La secuencia celular de los elementos granulocíticos morfológicamente identificables se inicia con el mieloblasto, el cual da origen al promielocito; éste al mielocito, metamielocito, banda y finalmente segmentado. El mielocito es el último elemento con capacidad mitótica.
Las células de la granulopoyesis constituyen un 60-65% de los componentes citológicos medulares. Los cambios morfológicos se resumen en la reducción de la relación nucleocitoplasmática, desaparición de los nucléolos, maduración de la cromatina nuclear, desaparición de la basofilia citoplasmática, aparición de la granulación primaria o azurófila a partir del promielocito y aparición de la granulación secundaria o específica (neutrófila, eosinófila, basófila) a partir del mielocito. Por último tiene lugar la indentación y segmentación nuclear al llegar a los estadios de metamielocito y segmentado respectivamente.
La granulación primaria o azurófila es característica de esta estirpe celular. Por su elevado contenido en hidrolasas ácidas puede considerarse formada por lisosomas primarios. Estas hidrolasas son segregadas en el retículo endoplásmico, por lo que su demostración a nivel ultraestructural marcará los estadios iniciales de la diferenciación granulocítica. Los gránulos primarios contienen diversas enzimas, según se ha podido demostrar por técnicas citoquímicas y bioquímicas. La mieloperoxidasa se localiza exclusivamente en la granulación primaria, y es el mejor marcador enzimático de este tipo de granulación. La lisozima, proteína catiónica rica en arginina cuya actividad en los gránulos primarios corresponde a una tercera parte del total de dicha actividad enzimática, se localiza también en los granulocitos neutrófilos. La fosfatasa ácida se localiza igualmente en la granulación primaria, pero dependiendo de los sustratos empleados para su demostración se puede hallar en otras estructuras. En la granulación primaria pueden demostrarse otras hidrolasas como la beta-galactosidasa, beta-glucuronidasa, N-acetil-beta-glucosaminidasa, arilsulfatasa, esterasa y naftilamidasa. Los mucoplolisacáridos sulfatados contribuyen al carácter azurófilo de la granulación primaria y determinan una fuerte metacromasia al ser teñidos con azur A. La presencia de estos mucopolisacáridos sulfatados contribuye a la PAS positividad de estos elementos. El color rojo púrpura de los gránulos azurófilos mediante las tinciones panópticas deja de observarse después del estadio mielocitario, ya que con el proceso madurativo dichos gránulos pierden su metacromasia; se ha precisado de estudios ultraestructurales para conocer que el gránulo primario persiste hasta el polinuclear segmentado.
En estadios evolutivos posteriores, a partir del mielocito, aparece la granulación secundaria o específica. Son gránulos de menor tamaño (0.3 um) y menos densos que los gránulos primarios. A partir del mielocito en la granulopoyesis neutrofílica coexisten los gránulos primarios y secundarios. Al sucederse las divisiones celulares, las células hijas van poseyendo un número menor de gránulos primarios, con lo que los secundarios adquieren un valor numérico superior, preponderante sobre los primarios. Los gránulos secundarios son mieloperoxidasa negativos y contienen lisozima en proporción superior a los primarios. El mejor marcador de la granulación secundaria de los neutrófilos es la lactoferrina. La ubicación de la fosfatasa alcalina en la granulación específica de los neutrófilos de los humanos no se acepta actualmente. Se cree que dicha enzima se localiza en alguna fracción tubular submembranosa, pero no en la granulación secundaria propiamente dicha. Tal granulación contiene, asimismo, proteínas captadoras de vitamina B12. La granulación primaria representa una tercera parte del total, y las dos terceras partes restantes corresponderían a la granulación secundaria en el polinuclear segmentado.Hay datos que sugieren la existencia de gránulos terciarios que contienen gelatinasa con rasgos morfológicos similares al los gránulos secundarios, pero algo menos densos. Se supone que se movilizan a la superficie celular en respuesta a pequeños estímulos.
El mieloblasto es un elemento con ausencia de granulación al microscopio óptico. Se trata de una célula de forma redondeada u oval y de contorno liso. El núcleo, de gran tamaño en relación con el diámetro celular, es redondo y está provisto de una cromatina finamente reticulada, con presencia de dos o tres nucleolos bien visibles. El citoplasma, de color basófilo, es escaso y está desprovisto ópticamente de granulación y vacuolas. El promielocito tiene un tamaño ligeramente superior al de su precursor y es la célula mayor de la granulopoyesis normal. Su forma es redondeada u oval. El núcleo, también de aspecto redondeado, se sitúa en posición algo excéntrica. La cromatina, algo más densa, presenta todavía algún nucleolo visible a nivel óptico. El citoplasma es amplio y basófilo, y contiene un número variable de gránulos primarios o azurófilos, que se disponen alrededor del núcleo dejando una zona más clara, agranular, que corresponde a la zona centrosómica. La granulación azurófila toma una coloración rojo-violácea con las tinciones panópticas habituales. A medida que progresa la maduración del promielocito, éste se transforma en mielocito, célula redondeada de tamaño entre 12 y 18 um. El núcleo, también redondeado, posee una cromatina condensada en cúmulos, de color violeta oscuro y sin nucleolo visible. El citoplasma que ha perdido toda su basofilia, contiene un gran número de gránulos. A partir de este estadio comienza la formación de la granulación secundaria específica ( neutrófila, eosinófila, basófila), que junto a la primaria persiste en todos los elementos de la serie. El metamielocito tiene un tamaño entre 10 y 15 um, y posee las mismas características morfológicas del mielocito, exceptuando la forma del núcleo, el cual adopta un aspecto reniforme al iniciar su indentación, con la parte convexa situada en la periferia celular y la cóncava dirigida hacia el centrosoma. El núcleo está dotado de una cromatina condensada en numerosos cúmulos cromáticos. Esta célula ha perdido la capacidad mitótica y al progresar en su maduración estrecha su núcleo hasta que éste se transforma en una delgada banda, dando origen a la célula del mismo nombre. Las bandas tienen un tamaño algo inferior al del metamielocito, con sus características morfológicas idénticas a las de su precursor. La mayor parte de estas células se localizan en la médula ósea, donde constituyen el compartimento de reserva granulocítica medular.
Los granulocitos segmentados se originan a partir de las bandas por segmentación nuclear, y son los elementos más maduros de la granulopoyesis. Circulan por la sangre periférica donde ejercen sus funciones de fagocitosis y bacteriolisis. Según el tipo de granulación específica se identifican los neutrófilos, eosinófilos y basófilos. Los granulocitos segmentados neutrófilos son células redondeadas con un núcleo segmentado en 2 a 5 lóbulos, unidos por unos finos puentes cromatínicos. El citoplasma contiene numerosos gránulos neutrófilos que se tiñen de color marrón con las coloraciones panópticas habituales, así como cierto número de gránulos primarios o azurófilos dificilmente visibles al quedar enmascarados por los neutrófilos. Los granulocitos segmentados eosinófilos tienen un tamaño semejante a los neutrófilos, se caracterizan morfológicamente por contener en su citoplasma gránulos acidófilos. Tienen una forma redondeada, tamaño entre 0.5 y 1.5 um, ocupan todo el citoplasma de la célula y se tiñen de color naranja o marrón anaranjado con las coloraciones panópticas. A diferencia de los gránulos basófilos nunca se disponen por encima del núcleo. Los granulocitos segmentados basófilos son células redondeadas cuyo tamaño oscila entre 10 y 13 um. El núcleo, de cromatina densa, posee generalmente dos o tres lóbulos unidos por puentes cromatínicos, en ocasiones difíciles de visualizar dada la presencia de las numerosas granulaciones basófilas propias de esta célula. Los gránulos basófilos se disponen encima del núcleo. La granulación basófila, adquiere una coloración rojo-violácea oscura con las tinciones panópticas y tiene una forma poligonal.
El origen clonal hemopoyético del mastocito o célula cebada queda actualmente demostrado, a través de diversos estudios, que es a partir de un progenitor pluripotente mieloide. Los precursores comprometidos abandonan la médula ósea, determinando el microambiente de los tejidos el desarrollo de propiedades diferenciales entre las células cebadas y los basófilos.
Fuente:
Departamento de Medicina de la Universidad de Lleida.
INCREIBLE!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarUn millon de gracias!!!! =)
Me pueden ayudar,¿ cual es la maduración de los basofilos ?
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