viernes, 25 de marzo de 2016

DISTROFIA CANALIFORME DE HELLER






El Dr. Juani Molina envía estas imágenes con el siguiente texto:


Son lesiones presentes solamente en ambos pulgares de más de 10 años de evolución sin cambio en sus características en una mujer de 52 años,

Sin antecedentes fliares de importancia; No TBQ ni OH; es hipertensa medicada con enalapril 10 mg día desde los 47 años; sin más antecedentes relevantes.


DISTROFIA CANALIFORME DE HELLER
La onicodistrofia mediana canaliforme de Heller, también denominada solenoniquia, se encuadra dentro del amplio grupo de las deformaciones traumáticas que afectan a la placa ungueal. Este proceso se caracteriza por la aparición progresiva y asintomática de un surco con apariencia de pluma y con ángulos hacia atrás, que evoluciona con los meses o los años a una depresión canalicular de mayor tamaño, que llega a recorrer toda la longitud de la uña y puede llegar a afectar a todo el grosor ungueal, o parte de ella. Habitualmente se localiza en la línea media, y adquiere una coloración entre amarillo y marrón claro. Puede afectar a varias uñas, aunque lo más frecuente es que se afecten de forma simétrica los dedos pulgares. La etiología más frecuente que causa esta deformidad es una historia previa de traumatismos de repetición, junto con inflamaciones e infecciones crónicas en la región de la matriz. Otra causa son los defectos congénitos del aparato ungueal, e incluso se han llegado a registrar casos familiares. Si la causa son microtraumatismos de repetición sobre la matriz ungueal, se observara una inflamación subaguda o crónica asintomática muy característica en los tejidos periungueales, sobre todo en el pliegue proximal. Los principales diagnósticos diferenciales que se deben tener en cuenta, ante la presencia de surcos o canales longitudinales, son:

1  Liquen plano. Lo habitual es que curse con pterigión, junto con adelgazamiento y fragilidad de la uña, aspecto deslustrado, onicolisis, decoloracion, hiperpigmentación e incluso puede producirse la caída de las uñas. Suelen afectarse varias uñas con intensidad variable.
2 Eccema. Es más evidente el componente inflamatorio periungueal con lesiones eritematodescamativas, muy pruriginosas. También suele acompañarse de una pulpitis seca y aparición de fisuras durante el proceso.
3 Onicomicosis. Se observarán cambios en la coloración de la lámina ungueal, onicolisis e hiperqueratosis subungueal.
4 Surcos fisiológicos. Diversas enfermedades crónicas, como artritis reumatoide, vasculopatía periférica, edad avanzada y la enfermedad de Darier, pueden acentuar los surcos fisiológicos presentes en todas las uñas.
5 Psoriasis. Además de los surcos, también se encontrarán hoyuelos, despegamiento de la lámina del lecho ungueal, decoloración,hiperqueratosis subungueal, afección subaguda y crónica  periungueal, acropustulosis y hemorragias subungueales.
6 Tumores. Diversas tumoraciones, como verrugas, quistes o tumores malignos, pueden ejercer una presión sobre la matriz y producir un surco sobre la placa ungueal. La distrofia mediana canaliforme no precisa ningún tratamiento y sólo se recomienda la lubricación de la lámina ungueal y evitar los traumatismos. En caso de focos inflamatorios e infecciosos crónicos se deberá instaurar tratamiento con pomadas antibióticas. Las uñas afectadas suelen normalizarse después de un período de meses o años, aunque la aparición de recidivas es lo habitual. El diagnóstico de estos procesos se realizará a través de una detallada historia clínica y una minuciosa exploración de la uña y los tejidos circundantes. En ocasiones, la toma de muestras para un estudio micológico y la realización de pruebas de contacto puede ayudar a descartar otros procesos, como un posible eccema de contacto.











Colaboración: 
Dr. Juan Molina
Escuela Superior de Ciencias de la Salud Olavarría
General Lamadrid







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