viernes, 3 de enero de 2020

IMPÉTIGO BULLOSO. A PROPÓSITO DE UN CASO.



Paciente femenina de 10 meses de edad con historia de que hace 3 días comenzó a presentar lesiones papulares que posteriormente se volvieron ampollosas, las cuales al romperse evolucionaron a  costrosas. Todo esto asociado a prurito leve y sin síntomas ni signos sistémicos.
La imagen corresponde entonces a la fase costrosa de un impético bulloso














Gentileza:
Deyvis Ivan Olivar
Managua.  Nicaragua.
                          




IMPÉTIGO
Existen dos formas de impétigo, el bulloso o ampollar y el no bulloso que es el más frecuente. Finalmente existe una forma más profunda o ulcerosa de impétigo que es el ectima.

IMPÉTIGO NO BULLOSO 
El impétigo no bulloso es la forma más común de impétigo. Las lesiones comienzan como pápulas que progresan a vesículas rodeadas de eritema. Posteriormente se convierten en pústulas que se agrandan y se rompen rápidamente para formar costras gruesas y adherentes con una característica apariencia dorada; esta evolución generalmente ocurre durante aproximadamente una semana ( imagen 2,3,4,5 ). Las lesiones generalmente involucran la cara y las extremidades. Se pueden desarrollar múltiples lesiones, pero tienden a permanecer bien localizadas.




Imagen 2: impétigo no bulloso.
Eritema perinasal, erosiones y costras en un niño con impétigo no ampolloso.




Imagen 3: Impétigo no bulloso.
Costras doradas en el mentón de un paciente con impétigo no ampolloso.




Imagen 4: Impétigo no bulloso.
Placas "con costra melicéricas" en la cara de un niño con impétigo.




Imagen 5: Impétigo no bulloso.
Impétigo con vesiculopústulas y costras.


IMPÉTIGO BULLOSO 
El  impétigo bulloso es una forma de impétigo que se observa principalmente en niños pequeños en el que las vesículas se agrandan para formar ampollas flácidas con líquido amarillo claro, que luego se vuelve más oscuro y más turbio; las ampollas rotas dejan una delgada corteza o costra marrón ( imagen 6,7,8). Por lo general, hay menos lesiones que en el impétigo no ampolloso y el tronco se ve afectado con mayor frecuencia. El impétigo ampolloso en un adulto con factores de riesgo apropiados debe impulsar una investigación por infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) no diagnosticada previamente.





Imagen 6: Impétigo bulloso.
Bullas, erosiones y costras en un paciente con impétigo ampolloso en el cuello.





Imagen 7: Impétigo bulloso.
Costras en los sitios de ampollas rotas en impétigo ampolloso.






Imagen 8: Impétigo bulloso.
Erosiones múltiples con costra en un niño con impétigo ampolloso.



El impétigo ampolloso se debe a cepas de S. aureus que producen la toxina exfoliativa A, una toxina que causa la pérdida de adhesión celular en la epidermis superficial al atacar la proteína desmogleína 1. Este mecanismo está relacionado con la fisiopatología del pénfigo, en el que los autoanticuerpos se dirigen contra la misma proteína [ 8 ].

ECTIMA
El  ectima es una forma ulcerosa de impétigo en el que las lesiones se extienden a través de la epidermis y profundamente en la dermis. Consisten en úlceras "perforadas" cubiertas con costra amarilla rodeadas de márgenes violáceos elevados ( imagen 9,10 )




Imagen 9: Ectima
Múltiples úlceras con costras adherentes en un paciente con ectima.





Imagen 10: Ectima
Úlcera con corteza adherente en un paciente con ectima.


FUENTE.UPTODATE.MEDSCAPE

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