Hospital "Ángel Pintos" de Azul. |
Motivo de internación: cuadro de instalación
progresiva de varios meses de evolución de déficit motor a predominio de
hemicuerpo derecho, marcha espástica. Trastornos
en la deglución y del habla. Cefalea y mialgias de miembros inferiores.
Video 1.
Marcha espástica. Marcha en segador en miembro
inferior derecho. Se puede apreciar la pérdida de fuerzas en miembros
superiores a predominio derecho con brazos péndulos. También se aprecia la
atrofia en la musculatura de las manos, principalmente la derecha dando el
aspecto de mano de simio o de Aran-Duchenne.
Video 2.
Marcha del paciente.
Antecedentes personales:
Paciente oriundo de zona rural, empleado en un molino;
vive también en zona rural donde frecuentemente se fumiga en modalidad aérea
con pesticidas; contacto frecuente con agroquímicos. Refiere antecedentes de anemia. Dos episodios de electrocución 3 meses atrás.
Examen Físico
Hemiparesia a predominio derecho, aumento del tono
muscular en los cuatro miembros.
Fasciculaciones de lengua, bíceps braquial y
cuádriceps derecho.
Video 3.
Clonus inagotable de pie como expresión de
liberación piramidal.
Trastornos deglutorios y del habla. Frecuentemente
tiene episodios de tos y ahogos en relación con la deglución.
Video 4.
Fasciculaciones en brazo y lengua. Expresión de
denervación por compromiso de neurona motora inferior de dos territorios
diferentes (niveles medular y bulbar respectivamente).
Cefalea y mialgias en miembro inferior derecho,
calambres.
Signos de liberación piramidal: clonus inagotable de
pie, hiperreflexia bilateral generalizada, signo Babinsky derecho
Video 5.
Signos de liberación piramidal en ambos miembros inferiores.
Video 5.
Signos de liberación piramidal en ambos miembros inferiores.
Alteración de la motricidad fina.
Batiestesia y palestesia sp.
Resto del examen físico sin datos positivos
Imagen:
Atrofia de la musculatura intrínseca de la mano.
Atrofia de la musculatura intrínseca de la mano.
Exámenes Complementarios
Se solicitaron estudios de rutina, laboratorio, ECG,
Rx de tórax dentro de los parámetros normales.
RMN de encéfalo y columna cervical: no se evidencian
lesiones de desmielinización. No se evidencia masa ocupante. Agujero magno y
columna cervical sin patología, canal medular sin estrechez.
EMG: signos denervatorios en todos los músculos
explorados a predominio proximal, mostrando fasciculaciones en los músculos
deltoides, tríceps, extensor común de los dedos en miembro superior y vasto
interno, recto anterior y tibial anterior derecho. Patrón de reclutamiento fue
deficitario, con potenciales de unidad motora polifásicos. Velocidad de
conducción motora y latencias distales de nervio mediano y cubital derecho
normal, con potencial de baja amplitud.
Diagnóstico de ELA: Criterios de El Escorial
La presencia de:
·
Evidencia de degeneración de MNI, por
examen clínico, electrofisiológico o neuropatológico.
·
Evidencia de degeneración de MNS por
examen clínico
·
Extensión progresiva de los síntomas o
signos dentro de una región o de otras regiones, determinados por medio de HC o
exploración física junto con
La ausencia de:
·
Evidencia electrofisiológica o
patológica de otra enfermedad o proceso que pueda explicar los signos de MNS o
MNI.
·
Evidencia de neuroimagen de otro proceso
o enfermedad, que pueda explicar los signos clínicos y electrofisiológicos
explicados
Categorías diagnósticas
ELA definida:
·
Evidencias clínicas de signos de neurona
motora superior (NMS), y neurona motora inferior (NMI), en 3 regiones.
ELA Probable:
·
Evidencias clínicas de signos de NMS y
NMI en al menos 2 regiones con predominio de NMS sobre NMI.
ELA Posible:
·
Evidencias clínica de signos de NMS y
NMI en una región, o signos de NMS en una región y signos de NMI definidos por
criterios electromiográficos en al menos dos extremidades.
Sospecha de ELA:
·
Signos puros de NMI en 2 o 3 regiones.
Conclusiones del caso.
Si tenemos en cuenta que este paciente al ser
re-interrogado acerca del comienzo de las primeras manifestaciones de la
enfermedad refirió que la misma se remontaba por lo menos a dos años atrás es
decir a los 18 años, la edad de presentación del cuadro resultó francamente
atípica. La ELA es una enfermedad neurodegenerativa cuya edad de comienzo suele
ser después de los 40 años aumentando su incidencia con cada década, encontrándose el
pico de incidencia a los 74 años. La incidencia general de la enfermedad es de
1,5 y 2,7 por 100.000/año, y la prevalencia entre 2,7 y 7,4/100.000 habitantes.
Existe una forma familiar (ELA familiar), que se da en 5 a 10% de los casos,
siendo el resto consideradas formas esporádicas. Hay un leve predominio por el
sexo masculino.
Nos llamó la atención además de la edad de comienzo
tan temprana, la agresividad evolutiva del proceso. Habida cuenta de los
antecedentes epidemiológicos del paciente, en los que resaltan la exposición
crónica a agroquímicos, pesticidas, plaguicidas etcétera dado la cercanía de su
vivienda con áreas donde se utilizan en forma constante estos productos químicos,
establecimos como hipótesis explicativa una asociación entre su enfermedad, con
la exposición crónica a tales sustancias. Para ello hicimos una investigación
bibliográfica del tema. Respecto al shock eléctrico que el paciente refirió 3
meses atrás entre sus antecedentes, el mismo está comunicado como evento
probablemente asociado a ELA (1,2,3,4,5,6). Sin embargo, cuando el paciente fue
re-interrogado, el comienzo de sus síntomas se remontaban a una fecha muy
anterior a dicho episodio.
Respecto a la bibliografía sobre relación entre ELA
y exposición a agroquímicos existen datos conflictivos. Varios estudios
epidemiológicos han estudiado la asociación entre ELA y químicos neurotóxicos
tales como solventes, algunas categorías de pesticidas y unos pocos metales y
metaloides con resultados inconsistentes (7,8,9). La dificultad en obtener alto
nivel de evidencia ha sido atribuida a factores metodológicos tales como una
inadecuada evaluación de la exposición (10). Sin embargo, varios estudios han
sugerido una relación entre exposición a pesticidas y riesgo de ELA. La
verosimilitud de tal asociación es provista por la bien conocida neurotoxicidad
de varios de esos compuestos (11,12,13,14,15,16,17,18).
El estado actual de cosas es que la evidencia no
avala aún una relación causal directa entre ELA y agroquímicos. Sin embargo,
probablemente la homologación de los trabajos existentes su ordenamiento, y el
agregado de otros nuevos tendientes a contestar la pregunta traigan luz sobre
el tema.
Como dijimos, nuestro paciente presentaba severa y
prolongada exposición a estas sustancias, lo que asociado a la corta edad de
comienzo, y a la agresividad evolutiva nos hizo sospechar una causa ocupacional
en la génesis de su enfermedad. Lógicamente no estamos en condiciones de afirmar
tal relación pero la exponemos a modo de inquietud, a la espera que los
trabajos de investigación en curso aclaren definitivamente nuestras dudas.
Por último, somos conscientes que este, como muchos
otros temas relacionados con los efectos adversos a los productos químicos
relacionados con la agroindustria están influenciados por importantes intereses
económicos, en los cuales se ven involucrados varios actores entre ellos
empresas multinacionales de gran poder. Por ello no es descabellado pensar que
la manipulación de resultados de estudios de investigación esté falseando
conclusiones.
Para un más profundo análisis de este tema se puede
consultar una lista de trabajos publicados (19,20,21,22,23,24,25,26,27)
1)
Vergara
XP, Kheifets L, Silva M, Bracken TD, Yost M. “New electric-shock job exposure
matrix”. Am J Ind Med. 2012 Mar;55(3):232-40. doi: 10.1002/ajim.21027. Epub
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2)
Abhinav
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lateral sclerosis: a systematic review of the literature”. J Neurol Neurosurg
Psychiatry. 2007 May;78(5):450-3. Epub 2006 Nov 10.
3)
Li
CY, Sung FC. “Association between occupational exposure to power frequency
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Med. 2003 Feb;43(2):212-20
4)
Nelson
LM. “Epidemiology of ALS”. Clin Neurosci. 1995-1996;3(6):327-31.
5)
Rose
KA. “Electrical shock injury”. J Manipulative Physiol Ther. 1994
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6)
Sirdofsky
MD, Hawley RJ, Manz H.
“Progressive
motor neuron disease associated with electrical injury”. Muscle Nerve. 1991
Oct;14(10):977-80.
7)
Sutedja
NA, Veldink JH, Fischer K, Kromhout H, Heederik
D,
Huisman MH, Wokke JH, van den Berg LH. Exposure
to
chemicals and metals and risk of amyotrophic lateral
sclerosis:
a systematic review. Amyotroph Lateral Scler 2009;
10:302-9.
8)
Johnson
FO, Atchison W. The role of environmental mercury,
lead
and pesticide exposure in development of amyotrophic
lateral
sclerosis. Neurotoxicology 2009;30:761-5.
9)
Weisskopf
MG, Morozova N, O’Reilly EJ, McCullough ML, Calle EE, Thun MJ, Ascherio A. Prospective study of
chemical exposures
and amyotrophic lateral sclerosis. J Neurol. Neurosurg
Psychiatry 2009;80:558-61.
10) Sutedja NA, Veldink JH, Fischer K, Kromhout H,
Heederik D,
Huisman MH, Wokke JH, van den Berg LH. Exposure
to
chemicals and metals and risk of amyotrophic lateral sclerosis: a systematic
review. Amyotroph Lateral Scler 2009;10:302-9.
11) Weisskopf MG, Morozova N, O’Reilly EJ, McCullough
ML,
Calle
EE, Thun MJ, Ascherio A. Prospective study of chemical exposures and
amyotrophic lateral sclerosis. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2009;80:558-61.
12) McGuire V, Longstreth WT Jr., Nelson LM, Koepsell TD, Checkoway
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sclerosis. A population based case-control study. Am J Epidemiol
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13) Govoni V, Granieri E, Fallica E, Casetta I.
Amyotrophic lateral sclerosis, rural environment and agricultural work in the
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17) Costa LG, Giordano G, Guizzetti M, Vitalone A.
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18) Furby A, Beauvais K, Kolev I, Rivain JG, Sebille V.
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case-control study. J Neurol 2009.
19) Furby A, Beauvais K, Kolev I, Rivain JG, Sébille V. Rural
environment and risk factors of amyotrophic lateral sclerosis: a case-control
study. J Neurol. 2010 May;257(5):792-8. Epub 2009 Dec 11.
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23) Govoni V, Granieri E, Fallica E, Casetta I.
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24) Plaza G, Osuna MD, De Prado R. Cross resistance to
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27) Gunnarsson LG, Lindberg G, Söderfeldt B, Axelson O. Amyotrophic
lateral sclerosis in Sweden in relation to occupation. Acta Neurol Scand. 1991
Jun;83(6):394-8.
Presentó
Dra. María Josefina Rodríguez Kelly
Residente de Clínica Médica de 1° año.
Hospital “Ángel Pintos” de Azul.
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