y linfoma. Se vio que la linfadenopatía  hiliar estaba localizada en el lado izquierdo. Dado que en la sarcoidosis  las linfadenopatías torácicas casi siempre se manifiestan bilateralmente  (más del 95% de los casos), este diagnóstico es poco probable.3

EOSINOFILIA
Las causas comunes de eosinofilia incluyen condiciones alérgicas, particularmente relacionadas con medicamentos; ciertas infecciones, especialmente parasitarias (aunque no únicamente); cáncer; trastornos autoinmunes; e insuficiencia suprarrenal. En  presencia de neumonía focal persistente con linfadenopatías mediastinales e  hiliares, la presencia  de eosinofilia leve puede ayudar a estrechar  aún más la lista de  diagnósticos diferenciales a condiciones que pueden explicar ambos hallazgos. Estas condiciones incluyen tuberculosis, hongos dimórficos, vasculitis, y linfoma


INSUFICIENCIA CARDÍACA CONGESTIVA
¿Qué significa el desarrollo de insuficiencia cardíaca congestiva en la enfermedad de este paciente? ¿Es la insuficiencia cardíaca congestiva parte de la enfermedad subyacente  en un paciente con  antecedentes personales  y  familiares de enfermedad cardíaca congénita  y enfermedad aórtica sugestiva de enfermedad del  tejido conectivo heredada?. ¿O la insuficiencia cardíaca congestiva es consecuencia de una función cardíaca endeble de base sobre la cual la presencia de insuficiencia renal puede haber descompensado?
Cuando consideramos  insuficiencia cardíaca congestiva en el contexto de un paciente con neumonía focal persistente,   fiebre y síntomas constitucionales, se deben considerar dos diagnósticos: endocarditis subaguda y fiebre reumática aguda. A primera vista, la endocarditis subaguda parece ser un diagnóstico viable para este paciente, aunque su presentación clínica no cumple con ninguno de los principales criterios modificados de Duke4 (un soplo cardíaco fue escuchado en el examen físico, pero no existe constancia que éste fuera nuevo),  y solo cumple dos de los criterios menores ( una condición cardíaca predisponente y fiebre). Por lo tanto, este diagnóstico es poco probable. Del mismo modo, la fiebre reumática es poco probable en este paciente, ya que ninguno de los criterios mayores  de Jones revisados se cumplen los criterios5, y solo dos de los criterios menores (fiebre y marcadores inflamatorios elevados) se cumplen. Por lo tanto, parece que la insuficiencia cardíaca congestiva no es intrínseca a la enfermedad de base, sino que  más bien, parece  una consecuencia secundaria.

GLOMERULONEFRITIS
En la primera admisión del paciente al hospital, se diagnosticó  glomerulonefritis  basados en insuficiencia renal, proteinuria, hematuria microscópica, y la presencia de acantocitos en el examen microscópico del sedimento de orina.  El síndrome es posteriormente clasificado como  como glomerulonefritis  normocomplementémica  (dada la normalidad de los niveles de  C3 y C4), descartando glonerulonefritis membranoproliferativa,  glomerulonefritis lúpica, y más notablemente, glomerulonefritis postinfecciosa, que fue  inicialmente considerada como consecuencia potencial de una infección respiratoria. El agregado de la presencia de un elevado nivel de ANCA perinuclear sugiere fuertemente vasculitis de vasos pequeños o medianos asociada a ANCA, particularmente granulomatosis con poliangeítis o granulomatosis eosinofílica con poliangeítis. Tales diagnósticos de hecho puede dar cuenta de todas las características clínicas de la presentación de este paciente, incluyendo la glomerulonefritis, la neumonía focal persistente con linfadenopatía mediastínica e hiliar, la fiebre,  síntomas constitucionales, y la eosinofilia. Se podrían agregar ulceraciones orales a esta lista, aunque este hallazgo apareció solo después de la intensa terapia inmunosupresora, instituida por los médicos tratantes después de haber  aparentemente identificado como vasculitis  el diagnóstico subyacente. Uno esperaría una mejoría clínica después de la administración de la terapia  inmunosupresora si el único proceso subyacente fuera una vasculitis; sin embargo, la condición del paciente empeoró desarrollando  insuficiencia respiratoria hipoxémica, que despiertó preocupación por el empeoramiento de un proceso infeccioso  no detectado.

INSUFICIENCIA RESPIRATORIA HIPOXÉMICA CON INFILTRADOS INTERSTICIALES DIFUSOS.
El desarrollo de insuficiencia respiratoria hipoxémica con infiltrados intersticiales difusos después de la administración de terapia inmunosupresora sugiere una nueva infección nosocomial u oportunista, reactivación o empeoramiento de una infección latente, o un proceso no infeccioso.
Ciertamente, el uso de glucocorticoides en dosis altas, rituximab (un anticuerpo monoclonal anti-CD20 con efectos deplecionadores de las células B) y ciclofosfamida (un agente alquilante) coloca al paciente en riesgo clínicamente significativo para una infección oportunista, incluidos los virus del herpes como el citomegalovirus, virus del herpes simple y virus varicela  zoster, así como adenovirus. A pesar de que tales infecciones virales son posibles en este caso, son más comunes después de un trasplante o embarazo (por ejemplo, virus varicela-zoster) y no encajan  con el curso clínico de este paciente antes de recibir  terapia inmunosupresora. Además, mientras que la viremia por citomegalovirus de bajo nivel se detectó en 4680 UI por mililitro, la mediana de la carga viral para pacientes con neumonitis por CMV reportada suele ser  mucho más alta (189,013 UI por mililitro)6, lo que que sugiere que este paciente pudo haber tenido   reactivación de la infección por citomegalovirus pero no  enfermedad del órgano terminal. Infiltrados difusos son también  una característica típica de neumonía por  Pneumocystis jirovecii, pero el corto período de tiempo entre inmunosupresión y descompensación clínica hace que este diagnóstico sea poco probable. El síndrome de hiperinfección por  Strongyloides  puede manifestarse por insuficiencia respiratoria y eosinofilia después de la administración de altas dosis de glucocorticoides, pero es más común entre inmigrantes y entre personas que han viajado a zonas del sur de Estados Unidos donde el síndrome es endémico y no explicaría el  síndrome clínico inicial La reactivación de una  tuberculosis, y la infección  por hongos dimórficos, o C. neoformans es compatible con la presentación de este paciente y requiere  mayor consideracion.

TUBERCULOSIS
¿Tiene este paciente tuberculosis que empeoró después del uso de la terapia inmunosupresora? Aunque se ha informado de eosinofilia leve en asociación con tuberculosis, no es una manifestación típica de la enfermedad. Sin embargo, dado que el paciente no había viajado a zonas en el que la tuberculosis es endémica y no tiene otros factores de riesgo, la tuberculosis es un diagnóstico poco probable en este caso.

INFECCIÓN MICÓTICA
Al igual que con la tuberculosis, la reactivación de la infección por C. neoformans  puede explicar muchas características de este caso. Además, las ulceraciones orales son conocidas manifestaciones de criptococosis,  y el  tratamiento con rituximab es un factor de riesgo para la infección a través de la inhibición de la opsonización mediada por anticuerpos de la cápsula criptocócica. Sin embargo, la eosinofilia no es una manifestación de infección criptocócica. Aunque la enfermedad criptocócica es un posible diagnóstico en este caso, una infección por hongos como blastomicosis o histoplasmosis son más probables. El paciente refirió viaje a partes del sureste de los Estados Unidos, un área en que son endémicos B. dermatitidis e H. capsulatum. Además, las ulceraciones orales están asociadas con ambas condiciones, particularmente histoplasmosis. Sin embargo, la eosinofilia no es un hallazgo común en cualquiera de esos dos diagnósticos. Adicionalmente, la linfadenopatía mediastínica es poco común en blastomicosis.7
La presentación del paciente también es compatible. con coccidioidomicosis. En contraste con otros hongos, la eosinofilia es común con esta afección. 8 Además, las úlceras orales son una manifestación  notable en la coccidioidomicosis.  El paciente informó que había viajado al condado de Ventura, California, varios meses antes del inicio de los síntomas. El condado de  Ventura, que se encuentra entre el condado de Santa Bárbara y el  condado de Los Ángeles, es una región en la que coccidioidomicosis es moderadamente endémica (2.1 a 4.9 casos por 100,000 habitantes entre 2000 y 2007) y es un sitio de brotes de coccidioidomicosis.  Recientemente, un aumento en la incidencia de coccidioidomicosis en el condado ha sido informado, 9 y el departamento local de salud pública emitió un aviso de salud a profesionales locales destacando el aumento de casos.10 Por lo tanto, sobre la base de la reciente estadía de este paciente en un área donde la coccidioidomicosis es moderadamente endémica, combinado con un compatible  constelación de hallazgos clínicos que empeoraron  después de la terapia inmunosupresora, creemos que la coccidioidomicosis diseminada es el diagnóstico más probable en este  caso. Para confirmar este diagnóstico, debería realizarse serología y pruebas antigénicas en orina y sangre para detectat especies de  antígeno coccidioides.


DIAGNÓSTICO PRESUNTIVO
COCCIDIOIDOMICOSIS DISEMINADA.


PRUEBAS  DIAGNÓSTICAS
El procedimiento de diagnóstico fue una broncoscopia realizada el tercer día de la segunda admisión del paciente al hospital.
El examen citológico del líquido  de lavado broncoalveolar  (BAL) fluido reveló redondas esférulas de paredes gruesas y doble contorno llenas de endosporas, hallazgos que fueron morfológicamente consistentes con C. immitis o C. posadasii (Fig. 2A). Una preparación en bloque del líquido residual del BAL se preparó para pruebas adicionales; una coloración con  Gomori methenamine resaltó las esférulas y las endosporas, con estructuras filamentosas emegentes denominadas micelios  (Fig. 2B).






Figura 2. Lavado Broncoalveolar.
Una tinción de Papanicolaou de un fino extendido del líquido del BAL (Panel A) muestra macrófagos alveolares, neutrófilos y esférulas redondas de hongos en diferentes estadios de desarrollo: esférulas inmaduras no septadas, esférulas inmaduras septadas, (flecha fina), esférulas endosporulantes maduras (flecha gruesa), esférulas rotas liberando endosporas de primera generación (cabeza de flecha).  Las células de un preparado de un bloque celular obtenido del líquido del BAL, y coloreado con metenamina de plata de Gomori (panelB) muestra endosporas con estructuras filamentosas emergentes llamadas micelios (flecha), un hallazgo consistente con un hongo dimórfico en diferentes estadios de maduración. Un cultivo de agar celulosa de Saburaud del líquido del BAL (Panel C), muestra micelios blancos no pigmentados, algodonosos 3 días después de incubación a 25°. La tinción con algodón azul de lactofenol de una preparación húmeda del micelio (Panel D),muestra múltiples artroconidios alternantes entre  micelios fúngicos hialinos y otros con forma de barril (flechas;  3 to 5 μm en su mayor  dimensión).

DISCUSIÓN DEL MANEJO
Las recomendaciones del tratamiento para la coccidioidomicosis han sido publicados por la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América (IDSA), y se clasifican en función del estado inmunitario y los síntomas clínicos.11 La sociedad recomienda que los pacientes inmunosuprimidos como aquellos con infección por VIH o aquellos que se ha sometido a un trasplante de células madre hematopoyéticas o trasplante de órganos sólidos: quién tiene infecciones pulmonares recibirán  un azol vía oral o anfotericina B, dependiendo de la gravedad de la enfermedad del paciente.11 Para pacientes con coccidioidomicosis  extrapulmonar o coccidioidomicosis diseminada, este tratamiento antifúngico es requerido; la elección del agente antifúngico depende de la gravedad y el sitio de infección Para infecciones leves de los tejidos blandos, huesos y articulaciones, un azol oral puede ser usado; sin embargo, para procesos severos, anfotericina B se administra típicamente.11 Dada la gravedad de la enfermedad de este paciente, se inició tratamiento con anfotericina B. A pesar de esta terapia, su condición se deterioró.
Después de una reunión familiar, se decidió que el paciente pasara a una sala con medidas para proporcionarle confort , y murió varias horas despues.
Cuarenta y ocho horas después de la muerte del paciente, los cultivos de rutina y fúngicos del paciente en sangre y el líquido BAL se volvieron  colonias de aspecto algodonoso (Fig. 2C). La tinción de Gram y montaje en  preparaciones húmedas de  colonias revelaron micelios y artroconidios (Fig. 2D). Finalmente una sonda de ADN específica para una secuencia de ARN ribosomal de especies de coccidioides confirmaron el diagnóstico. Con permiso de la familia, se realizó autopsia.

 AUTOPSIA
En la autopsia, ambos pulmones mostraron áreas de consolidación densa y múltiples nódulos en granos de mijo, con un diámetro medio de 0.2 cm, distribuidos por todo el parénquima pulmonar (Fig. 3A). El examen histológico mostró colecciones intraalveolares bien circunscritas de neutrófilos, macrófagos alveolares y desechos  necróticos que rodean las esférulas y las endosporas (Fig. 3B). Métodos especiales de tinción y la microscopía electrónica destacó hongos  en varias etapas de desarrollo12 (Fig. 3C a 3F). Otras áreas del pulmón tenían evidencia de daño alveolar difuso (Fig. 3G).
Linfadenitis supurativa con evidencia histopatológica  clásica  de reacción necroitizante neutrofílica a esférulas y endosporas, así como áreas con el fenómeno Splendore – Hoeppli, 13-15 era prominente en  múltiples ganglios  agrandados, subcarinales, paratraqueales, paraaórticos y paracardíacos. Una tención  de hematoxilina y eosina de rutina y una  tinción con metenamina de plata de Gomori  reveló diseminación  de esférulas y endosporas al  bazo, glándulas suprarrenales, hígado, hueso médula, riñones y corazón (Fig. 3H).





Figura 3. Muestras de autopsia de pulmón y corazón.
En la autopsia, ambos pulmones estaban edematosos (pulmón combinado peso, 2050 g; rango normal, 685 a 1050). Examen general de secciones transversales fijas de formalina de los pulmones (Panel A) revela áreas de consolidación densa (flecha delgada), linfadenopatía supurativa hiliar (flecha gruesa), y múltiples nódulos amarillos en forma de mijo con un promedio diámetro de 0.2 cm (punta de flecha) que se distribuyen al azar a lo largo del parénquima pulmonar. La tinción con hematoxilina eosina de una muestra de pulmón (Panel B) muestra nódulos que contienen granulomas mal formados alrededor esférulas y endosporas, mezcladas con infiltrados inflamatorios con abundantes restos necróticos, hallazgos que son consistentes con neumonía miliar. Una multitud de esférulas y endosporas en varias etapas de diferenciación se puede ver a mayor aumento con especial tinción histoquímica, como la tinción de metanamina de plata de  Gomori (Panel C) y tinción de plata de Steiner (Panel D). La  tinción de ácido- periódico de Schiff (Panel E) muestra formas fúngicas vivas rodeadas por un infiltrado inflamatorio y abundantes restos celulares necróticos. La microscopía electrónica (Panel F) revela una esférula de endosporulación (50 μm de diámetro) liberando endosporas de  primera generación (3 a 9 μm de diámetro), rodeadas por células inflamatorias y restos necróticos; también se puede ver la ruptura de la pared celular laminar externa (recuadro, punta de flecha; 600 nm de espesor). Las endosporas individuales tienen sus propias mitocondrias, membrana celular y pared celular (300 nm de espesor). Tinción con hematoxilina y eosina de una muestra de pulmón obtenida de un área con consolidación de  pulmón (Panel G) muestra daño alveolar difuso, como lo demuestra la presencia de membranas hialinas (flechas) Evidencia microscópica de infección diseminada fue encontrado en múltiples órganos. La tinción con hematoxilina eosina de una muestra de corazón (panel H) muestra áreas focales de miocarditis aguda con un infiltrado inflamatorio   compuesto de neutrófilos degranulados e histiocitos que rodean las esférulas endosporulantes y endosporas de primera generación; el infiltrado está asociado con edema intersticial, necrosis miocítica y desechos nucleares cariorrecticos.


El examen microscópico de los riñones reveló glomérulos  con semilunas fibrocelulares segmentarias y focales (Fig. 4A), necrosis fibrinoide de una pared del vaso (Fig. 4B), y algunos cilindros de glóbulos rojos dispersos en la luz de los túbulos renales (Fig. 4C). Los estudios de nmunofluorescencia no mostraron evidencia de inmunocomplejos.  Todas las características microscópicas observadas son consistentes con asociada a ANCA.






Figura 4. Muestras de autopsia del riñón.
La tinción periódica con ácido-Schiff muestra glomérulos (Panel A) con semilunas fibrocelulares segmentarias (flecha) de forma variable comprimiendo en forma variable  el penacho capilar glomerular subyacente y una arteria pequeña (Panel B) con necrosis fibrinoide, circunferencial de la pared del vaso (flecha) acompañado de inflamación perivascular activa. La tinción con hematoxilina y eosina del compartimento  tubulointersticial  (Panel C) muestra un túbulo renal que está completamente lleno de cilindros de glóbulos rojos compactados (flecha). Todas estas características microscópicas son diagnósticas de glomerulonefritis asociada a anticuerpos citoplasmáticos antineutrófilos.



DIAGNÓSTICO ANATÓMICO
COCCIDIOIDOMICOSIS DISEMINADA Y  GLOMERULONEFRITIS  ASOCIADA A ANCA.



TRADUCCIÓN DE
Case 2-2020: A 64-Year-Old Man with Fever and Respiratory Failure
Marwan M. Azar, M.D., Victorine V. Muse, M.D., Julian A. Villalba, M.D., and Sarah E. Turbett, M.D.
NEJM


REFERENCIAS
1. Rosón B, Carratalà J, Fernández-Sabé
N, Tubau F, Manresa F, Gudiol F. Causes
and factors associated with early failure
in hospitalized patients with communityacquired
pneumonia. Arch Intern Med
2004; 164: 502-8.
2. Marrie TJ, Beecroft MD, Herman-Gnjidic
Z. Resolution of symptoms in patients
with community-acquired pneumonia
treated on an ambulatory basis. J Infect
2004; 49: 302-9.
3. Iannuzzi MC, Rybicki BA, Teirstein AS.
Sarcoidosis. N Engl J Med 2007; 357: 2153-
65.
4. Durack DT, Lukes AS, Bright DK. New
criteria for diagnosis of infective endocarditis:
utilization of specific echocardiographic
findings. Am J Med 1994; 96: 200-9.
5. Special Writing Group of the Committee
on Rheumatic Fever, Endocarditis,
and Kawasaki Disease of the Council on
Cardiovascular Disease in the Young of
the American Heart Association. Guidelines
for the diagnosis of rheumatic fever:
Jones Criteria, 1992 update. JAMA 1992;
268: 2069-73.
6. Chemaly RF, Yen-Lieberman B, Castilla
EA, et al. Correlation between viral loads
of cytomegalovirus in blood and bronchoalveolar
lavage specimens from lung
transplant recipients determined by histology
and immunohistochemistry. J Clin
Microbiol 2004; 42: 2168-72.
7. Fang W, Washington L, Kumar N. Imaging
manifestations of blastomycosis:
a pulmonary infection with potential dissemination.
Radiographics 2007; 27: 641-
55.
8. Goldstein DM, Louie S. Primary pulmonary
coccidioidomycosis: report of an
epidemic of 75 cases. War Med 1943; 4:
299-317.
9. Kisken T. New data shows valley fever
has leaped in Ventura County and throughout
California. Ventura County Star. August
30, 2018 (https://www .vcstar .com/
story/ news/ local/ 2018/ 08/ 30/ california
-department
-public
-health
-ventura
-county
-valley
-fever/
1025497002/ ).
10. Vargas R, Levin RM. Health advisory:
coccidioidomycosis (Valley fever) in Ventura
County. Oxnard, CA: Ventura County
Public Health, November 14, 2017 (http://
www .vchca .org/ images/ public_health/
For_Hlth_Care_Providers/ HOT_TIPS_95
_Coccidioidomycosis_in_Ventura_County
_11 -14
-2017
.pdf).
11. Galgiani JN, Ampel NM, Blair JE, et al.
2016 Infectious Diseases Society of America
(IDSA) clinical practice guideline for
the treatment of coccidioidomycosis. Clin
Infect Dis 2016; 63(6): e112-e146.
12. Lewis ERG, Bowers JR, Barker BM.
Dust devil: the life and times of the fungus
that causes Valley fever. PLoS Pathog
2015; 11(5): e1004762.
13. Guarner J, Brandt ME. Histopathologic
diagnosis of fungal infections in the
21st century. Clin Microbiol Rev 2011; 24:
247-80.
14. Saubolle MA, McKellar PP, Sussland
D. Epidemiologic, clinical, and diagnostic
aspects of coccidioidomycosis. J Clin Microbiol
2007; 45: 26-30.
15. Roden AC, Schuetz AN. Histopathology
of fungal diseases of the lung. Semin
Diagn Pathol 2017; 34: 530-49.

No hay comentarios:

Publicar un comentario